Por Eduardo Ledesma
Edición para versión gráfica: Belén Da Costa
Especial para El Litoral
Martín Baintrub es un consultor-publicista de larga trayectoria. Conoce como pocos la política nacional y local. También es escritor y tiene cuatro libros publicados. Su novela “Descanse en paz” fue más allá del papel: se convirtió en guión, luego en película, llegó a Netflix y hoy es una de las más vistas en el mundo, en el continente, y la más vista en la Argentina.
La película está basada en su novela homónima y fue escrita y dirigida por Sebastián Borenzstein (La Odisea de los Giles). En la producción participaron Ricardo Darín, Chino Darín, Federico Posternak y Ezequiel Crupnicoff.
Baintrub fue el quinto invitado del ciclo audiovisual Eduardo Ledesma Pregunta 2024. Y como la producción propone reflexionar sobre temas contemporáneos que atraviesan la sociedad, como el poder, la política, el género, la cultura, el arte, etc., hablamos con Martín de todo eso , empezando por el lado más brillante de su presente profesional: el del cine.
¿Cómo estás viviendo este momento? Estás en boca del mundo ahora mismo.
Sí, es un momento muy bonito. Digámosle a la gente que esto tiene que ver con que una de mis novelas fue llevada al cine. “Descanse en Paz” se estrenó en Netflix y tuvo gran éxito. La verdad es que se está viendo en todo el mundo y estoy muy feliz.
Pongámosle un número a esa historia.
Ocupa el primer lugar en todos los rankings sudamericanos y es la cuarta película de habla no inglesa más vista en el mundo. Son números difíciles de asimilar. La película fue recomendada esta semana en el New York Times, se puede ver en cualquier país del mundo porque Netflix hizo un estreno simultáneo. Entonces este es un fenómeno que no esperaba, no me imaginaba, no tomé en cuenta lo que iba a significar un estreno en la plataforma.
¿Cómo estás con todo esto?
Estoy sorprendido porque este es un proyecto en el que llevamos trabajando tres años desde que renuncié a los derechos de la película. Y durante año y medio trabajamos en la adaptación y comencé a tener la idea de que iba a ser una película. Se lo vendí a Kenia que es la productora de Ricardo y el Chino Darín, que ya le dio un nivel importante y luego conocí el elenco. Con Furriel, Griselda Siciliani, Puma Goiti y cada vez era un poquito más.
Nunca me di cuenta de que esta no era una película que iría al cine y vería si le iba muy bien, súper bien, la verían un millón de personas. Apenas se estrenó tuvo seis millones de reproducciones, porque el poder de las plataformas hoy en día, especialmente Netflix, le da una dimensión que escapa a cualquier imaginación de alguien que no sea del palo.
¿Y si ahora además de publicista o escritor te llamo guionista, te darías la vuelta en la calle?
No (risas). Una de las cosas que pasó en la adaptación de la novela es que aprendí mucho sobre cine. Para alguien que le gusta ver películas y cree que sabe y no, creo que el guionista de la película, que es Marcos Osorio Vidal, hizo un aporte muy importante. Hay cosas que están en la película que no estaban en el libro y que hicieron mucho bien a la película, y luego hay otras que cuando eres el autor de la novela no quieres que toquen – por ejemplo el final – que tiene otra final. Me hubiera resistido más, pero hice lo que pude.
Se cambiaron varias cosas con respecto a la historia original, ¿qué opinas de eso?
Creo que está bien. Al final uno es dueño de su novela y, a diferencia de una novela que es una creación individual, una película es una creación colectiva. Hay personajes que son más importantes, como los productores, el director o los actores. Pero interviene mucha gente, los técnicos, los maquilladores y cada uno aporta su granito de arena. Entonces hay que bajar un poco el ego y decir aquí hay mucha gente valiosa que sabe y que está haciendo su parte y hay que respetarlos.
¿Qué sigue para ti en ese sentido? ¿Estás pensando en algo audiovisual con tus otras novelas?
Desde que se presentó la película recibí muchas llamadas. Hay mucha gente que me pregunta por mis otros libros. Es curioso porque antes la gente leía el libro y decía: “Oye, parece una película”. Creo que es algo que me resulta natural, pero cuando intento racionalizarlo creo que hoy en día la gente tiene muchos estímulos que compiten con la lectura. Sin ir más lejos, plataformas de streaming, Spotify, redes sociales, etc. Entonces, creo que hay que tener eso en cuenta, en la medida de lo posible, y escribir de forma dinámica.
Los capítulos de mis libros generalmente son cortos, se pasan volando, tienen muchas imágenes, y al final, cuando terminas de leer uno, ves que te genera esa sensación de que parece una película.
¿Qué te aporta la escritura que no te aporta la publicidad?
Frescura. Primero, porque llevo más de 30 años haciendo publicidad política y esto es algo relativamente nuevo, así que hay algo que decir: “Oye, estoy haciendo algo que es bonito y nuevo”.
¿Y la publicidad? Tienes mucha relación con Corrientes pero además de eso imagino que hay que estar preparado. ¿Tu lees mucho?
Creo que soy un lector descuidado, porque leo cosas de distintos orígenes. Para la parte política leo mucha actualidad, leo los periódicos, leo periódicos de Buenos Aires y Corrientes. Intento estar, digamos, en un contexto político todo el tiempo. Datos, informes, busco en Google, colaboro con el gobernador en escritos, discursos importantes, entonces requiere buscar mucha información. Y eso hago, es parte de mi trabajo y lo hago.
En cuanto a lectura que sea placentera o que de alguna manera influya en lo que escribo, me gusta escribir algo que se acerque a un thriller político. Entonces leo muchos thrillers políticos, novelas policiales, etc. Esa es una lectura que disfruto.
Ya que mencionas la política: ¿La elección ganada por Milei modifica la publicidad política o la modificará?
Creo que todavía habrá espacio para la comunicación tradicional, pero cualquier equipo de campaña que quiera competir tendrá que incorporar ese otro territorio digital. De hecho, nosotros que estamos muy metidos en el trabajo en equipo, en general estamos intentando que nos guste la planificación estratégica de las campañas. Desarrollamos publicidad offline e intentamos que se sumen equipos jóvenes, porque conocen mucho más los idiomas, etc., para la publicidad online, en redes, etc.
¿Pero todo bajo el sello de la consultora Persuasión o hacen alianzas estratégicas?
Acá en Corrientes el Gobernador tiene un muy buen equipo de comunicación 2.0. Funcionan bien, muy bien, y no dependen de nosotros, sino que trabajamos coordinadamente. Tenemos buena relación, hablamos, definimos objetivos y avanzamos. También nos comunicamos con el gobernador de Tierra del Fuego, y él trabaja con un muy buen equipo 2.0 de Buenos Aires y también tratamos de coordinar hacia dónde vamos a ir. Eso es algo que yo creo que si no lo incorporas no podrás trabajar.
¿El futuro candidato tiene que tomar nota de los cambios drásticos?
Si alguien me hubiera dicho hace un tiempo que un candidato que decía que estaba bien vender niños y órganos e iba a decir que los políticos eran “pendejos” y que el Congreso era un nido de ratas y que iba a gobernar así , habría pensado, no viene. Y si por algún motivo llega dura media hora, y no. Llegó y parece que han pasado varios meses y su imagen parece bastante consolidada, así que habrá que ver, pero es nueva, es nueva.
¿Y qué estás viendo aquí en Corrientes?
Corrientes tiene un modelo de gestión que funciona. Tiene una economía estable con superávit fiscal, donde los salarios de los empleados públicos se pagan regularmente y mantienen importantes niveles de actualización. El Gobernador está muy comprometido con un proceso de modernización de la provincia que tiene mucho que ver con la generación de nuevos y diferentes empleos.
Veo al gobierno funcionando bien en un contexto muy difícil en Argentina. Me parece que Gustavo Valdés es un líder, un líder que tiene mucho reconocimiento social. Ves las encuestas y sus números son estratosféricos. Nadie sabe el futuro pero me parece que el modelo correntino está bastante consolidado.
Por lo general solemos empezar así, pero ahora vamos a terminar así: si digo Martín Baintrub ¿quién es?
Y ahora te diría que me siento escritor. No estaba muy convencido. Cuando llenó formularios escribió “publicista”. Pero básicamente me siento un chico sensible, una persona de familia, un amigo, muy interesado en la cultura y muy trabajador.
