Un agente de la fuerza fue acusado de defraudar a la Policía

Un agente de la fuerza fue acusado de defraudar a la Policía
Un agente de la fuerza fue acusado de defraudar a la Policía

Unirse a la Policía es desde hace bastante tiempo una artimaña para cometer estafas. El titular de la Unidad Fiscal de Estafas, Usurpaciones y Ciberdelincuencia I, Mariano Fernández, anunció que abrió una investigación contra un agente de la fuerza acusado de haber cometido esta maniobra. Inicialmente, según las primeras investigaciones, habría recaudado más de 1,5 millones de dólares.

Una persona se acercó a denunciar que había pagado una importante suma de dinero para poder ingresar a la fuerza. Informaron que alrededor de 20 personas habían sido víctimas de esta joven que supuestamente era policía y que era muy conocida por sus superiores.

Por esa exposición, Fernández logró que un juez concediera una serie de allanamientos que terminaron realizándose la tarde del jueves en El Chañar, en el oriente de Tucumán, y en la capital de la provincia. Los investigadores lograron reunir pruebas contra la sospechosa de 34 años, a quien ya se le notificó que se había iniciado una investigación en su contra.

La agente captó la atención de los jóvenes que querían incorporarse a la fuerza asegurando que tenía contactos y vínculos para que pudieran formar parte de la Policía. Les explicó que había dos alternativas para que pudieran vestir el uniforme. Uno de ellos consistía en esperar a que moviera sus contactos y el otro, pagar una suma de dinero para llevar a cabo su plan de forma más rápida y segura. Según declaraciones del denunciante, la cantidad de dinero fue enviada en efectivo o transferencia bancaria a la cuenta salarial del sospechoso. De la incipiente investigación se desprende que alrededor de 20 personas podrían haber sido víctimas de esta maniobra.

El mecanismo utilizado por el sospechoso estaba perfectamente engrasado. Según fuentes del Ministerio Público, al momento de solicitar el dinero, les informó que con esa suma de dinero también compraría las botas que forman parte del uniforme policial.

Los investigadores también lograron constatar que el investigado los citaba de vez en cuando para darles una especie de capacitación. Siempre según las primeras investigaciones, que surgieron del trabajo realizado por Gabriela Susana Rodríguez y personal de la División de Delitos Cibernéticos de la Policía, incluso había formado un grupo de WhatsApp cuyo nombre era “Aspirantes”. Ese fue el canal de comunicación que habría utilizado para comunicarse con las víctimas. Durante los allanamientos se incautó el teléfono celular de la mujer y será analizado en los próximos días. Una vez que tengan los resultados, el fiscal Fernández solicitará una audiencia para acusarla formalmente.

En tanto, fuentes del área de Seguridad que dialogaron con LA GACETA informaron que el agente quedó a disposición hasta que avance la investigación. Al momento de presentar los cargos, ella podría dejar de pertenecer a la fuerza porque no estaría de manera permanente.

 
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