Al menos 15 miembros del frente Carlos Patiño, que opera bajo el paraguas del autoproclamado Estado Mayor Central (EMC), han muerto este jueves después de que el Ejército colombiano los atacara con artillería en una zona rural de Argelia, en la al sur del departamento del Cauca. Así lo informó el Ministerio de Defensa y Fuerzas Militares, que agregó que también se registraron 12 heridos. El presidente de la República, Gustavo Petro, ha exhibido el resultado militar en su cuenta X y ha señalado que es el mayor logro obtenido en los operativos contra la federación de grupos disidentes de las extintas FARC. Algunas de las estructuras del EMC, como el frente atacado, se han retirado de las negociaciones de paz con el Gobierno. “No debemos jugar con la paz, si es guerra es guerra. Detener la guerra significa tomar en serio la paz”, declaró.
El ataque tuvo como objetivo un campamento, desde donde los hombres armados organizaron ataques contra el personal uniformado y la población civil de la zona, según las autoridades. “El accionar criminal y financiero de este grupo armado se ve significativamente afectado, dado que se recuperan áreas de su injerencia a través de las cuales movilizan estupefacientes, producto del narcotráfico”, dijo el Ejército en un comunicado. https://twitter.com/mindefensa/status/1783600297220116816Se utilizaron armas “con precisión milimétrica” que evitaron daños colaterales a la población civil.
Las operaciones contra el EMC, según el Ejército, se llevan a cabo “día y noche” desde hace 15 días en la zona del cañón del río Micay, que sirve como vía de comunicación entre la poblada zona andina y el litoral. en el Océano Pacífico. En total, según las fuerzas militares, se han registrado 31 combates y más de 30 muertos desde que el Gobierno nacional suspendió el cese al fuego con la EMC en Nariño, Cauca y Valle del Cauca a mediados de marzo. También está el rescate en este último mes de una veintena de menores que habían sido reclutados por la fuerza.
El Estado Mayor Central, el mayor grupo de disidentes de las FARC, está fracturado. La semana pasada se confirmó que las estructuras que aún siguen el liderazgo de Iván Mordisco ya no tienen presencia en la mesa de diálogo de paz con el Ejecutivo. Son los del Cauca, Valle del Cauca y Nariño, los más beligerantes y los que han realizado ataques recientes contra objetivos militares y comunidades indígenas. Por otro lado, los grupos que operan en Catatumbo, Magdalena Medio, Meta, Caquetá y Putumayo siguen siendo parte de las conversaciones. Se estima que la partición fue a la mitad, aunque no hay datos confirmados.
“Lo importante es que el sector que queda en la mesa está firme con los acuerdos y que estamos desarrollando una agenda muy detallada de diálogos regionales”, dijo la semana pasada el jefe negociador del Gobierno, Camilo González Posso. La otra facción, la de Mordisco, es la que ya está en guerra abierta contra las fuerzas militares.
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La violencia se ha desatado en el Cauca, donde operan las disidencias de las extintas FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla activa más antigua de Colombia. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), el departamento registró el año pasado el mayor número de asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, con 38 de los 188 casos registrados en Colombia. “En el departamento del Cauca, los indígenas Nasa que se oponen a los abusos cometidos por grupos armados han sido amenazados y asesinados. Los enfrentamientos entre grupos armados han dejado a más de 6.500 personas desplazadas o confinadas”, señaló Human Rights Watch en su informe mundial 2024.
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