Toda Argentina sabe que el presidente, Javier Milei, adora a sus “pequeños niños de cuatro patas”, como llama a los perros que viven con él en la Quinta de Olivos, la residencia de los jefes de Estado en las afueras de Buenos Aires. De lo que nadie está seguro es de cuántos mastines ingleses posee. En las pocas imágenes conocidas de sus mascotas, Milei aparece con cuatro. Él, en cambio, asegura que son cinco y así aparecen en el bastón de mando que recibió al asumir el cargo en diciembre. Un par de periodistas han preguntado al portavoz presidencial, Manuel Adorni, sobre el número de perros esta semana, pero sus respuestas sólo han conseguido amplificar una duda que sus detractores alimentan al cuestionar la salud mental del presidente.
“No entiendo cómo te cambia si hay cuatro perros, si hay cinco perros o si hay 43 conejos. “¿Cual es la diferencia?” Adorni respondió en su rueda de prensa matutina del lunes. Al ser interrogado, intentó zanjar el debate con una aclaración confusa: “Si el presidente dice que hay cinco perros, hay cinco perros y se acabó”.
Este jueves, otro periodista sostuvo que era necesario repetir la pregunta: “Que haya cuatro o cinco perros no es un problema del presidente sino de todos los argentinos, porque si el presidente tiene cuatro perros y ve cinco, estamos hablando de una persona que “ve algo que no se corresponde con la realidad, por eso digo que nos interesa la cantidad de perros”.
El portavoz respondió que es “una falta de respeto definir al presidente como una persona que habla con cosas que no existen”. Adorni acusó al periodista de “meterse con su familia” y señaló que hay que dejar de hablar de este tema.
Las preguntas hacen eco de un debate que se vive en la sociedad argentina desde la campaña electoral. En su biografía del líder libertario, Loco, Juan Luis González cuenta que su primer perro, Conan, murió en 2017. Milei, al no poder asimilar su muerte, contactó con un laboratorio para clonarlo y comenzó a hablar con él a través de una médium. Cuando EL PAÍS entrevistó al entonces candidato presidencial en julio, primero lo afirmó, pero luego lo dejó en el aire:
—¿Es cierto que mantienes una conversación telepática con Conan?
— Sí, también dicen que mis perros son mis asesores y son fabulosos, porque mira todo lo que logré en términos de resultados.
—¿Pero luego hablas con Conan?
—Lo que hago dentro de mi casa es mi problema.
En ese momento faltaban cuatro meses para que fuera elegido presidente. Tras la victoria de la ultraderecha en las urnas, los medios se hicieron eco del mensaje publicado por el laboratorio donde clonó a los mastines, PerPETuate, en el que presumían de haber dedicado la victoria “a Conan, a su perro fallecido, y a los cuatro clones creados a partir de células preservadas”. Junto al mensaje había una fotografía de Milei con cuatro perros de 2018, otra de Conan y una tercera en la que se ven tres clones. Sin embargo, cuando hoy se accede a la misma página, el número se corrige y aparecen “cinco clones”.
La confusión ha continuado desde entonces. En una entrevista reciente con CNN En español, el periodista le preguntó por sus cuatro perros, que llevan el nombre de famosos economistas libertarios: Murray, Milton, Robert y Lucas. “Son cinco”, lo corrigió Milei antes de decirle que la forma de relajarse es ir a verlos todos los días a las perreras que mandó construir para ellos en la finca de Olivos. El presidente dio detalles del carácter de cada una de sus cinco mascotas. “Conan parece muy tranquilo, pero no lo provoquéis”, advirtió.
¿Se refería Milei al Conan que murió en 2017 o a un quinto clon del que no se conocen registros fotográficos?
El misterio se ha convertido en motivo de burla por parte de los oponentes de Milei. https://twitter.com/adibrobal22F/status/1783102007898767829, se lee en una de las pancartas levantadas en la masiva movilización en defensa de la educación pública del martes. “Sin salud mental ves a tu perro muerto”, dijo otro. “Conan está muerto”, escribieron en las paredes de las calles por las que transcurrió la marcha. Algunos manifestantes fingieron dar órdenes a un perro invisible, representado por un palo al que llevaban atado un collar en un extremo. https://twitter.com/juanelegonzalez/status/1782752946985332777 y le tiraron spray a un perro supuestamente invisible.
Los rivales políticos de Milei saben que la devoción por sus mascotas es uno de los puntos débiles de un líder conocido por sus arrebatos y arrebatos de ira. Algunos incluso han sugerido que puede padecer algún trastorno psicológico, como el expresidente Alberto Fernández, quien se dirigió a él a través de las redes este jueves: “https://twitter.com/alferdez/status/1783450159952572793, que las “fuerzas del cielo” no me envían señales y que mis acciones y reacciones son resultado de la reflexión y no de alteraciones psicológicas”. El presidente, al menos en público, no responde a estas provocaciones.
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