Todas ya tenemos redes sociales donde somos guapas y parece que acabamos de ganar el premio mayor de la lotería. Nos vemos tan felices…. Un argentino sin redes sociales es un ejemplar tan raro que se convierte en Tan asombroso como el Yeti.. Digamos también que en las redes sociales se encuentra lo humano y lo divino: desde avistamientos de ovnis hasta abducciones. Y después de llevarte, esos mismos gentiles alienígenas te dejan en la puerta de tu casa para que sigas la misma rutina de siempre y, además, contar la experiencia a todo el mundo, subirla a las redes sociales con fotos incluidas, excepto a los Imagen del extraterrestre porque claro, te secuestraron sin celular.
Diputados, jueces, senadores y presidentes y expresidentes tienen redes sociales y largos altercados usando frases que harían las delicias de los camioneros más rústicos, frases que avergonzarían a mi entrenador de boxeo, un personaje nada modesto. Dicen de todo y todos están contentos porque lo que pasa en las redes se queda en las redes. Se ven en el Congreso y se dan la mano y son todos sonrisas cordiales:las redes terminan siendo para los argentinos lo que Las Vegas para los Yankees.
Las mascotas también suelen tener redes. Perros y gatos nos muestran la vida feliz que les dan sus amos, incluso vi un perrito que disfrutaba de la poesía que le leía su dueño: un famoso actor.
Si quieres conocer una Argentina feliz entra a las redes, allí vivimos casi todos con una sonrisa de oreja a oreja y cara de cumpleaños.
Ojo, también hay quien aparece triste, muy triste en las redes: la vida es ingrata y triste, por eso lo comparto para que los demás lo sepan, pensamiento extraño.
Los influencers abundan, te hablan de libros, de vida saludable o te aconsejan para que acabes siendo rico y aunque a veces da la impresión de que no son especialmente espirituales o no han leído esos libros, se agradece y Les das un tímido “me gusta” para que disfruten de esa felicidad ilusoria.
Además, hoy en día casi todas las relaciones comienzan online. Es muy común decir “lo conocí por Facebook o Instagram”. Casi no lo crees cuando en un post dicen que alguien conoció a otro en una fiesta, entrando al banco o en la estación de metro. O cuando llegó a la biblioteca y se fue. Nada de eso. Te parece que están bromeando contigo, sobre todo si la relación tiene menos de veinte años. Nos conocemos desde hace un tiempo a través de redes y La vida es una serie de decepciones porque nadie es tan bello y armonioso como en las redes.ese falso escaparate de la vida argentina.
En definitiva, Argentina es uno de los países donde más se usa y abusa de las redes sociales y actualmente son nuestro parque de diversiones y nuestro muro de las lamentaciones, Vemos el amanecer a través de las redes sin necesidad de levantarnos a las seis de la mañana y viajamos a través de ellas.
