Salir a las calles a defender la educación universitaria y pública en Argentina – .

Salir a las calles a defender la educación universitaria y pública en Argentina – .
Salir a las calles a defender la educación universitaria y pública en Argentina – .

Augusto Morel

Buenos Aires, 23 (EFE).- Cientos de miles de estudiantes salieron a las calles en todo el país en defensa de la educación pública. En Buenos Aires, el epicentro se concentró entre los 13 bloques que separan el Congreso de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo. Cada metro cuadrado estuvo cubierto por los pasos de estudiantes que marcharon “en defensa de la universidad pública argentina”.

La movilización reunió a unas 800.000 personas, que se opusieron a la “desfinanciación”. Además de banderas, carteles y pancartas, muchos trajeron sus libros. Esos textos que los acompañan durante cada curso, como símbolo de armas contra la “ignorancia educativa que plantea Milei”.

Una joven estudiante de Filosofía y Letras llegó a la capital procedente de la norteña provincia de Tucumán. Estudia Ciencias de la Educación en la universidad nacional de su provincia y consideró que esta marcha es un punto de partida esperanzador para su futuro.

“De alguna manera se empieza a discutir la importancia de sostener, defender y repensar la universidad pública. Antes (Milei) se podía estudiar. Nuestra universidad estaba funcionando, tenía un presupuesto adecuado y nuestros profesores recibían sus salarios, pero ahora se está poniendo difícil”, dijo a Efe Julián Araoz.

Estudiantes como Julián alzaron su voz contra tener clases a oscuras o seguir viendo sus aulas dañadas por el paso del tiempo y sin dinero para reparar el abandono, lo que lleva a un congelamiento presupuestario.

Este es el caso de Felicitas, que se está capacitando para educar a niños de La Matanza, una de las localidades más grandes y empobrecidas de la provincia de Buenos Aires, en el Instituto Superior N°82 “Carlos Fuentealba”, que depende del estado. gestión. Tiene miedo de no poder graduarse por falta de presupuesto.

“Esta manifestación no es contra el Gobierno, sino a favor de la educación. La falta de mantenimiento hace que no podamos tener clases porque se inunda cuando llueve. Sumado a la falta de corredores seguros ante la inseguridad y la escasez de docentes, ya que no hay dinero para pagarles”, dijo a Efe la futura docente.

A nivel nacional, y desde hace meses, autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) habían advertido que tenían fondos suficientes para mantener el sistema educativo hasta mayo próximo, luego “tendrían que cerrar”.

En las calles, cientos de columnas integradas por sindicatos, organizaciones sociales y políticas de izquierda y centro se reunieron para acompañar a los estudiantes hacia la Plaza de Mayo. A la marcha se sumaron reconocidas figuras como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora -ambos docentes-.

Esto bastó para que el Gobierno de Javier Milei tildara la manifestación de estar viciada de intereses políticos. Sin embargo, los estudiantes universitarios están entusiasmados de contar con el apoyo de representantes de derechos humanos.

“Me parece muy bueno que hayan venido ellos (Pérez Esquivel y Taty Almeida) porque las organizaciones de derechos humanos son sectores que han aportado a la educación. Es un gran gesto y necesario que estén ahí”, añadió Julián.

Esperan que la presión social sea suficiente para obligar al Ejecutivo libertario a proporcionar más recursos para apoyar a las universidades.

Sebastián Barcovich, estudiante de arquitectura de la UBA, dijo a Efe que la educación universitaria pública es necesaria. Es una de las “facetas más importantes que tenemos como nación”.

“Soy la primera generación de universitarios en mi familia y esa posibilidad de estudiar es la mejor inversión. Entonces podré retribuirlo con mi trabajo profesional”, dijo.

El Gobierno percibió esta marcha desde una perspectiva paternalista y condescendiente, donde los estudiantes estaban siendo “utilizados” para “intereses políticos”. Además, consideraron que la discusión por las partidas presupuestarias “está zanjada” y “trasladada”, pese a que el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, negó en varias ocasiones que hubieran llegado a un acuerdo.

El supuesto acuerdo fue el depósito del Ministerio de Capital Humano de unos $11,5 millones para el 100% de las facultades y unos $13,5 millones para los hospitales universitarios. Algunos estudiantes compararon esto “con una abuela que regala dinero cuando la visitan sus nietos”.

La marcha continúa. Miles de personas llenaron la Plaza de Mayo, abrazándose a las vallas que la separaban del escenario principal. Uno de los manifestantes, Patricio Torres Díaz, trabaja en el área de comunicaciones de una cervecería y dijo a Efe que en su época de estudiante, “la UBA siempre tuvo problemas, pero sostener la educación nunca estuvo en duda”.

“Estamos bajo un gobierno que pretende desfinanciar, no sólo a la universidad, sino al Estado en general y se vanagloria de ello. Hay que poner el cuerpo y estar en la calle frente a un Estado que devalúa todo lo que es construcción social y comunidad educativa”, remarcó.

Cuando llega la noche, comienza la desconcentración. Miles de jóvenes tienen la oportunidad de regresar a sus hogares, pero mantienen la frente en alto. Saben que la lucha por el futuro de la educación pública apenas comienza y este es un “buen comienzo”. EFE

aam/rrt

(foto) (vídeo)

 
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