Miles de recuerdos duermen en el Cine Hotel “Río Negro” de Choele Choel

Como ocurrió con otros edificios del sector, La entrada de los hoteles no era sólo el lugar por el que pasaban los viajeros ocasionales. y recién llegados. También fue el punto donde quedaron inmortalizados muchos de los nuevos desarrollos que ingresaban a los pueblos del territorio patagónico. Vehículos, orquestas, películas y hasta delicias se disfrutaron por primera vez en estos sitios de hospedaje.cuando no existía otro refugio que sirviera para el esparcimiento de los vecinos y para albergar a los que acudían a probar suerte. La esquina de las calles San Martín y 25 de Mayofue el ejemplo que cobró vida en corazón lleno de choele Choel, bajo el nombre de “Río Negro”, pero que tuvo tantos usos como generaciones pasaron bajo su puerta. Tienda de abarrotes, posada, comercio, cine, hotel, restaurante y hasta unidad básicafueron el eje de sus funciones, sin mencionar que originalmente perteneció al Ejército, como Cuartel de Guerra, retrotrayendo aún más en el tiempo la fecha de su construcción, hasta 1882, hace 142 años.

Todo lo que la historia lleva los ladrillos que aún permanecen en pie frente al bulevar histórico, en la cabecera del Valle Medio. Habilitado con atención al público el 10 de diciembre de 1899la venta de bebidas fue la actividad que el italiano Páride Guidiencontró como una solución para su economía, luego de que la gran inundación de ese año devastara todo lo que había en la cuenca, incluido el incipiente pueblo de Viedma.

Este inmigrante había llegado a la actual capital enviado por su padre, Cristóforo Guidi, tras la muerte de su madre, huyendo de una Italia convulsa. Junto a su hermano José, primero pasaron por Buenos Aires, hasta que comenzaron viaje en barco a la Patagonia, según confirmó el Museo Histórico Regional. Páride se habría quedado allí, trabajando en la recolección de lana y cuero, mientras su hermano José se ganaba la vida con la repostería y la pasta. Las circunstancias climáticas le llevaron a venderlo todo a un socio y Regresar a un bote, rumbo a la aldea que creció frente a la Isla Grande.. ¿Es por eso que le puso ese nombre a su negocio? El río como responsable de marcar su destino.

Una vez en la región, a Páride le siguieron los hermanos que habían quedado en Europa, Luis y Marietta, y Desde el 18 de enero de 1899 estuvo casado con Mercedes Real, originaria de Carmen de Patagones, con quien tuvo cinco hijos (José Antonio, Oreste (Tatita), Américo Juan, Elvira y Aníbal Cristóbal).

Hasta entonces, revisando, ofrecían los servicios de pulpería (venta de bebidas) y luego fonda (comida y alojamiento). Las paredes seguían siendo de ladrillo visto, con yeso encalado. sólo en el frente y en el contorno de los vanos, pero la fachada cambió, pues con el paso del tiempo, la foto de una fuerte nevada en el pueblo registró el ya bautizado “Hotel del Río Negro”, junto a adultos, niños y incluso los perros del establo, que posaron con la valla al fondo y apenas un puñado de edificios, los que hoy estarían cruzando el bulevar.

La promoción a la categoría de hotel trajo las condiciones al lugar para convertirlo definitivamente en un centro de encuentro social, para lo cual Por allí habían pasado las más diversas personalidades: desde el cacique Manuel Namuncurá (hijo del gran Juan Calfucurá y padre de Ceferino), el ex gobernador José Eugenio Tello, Comisario Bordo, Dionisio Gadano (comerciante de Darwin) y su hijo Enrique (primer senador rionegrino), Nicolás Palacios (militar, ascendido a coronel tras participar en la guarnición local) y Gerardo Palacios, este último uno de los fundadores del diario local El Mentor.

El toque de esplendor lo dio la instalación en el “Río Negro” de la primera sala de cine del Valle Medio y una de las primeras de la Patagonia, disponible ya en 1912 y continuado durante más de 70 años. Gracias a la colección del Museo Regional, se sabe que en un principio se realizaban representaciones tres veces por semana, para lo cual no había tarifa de entradapero se requería el acceso con el requisito de una bebida dentro de la habitación.

El tiempo pasó y Murió Páride, en 1936, su hijo Américo continuó al mando, acompañado de su esposa Rosa Maldonado y su hermano Antonio Guidi. De la mano de ese matrimonio vinieron las reformas del edificio que sumaron el piso superior al sector esquinero y que Transformaron lo que eran las caballerizas del Ejército, en la calle 25 de Mayo, en una sala nueva. La sala de cine ya estaba en el solar que habían ocupado algunas salas. El 28 de agosto de 1948 fue la flamante reaperturaindicaron desde el Museo.

América y Rosa. Era nieta del dueño de Casa Maldonado, donde hoy funciona el Museo Regional.

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A partir de entonces, las matinés dominicales, los helados artesanales que Rosa aprendió qué hacer viajando a Bahía Blanca y la solidaridad que cultivaron con Américo con jornaleros y esquiladores Se convirtieron en su marca registrada. Entre las muchas muestras de cariño que les brindaron sus vecinos, Rosa Recibió unos versos dedicados a ella en 1994. los soldados de la clase 1935 que estaban en campaña en Choele en 1956.

Ella fue nuestra segunda madre./ los sábados por la tarde / ya nos tenía a su lado / Nos dejó preparado/hierba, azúcar, todo gratis/ el mate implementa / con galletas también / más adelante en la pieza 6 / dormimos como un magnate…”, recordaban. La ciudad la despidió el 28 de diciembre de 2001.a los 82 años, mientras que Américo ya había salido el 11 de mayo de 1991. Mientras tanto, la esquina de 25 de Mayo y San Martín, ya cerrada pero aún en pie, sigue recordando la huella que dejaron.

 
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