La deuda pública de La Rioja volvió a crecer el año pasado y se mantiene por encima de los 1.600 millones de euros tras superar esta barrera en 2019, el año previo a la pandemia. Según los datos de cierre de 2023 hechos públicos en el portal de transparencia de la Comunidad Autónoma, el pasivo de la región asciende a 1.625 millones de euros, diez más que un año antes, y un 42% que hace una década. Entonces el débito no superó los 1.143 millones.
El aumento de la deuda sorprende negativamente al ministro de Hacienda, Alfonso Domínguez, básicamente porque si tenemos en cuenta el sustancial incremento de los ingresos vía impuestos como consecuencia de la inflación y la aportación del Estado a las comunidades autónomas en pandemia -como el fondo covid- –, entiende que la deuda debería haber disminuido o al menos debería haberse contenido y no ha ocurrido ni lo uno ni lo otro.
En cualquier caso, el crecimiento de la deuda ha sido imparable en la mayoría de las economías desarrolladas desde 2008, año de la crisis económica, en este caso por el boom inmobiliario, hasta tal punto que hoy dejar el contador en cero y liquidar todo De los préstamos que ha concertado La Rioja, cada riojano tendría que aportar 5.042,17 euros, unos 70 euros menos de lo que se necesitaba hace un año aunque la deuda entonces era algo menor. Un descenso que se entiende por el aumento de la población, en concreto, de los 7.000 habitantes más censados en 2023.
¿Qué estaba pasando en 2008? En aquel momento, una aportación de 1.242,92 euros por vecino bastaba para saldar una deuda de 393 millones. Hasta entonces, el nivel de endeudamiento se había mantenido en niveles moderados, pero la crisis financiera de 2008 disparó pasivos a un ritmo de entre el 9 y el 13% durante los siguientes tres años y desde entonces hasta ahora la deuda ha crecido un 313%.
La situación de la deuda autonómica dibuja una realidad heterogénea según el territorio con La Rioja situada en valores más o menos intermedios. Aunque los pasivos de la región son los más bajos de todo el país, si se pone en relación con el PIB, indicador con el que se mide la riqueza que genera un país en un año, la región ocupa el séptimo lugar en una escala liderada por la vecina Navarra, en donde el peso de la deuda sobre el PIB representa el 12%, y lo cierra la Comunidad Valenciana (42,2%). Entre los últimos puestos se encuentra también Cataluña, que acumula la mayor deuda del país: 85.986 millones de euros. En este caso, para reducir a cero el pasivo de esta comunidad, cada vecino tendría que hacer una aportación de 10.720 euros, más del doble que la de La Rioja.
Una vez hecha la composición general de la deuda pública regional, la pregunta es: ¿a quién le debemos dinero? El principal tenedor del pasivo público autonómico es el Estado, al que debe 922 de los 1.625 millones de euros del pasivo, lo que representa el 57%. Del resto, 570 millones (35%) en préstamos a bancos españoles y 133 millones (8%) a bancos extranjeros.
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