El subsuboficial Alfredo Molina era hijo del jefe de la Policía de Corrientes, comisario general Arnaldo Molina. La mañana de este sábado, otro agente de la fuerza lo asesinó de varios balazos cuando lo encontró en la casa de su expareja, la subsuboficial Bárbara Romero, quien también murió a consecuencia de los disparos. El autor de los crímenes, el oficial David Medina, se entregó poco después del incidente.
El episodio ocurrió en el barrio Monte Florido de la localidad de San Cosme, a unos 20 kilómetros de la capital correntina. Allí fue donde, según las primeras informaciones, llegó Medina e inició una discusión con Molina y Romero. Hubo corridas y finalmente una extensa serie de tiroteos.
Medina huyó de la casa y, tras llamadas de vecinos, personal de bomberos socorrió a la pareja herida. A ambos los trasladaron a Corrientes. Molina falleció camino al Hospital Universitario de la capital provincial, y Romero falleció poco antes del mediodía mientras era operada. Había recibido al menos siete impactos de bala.
El agresor se entregó en la localidad de Riachuelo, donde vive su padre.
Tanto Molina como su asesino, Medina, formaban parte del grupo de Delitos Complejos de la Policía de Corrientes. Romero sirvió en la Brigada de Investigación.
