Todo hacía indicar que algo extraño tenía que pasar para que Nacho García Ramón no ganara la décima edición de la Carrera Valle del Iregua. Y no sucedió. El Alfaro tomó el mando desde el inicio de la carrera y no lo abandonó en ningún momento. A lo largo de los once kilómetros abandonó a sus compañeros de grupo (que ya había reducido a tres cuando aún no había abandonado el casco urbano de Villamediana) y con un fuerte ritmo se presentó en solitario en meta.
En las mujeres, con una matrícula mucho menor, el resultado fue mucho más incierto. No había un favorito claro y, por tanto, la cómoda victoria de Martina Casas no puede calificarse de sorpresa, aunque su dominio en la carrera también fue bastante claro.
La prueba ya había comenzado con éxito. 322 deportistas de todas las edades se dieron cita en la línea de salida (una cifra muy superior a la de las últimas ediciones). La mayoría lo hizo para estrenar la carrera de tres kilómetros que concluyó en Alberite y que constituyó una auténtica celebración del deporte más familiar.
Aunque hubo padres que se apuntaron con sus hijos para afrontar juntos los 3.000 metros que separan Villamediana de Alberite, sólo unos pocos -pocos- consiguieron su objetivo.
En cuanto se dio el pistoletazo de salida, los niños abandonaron a sus padres y empezaron a correr sin controlar mucho su ritmo ni medir sus fuerzas. La juventud es muy impetuosa, y aunque en algunos casos sintieron el esfuerzo, en otros llegaron a cruzar completamente frescos bajo el arco situado en Alberite.
Casi tanto como el Alfaro García Ramón cuando se proclamó ganador de la prueba, aunque tras ganar afirmó con humildad que “ninguna victoria es fácil”.
Lo cierto es que siempre se mantuvo en cabeza de carrera. En los primeros metros impuso un ritmo casi sprint por las calles de Villamediana que dieron la primera criba. Cuando abandonó el centro de la localidad, sólo Iván Ganzábal seguía a su lado, mientras que Juan Carrascal ya estaba ‘haciendo la trinchera’ para intentar no perder el impulso desde el principio.
Detrás de ellos se organizó un pequeño grupo que incluía inicialmente a Carlos Velilla, Guillermo García, Javier Ochoa… y un tercero encabezado por Santiago Peso, Diego Marín y Javi Rodríguez.
En mujeres, inicialmente la cabeza de carrera fue para María Ochoa mientras que detrás, a cierta distancia, la seguía Martína Casas, y aún más lejos, Sonia Pérez, pero al igual que en la prueba masculina hubo pocos cambios, las posiciones sí varió en la carrera femenina.
Martina Casas asumió el mando pasado el ecuador de la carrera, de modo que cuando Albelda ya estaba a la vista era ella quien se encontraba en una cómoda primera posición. María Ochoa logró mantenerse en la segunda plaza, pero también hubo cambios detrás, en la tercera plaza que acabó quedando para la veterana riojana más ilustre: Maru Hernáiz, fija en la carrera.
En chicos, Iván Ganzábal -que fue quien más aguantó el ritmo frenético de García Ramón- consiguió el segundo puesto, mientras que el tercer puesto fue para Juan Carrascal que aguantó en una posición intermedia y corrió la mayor parte de la carrera en solitario, bajo un sol -lo que en el último tramo, cuando el cronómetro ya había avanzado y se acercaba el desenlace de la carrera- castigó a los corredores.
Javier Ochoa, Guillermo García o -el deportista albeldense- Carlos Velilla se mantuvieron cerca, pero nunca tuvieron posibilidades reales de subir al podio.
Clasificación
categoría masculina
1. Ignacio García Ramón 35,38
2. Iván Ganzabal 36,45
3. Juan Carrascal 38.03
4. Javier Ochoa 39.08
5. Guillermo García 39,37
6. Carlos Velilla 40.13
7. Diego Marín 42,37
8. Santiago Peso 42,39
9. Javi Rodríguez 44,41
10. Carlos Calleja 45.04
categoría femenina
1. Martina Casas 47,50
2. María Ochoa 51,23
3. Maru Hernáiz 52.09
4. Beatriz Rodríguez 53.11
5. Ruth Íñiguez 54.04
6. Esther Martínez 55,46
7. Sonia Pérez 57,21
8. Ana Alonso 58,18
9. Alegría Vallejo 59.04
10. Ana Caro 59.39
