El Gobierno de Cuba ratificó este sábado el carácter intervencionista de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, interesadas en provocar un estallido social similar al ocurrido el 11 de julio de 2021 con la llamada Operación 11.7.24, y de la Embajada de Washington en La Habana, que lanzó el “Fondo Acélérate para Creadores de Contenidos y Medios Independientes”.
LEA TAMBIÉN:
El fallido golpe blando del 11 de julio
Según medios cubanos, la plataforma contra el terrorismo mediático Razones de Cuba denunció el primer mecanismo desestabilizador, tras una reunión celebrada en la casa del contrarrevolucionario Marcel Felipe. La Operación pretende repetir los disturbios de hace tres años, financiados y promovidos desde EE.UU., y pretende “calentar” las calles durante el verano para cumplir su propósito.
En ese sentido, uno de los objetivos priorizados sería el Sistema Eléctrico Nacional, por su impacto económico y social. Asimismo, tienen la intención de generar sabotajes y consolidar la ofensiva comunicacional.
Además de triplicar el presupuesto destinado a estos fines, las tácticas de Washington incluyen el reclutamiento de criminales para llevar a cabo actos terroristas en el territorio nacional, la manipulación de temas como las relaciones Cuba-Rusia y las sanciones económicas de la Casa Blanca contra el gigante eslavo. . para detener los envíos de combustible y alimentos y agravar la situación en el país caribeño.
Por otra parte, Razones de Cuba también informó sobre otro movimiento contrarrevolucionario, llamado Cuba Primero, creado para preparar acciones violentas contra la Mayor de las Antillas. Entre sus miembros fundadores destaca la figura de Manuel Milanés Pizonero, reconocido por financiar este tipo de organizaciones.
Mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos en Cuba presentó el “Fondo Acélérate para Creadores de Contenidos y Medios Independientes”, utilizando unos 68.800 dólares del presupuesto estadounidense.
La convocatoria tendrá en cuenta proyectos productores de contenidos con “problemas desafiantes” en Cuba, el subsidio a “medios independientes” para la creación de contenidos relevantes y accesibles, así como el desarrollo de aplicaciones móviles que promuevan los valores democráticos y “la fortalecimiento de las redes de creadores de contenidos independientes en Cuba”.
