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En días en que en Colombia se habla de riesgo de apagón, a raíz de la sequía provocada por el Fenómeno infantily de la importancia de las centrales térmicas que hoy sustentan casi la mitad de la demanda energética del país, Se celebró el Congreso de Naturgas que contó con la presencia del presidente para su clausura Gustavo Petro.
Para el presidente, este es un escenario hostil, pues desde que inició su gobierno ha insistido en que no otorgará nuevos contratos de exploración de petróleo o gas, por lo que en sus primeras frases dijo: “No he venido aquí a buscar votos en tiempo.” campaña ni aplausos en tiempos de gobierno, pero a decir verdad”.
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Pero durante toda la intervención Le interesaba que se entendiera su preocupación por el cambio climático y la necesidad de salir de la economía fósil. aunque no mencionó los nuevos contratos.
Ante los cálculos presentados por el gremio sobre lo ridículo que es el impacto de Colombia en las emisiones globales de gases de efecto invernadero, menos del 1%, el presidente aseguró que “No pensamos en que Colombia sea responsable del cambio climático por sus emisiones. El problema lo tenemos en el Amazonas porque deforestación a consecuencia de un negocio ilegal, que es la ganadería, que se está internando en la selva. Lo que tengo en el gobierno es una emergencia climática, como los alcaldes y gobernadores de la pandemia aquí”.
Y él insistió en queEl cambio climático es producto de la codicia, y son los empresarios que se han llenado los bolsillos con la economía extractiva los que no han permitido que se produzca la transición.
“¿Cómo sacrificar ganancias por la vida?” -Preguntó Petro. “He estado en cuatro COP (Cumbre anual de la ONU sobre Cambio Climático), y en todas pasa lo mismo, todas las empresas de la economía extractiva financian las COP, todas con el mismo discurso, que podemos sobrevivir, que podemos enterrar CO2 en la tierra. Pero el desequilibrio ya se desató, lo único que estamos discutiendo ahora es si nuestra decisión de no actuar nos lleva al punto de no retorno”, afirmó el presidente.
Y después de un largo recorrido histórico concluyó con una certeza: “Nuestros hijos van a vivir peor que nosotros, y nuestros nietos van a vivir un drama que la humanidad nunca ha vivido. “La idea de progreso se derrumbó”.
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Ante la insistencia del gremio en que el gas es uno de los combustibles más amigables con el medio ambiente, y que claramente ayuda a la transición energética, ya que muchas veces reemplaza a combustibles como el carbón, la gasolina y el diésel que emiten muchos más gases contaminantes a la atmósfera, advirtió Petro. : “Por supuesto, el gas emite menos, pero se emite, es decir, el problema empeora. Vivimos en una economía fósil y debemos dejar de hacerlo, pero no se logrará en mi gobierno, ni en el próximo, ni en el próximo. Es la derrota de la humanidad por la codicia”.
Y señaló que los países del Norte, que fueron los grandes contaminadores, están dando pasos hacia la reconversión tecnológica hacia economías limpias, y “no podemos quedarnos con lo que siempre hemos tenido, es como quedarse con una azada y ellos con una Tractor con GPS. ”.
Ir hacia la transición
El presidente aseguró que África y América del Sur son las dos grandes regiones con mayor potencial de energías limpias, una oportunidad que hay que aprovechar, porque, además, es un buen negocio, y eso es lo que los invitamos a hacer. “Hay una reforma tributaria que busca incentivar a Colombia a ser la potencia de energía limpia, pero puede resultar ilusoria dadas las realidades políticas del Congreso.”, aclaró.
Si bien el tono del presidente fue conciliador, sus declaraciones contra Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño de un gran conglomerado empresarial al que pertenece Promigas, fueron contundentes.
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“La crisis del Caribe colombiano es que está dependiendo de lo que menos debería depender, el gas importado, cuando tiene sol, viento y agua. Se debería generar energía muy barata en el Caribe colombiano, no es que los generadores quiebren, pero tampoco que ganen todos esos miles de millones. El desarrollo consiste en abaratar la energía”, anotó Petro.
Además, agregó que “yoLa fórmula de la tarifa eléctrica, que no he podido cambiar, es donde fija el precio el más ineficiente, El más eficiente es el agua, el más ineficiente con todos sus beneficios fija el precio. Ese precio lo fija un importador de gas, porque en Colombia se importa gas desde hace muchos años, pero es algo que no se dice”.
Y de hecho, Colombia importa gas para la operación de plantas térmicas, que generan energía a partir de combustibles, a través de plantas de regasificación. Por eso, Petro insistió en que el problema del debate en Colombia es de dónde viene el gas: “Dicen que se pierde soberanía si ese gas viene de Venezuela, por qué no se ha perdido por el gas que viene de otros países. El problema es que el importador no se llama Maduro, sino Luis Carlos Sarmiento Angulo.”.
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En lo que se equivoca el presidente, ya que la importación de gas no la realiza ninguna de las empresas de Sarmiento Angulo, ya que sólo se dedica a la regasificación y transporte de gas. La importación la realiza el grupo térmico, formado por tres grandes generadores de energía.
Y advirtió que estas exportaciones cuestan cuatro veces más que el gas venezolano que podría llegar a Colombia a través del gasoducto Antonio Ricaurte de Pdvsa. “Por eso las ciudades de la costa ya no tienen qué comer para pagar la factura de la luz en la Costa. ¿Por qué no se utiliza la palabra soberanía cuando importamos gasolina o cuando exportamos petróleo? Ése es asunto de tontos. ¿Por qué el vecino es comunista, yo no? Si la otra persona que no es comunista me vende cuatro veces más, “El que pierde es el campesino cordobés”.
Invitación a una mesa
El presidente también explicó que Ecopetrol investigó en el pasado la viabilidad técnica y económica de la producción de hidrógeno azul y gris, no verde, porque de lo contrario el negocio petrolero se marchitaría. Ahora, bajo la administración de Ricardo Roa, se han realizado investigaciones que demuestran que el hidrógeno verde, que no requiere hidrocarburos, se puede producir en La Guajira a 4,7 dólares el kilogramo, precio inferior al que Chile exporta desde la Patagonia. El potencial, según explicó, es de 275.000 toneladas.
Por ello, invitó a los empresarios del sector gasista reunidos en Cartagena a acompañar al gobierno en una mesa de transición energética que permita dilucidar de mejor manera estos temas, para el bien del mundo y del bolsillo de los colombianos.
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