Cinco personas fueron asesinadas el domingo 7 de abril de 2024, en un hecho de violencia ocurrido en San Francisco, localidad del municipio de Toro en el Valle del Cauca, región rural del norte del departamento.
El hecho desencadenó un movimiento de respuesta por parte de las autoridades locales y departamentales, incluyendo la implementación de medidas específicas para proteger a la población y avanzar en las investigaciones para encontrar a los responsables de esta masacre.
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Según revelaciones del coronel Giovanni Cristancho, comandante de la Policía del Valle del Cauca, El asesinato podría interpretarse como un conflicto entre organizaciones criminales que operan en el norte del departamento. Según informes preliminares, los hechos ocurrieron en un establecimiento conocido como El Lavadero, cuando sujetos armados dispararon indiscriminadamente.
Por ello, la Policía Judicial, Dijín y la Dirección de Inteligencia adelantan investigaciones para esclarecer este hecho que, según las primeras hipótesis, podría estar relacionado con enfrentamientos territoriales entre grupos criminales.
Las autoridades, con base en testimonios, informaron que los agresores posiblemente se desplazaban en un vehículo marca Chevrolet y en una motocicleta. A partir de la principal línea de investigación, Se sospecha que el ataque puede estar relacionado con la venganza entre Los Flacos, grupo presuntamente dedicado a la venta de estupefacientes, con influencia en la localidad de Zaragoza, en Cartago, y una facción rival denominada Nueva generación. Este último, bajo la dirección de alias El Zarco (quien es capturado) estaría buscando alianzas con Los de La Firma (con impacto en Toro), ampliando así el espectro de disputa por el control territorial.
Tres personas murieron en el lugar y las otras dos fallecieron mientras eran trasladadas a un centro asistencial. Las víctimas de la masacre fueron identificadas como: Jhon Loaiza Romero, Jair Hernández Ramírez, Daniel Valderrama Jiménez, Duberney Cárdenas Castro y Álvaro de Jesús Vanegas.
Tras el violento hecho, se celebró en Toro un consejo de seguridad para evaluar la situación de orden público en la región y desarrollar estrategias para contrarrestar la violencia desatada por estos enfrentamientos entre bandas.
En respuesta a la masacre, se llevó a cabo una reunión extraordinaria de seguridad, donde se determinaron acciones inmediatas para atender la situación. Entre las decisiones tomadas destacó la llegada al Valle del Cauca del director de la Dirección de Investigación Criminal y de Interpol (Dijín) junto a un equipo especializado para liderar las investigaciones del caso. Por su parte, Ana María Sanclemente, Secretaria de Seguridad del Valle, informó que también se reforzará la presencia y operativos de la Policía Nacional y el Ejército Nacional en la zona afectada para incrementar los niveles de seguridad. Además, se designó un fiscal especializado para que se haga cargo de la investigación de los hechos ocurridos.
En un esfuerzo por controlar y prevenir nuevos actos de violencia, el alcalde del municipio de Toro, Jhon Valencia, anunció la implementación de medidas restrictivas, entre ellas toque de queda para menores a partir de las 20:00 horas y prohibición de hacer parrilladas. en motocicletas. Con estas medidas las autoridades están gestionando la situación en un intento de garantizar la seguridad y el orden público tras el brutal crimen.
Además, La administración local y departamental ofreció una recompensa conjunta de $30.000.000 a quien proporcione información que contribuya a la captura de los involucrados en la reciente masacre. Lo anterior resulta de una suma de esfuerzos entre el Gobierno del Valle del Cauca y la Alcaldía de Toro, que aportaron 20 y 10 millones de pesos, respectivamente.
