Universidades en jaque por altas tasas y recortes

Universidades en jaque por altas tasas y recortes
Universidades en jaque por altas tasas y recortes

Las universidades públicas nacionales ubicadas en la provincia de Buenos Aires comenzaron a recibir facturas de luz con montos que, en la mayoría de los casos, triplican los valores del mes pasado.

El Universidad Nacional de Moreno (UNM) pasó de una factura mensual de 5 millones de pesos a una de 14. En distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se registraron saltos similares: Ciencias Exactas recibió una factura de 14 millones, que también triplica la anterior, mientras que en Humanidades la cantidad final se acerca a los 20 millones.

En el Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) Pasaron de pagar 8 millones a tener que pagar 22. “Mensualmente, no bimestralmente”, aclara su rector y titular del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Carlos Greco. En el caso del Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la comparación que hicieron es interanual. Pasaron de pagar 4.827.120 pesos en el primer bimestre de 2023 a 20.125.103 en el mismo periodo de 2024, con el mismo nivel de consumo.

En el Universidad Nacional de Lanús (UNLa), el aumento fue de 6 millones de pesos a 19 millones. “Lo que aumentó es el servicio y no el consumo, porque tenemos nuestra propia subestación y pagamos un paquete energético, la factura no depende de si nos olvidamos de apagar la luz”, explica el secretario general y jefe de gabinete. Indalecio González Bergez.

González Bergez señala que ““El proyecto de ley es un problema en sí mismo, pero también es un indicio de lo que está por venir, porque hay evoluciones similares en otras áreas”.. “Nosotros, por ejemplo, encendemos las calderas en mayo, para calentarnos, ¿qué va a pasar cuando vengan esas facturas del gas?” él pide.

El jefe de gabinete de la universidad ubicada en el sur de la provincia advierte que el monto anunciado por el Gobierno aún no se ha hecho efectivo y que supondría un aumento de 70 puntos en los fondos destinados a gastos de funcionamiento. “Si todo se triplica o más, ¿cómo se evita el deterioro de la universidad?” Se vuelve a cuestionar sabiendo que la respuesta no será la más esperanzadora.

El proceso de deterioro

Ya antes de la implementación de la tarifa, desde el Consejo Nacional Interuniversitario (CIN) Habían advertido que, con la combinación del presupuesto ampliado para 2023 y la inflación acumulada de más de 200 puntos desde entonces, si la situación no cambia, tendrían que cerrar sus puertas antes de mediados de año.

El decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, Mauricio ErbenExplicó que sólo considerando los medidores de luz de los edificios centrales, en enero se pagaron 4.986.730 pesos por concepto de energía eléctrica y en febrero 14.158.623. “Como enero es feriado comparamos el consumo y en febrero solo aumentamos 4 por ciento en kilovatios, es decir, el costo del servicio casi se triplicó”, dice y advierte que “El único motivo del aumento es la eliminación del subsidio por parte del Estado nacional”.

El análisis de Erben refleja otra preocupación de las autoridades universitarias. Estos proyectos de ley no representan el techo, porque en febrero pasado solo recibieron clases los nuevos ingresantes, por lo que no tuvieron plena actividad. La verdadera dimensión se observará cuando lleguen las facturas correspondientes a marzo, primer mes con consumo real, con las aulas llenas, seguramente la próxima semana.

“Esa factura se pudo pagar, gracias a que el rectorado tenía una porción de fondos especiales, pero no es algo que se pueda hacer repetidas veces, durante todo el año, sino Para pagar la luz hubo que reasignar y renunciar a otras cosas.“, explica Erben.

La similitud entre las facturas que reciben campus completos como los de la UNSAM o la UNM y las facultades de la centenaria UNLP se debe a que, en general, las universidades de más reciente creación tienen todas sus facultades y carreras reunidas en edificios diferentes pero en la misma sede, mientras que en las tradicionales como la UNLP, producto del crecimiento, cada facultad resolvió sus necesidades edilicias de forma diferente.

Al mismo tiempo, y por distintos motivos, existen universidades muy comprometidas con su funcionamiento fuera del territorio bonaerense. Este es el caso de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), que tiene mil kilómetros entre cada una de sus sedes, lo que la obliga a gastar una importante cantidad de combustible. O la Universidad Nacional de las Artes (UNA), ubicada en la ciudad de Buenos Aires, cuyas sedes no son propias y pagan alquileres altísimos por ellas.

El portavoz la picó

Consultado al respecto, en el marco de una de sus habituales ruedas de prensa, el portavoz presidencial, Manuel AdorniComenzó restándole importancia al tema. “No creo que ninguna universidad cierre porque no pueda pagar la electricidad”.dicho.

Es un problema de falta de fondos, que por una factura de luz no van a cerrar las universidades, hay un tema presupuestario para discusión de fondo. si no se aumentan las partidas presupuestarias”, indicó y aseguró que “si se da el caso se discutirá”.

Luego agregó que “los juegos estuvieron congelados durante 2023 y no escuché ninguna queja el año pasado”, y expresó sorpresa porque “todas las quejas vienen del presidente Milei”.

“No va a haber ningún cambio presupuestario por el recibo de la luz, eso no va a pasar”Adorno cerró.

Según un funcionario de larga trayectoria en el ámbito universitario, la factura del suministro eléctrico, en condiciones normales, representa alrededor del 30 por ciento de los costos de operación, que también incluyen gas, seguridad, higiene, seguros, conectividad y otros conceptos, excluyendo salarios docentes y no docentes. “Si esos 30 se triplican quiere decir que el coste total sube cerca de 90, por lo que casi se duplica”, detalla.

Este viejo conocedor del sistema universitario compara este presente con qué pasó durante los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Mauricio Macri. “En esas experiencias te cortaban el flujo para obligarte a protestar y desgastarte, pero el dinero acabó apareciendo”, apunta.

Explica que “el verdadero objetivo, el subyacente, es destruir el poder adquisitivo de los salarios docentes y no docentes, porque el costo político de ello es comparativamente mucho menor que el escándalo de cerrar una universidad”.

De hecho, como señala la fuente, ninguna de las dos empresas conjuntas muestra avances. Por esa razón, el Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) realizó un paro el pasado jueves 4 y 2 Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales (FATUN) rechazó una oferta de un aumento de 12 puntos hace poco más de una semana.

Tras las declaraciones del diputado libertario Alberto Benegas Lynchque pusieron en alerta a todos los sectores de la educación en sus distintos niveles, la Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA) resolvieron convocar a una Marcha Universitaria Federal para el 25 de abril, en defensa de la universidad pública, los salarios docentes, no docentes y de investigación; así como la defensa de las becas, y del boleto educativo.

Pidiendo también la reincorporación de los despedidos al Estado nacional, también se ratificaron las 48 horas de lucha y visibilización del 10 y 11 de abril en todo el país.

 
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