Denuncian prácticas aberrantes en centros de rehabilitación de drogodependientes

Denuncian prácticas aberrantes en centros de rehabilitación de drogodependientes
Denuncian prácticas aberrantes en centros de rehabilitación de drogodependientes

Abusos, torturas y delitos sexuales se habrían cometido dentro de Centros Terapéuticos pertenecientes a la Fundación Creeré Chiledonde los internos en rehabilitación de drogas eran sometidos a prácticas aberrantes que habrían financiado la vida lujosa del dueño de los establecimientos.

Algunos reclusos denuncian que fueron sometidos a tratos inhumanos próximos a la tortura física y psicológica. En varias ocasiones se han visto obligados a pedir dinero en la calle bajo la amenaza de ser castigados si no regresaban a los centros con la cantidad exigida.

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El dinero recaudado habría permitido una vida de lujos al director de la institución, quien hoy también está acusado de cometer delitos sexuales. contra al menos dos reclusos.

¿Cómo surgieron los centros de rehabilitación de la Fundación Creeré?

En un vídeo musical se puede ver Varly Parraque no es cantante, interpretando una canción con Katherine Orellana.

El hombre de 32 años ingresó a una comunidad terapéutica en 2017 para tratar su adicción al alcohol y las drogas. Tras un año de tratamiento, según su propio testimonio, logró controlar su adicción y su vida dio un giro absoluto.

Dentro del establecimiento donde ingresó, Varly no sólo logró curar su adicción, sino que también descubrió que las comunidades terapéuticas Pueden ser un negocio muy rentable y que no están controlados por la autoridad. Así decidió crear una fundación a la que llamó le creeré a chile.

Así, Parra procedió a alquilar un terreno cerca de Talagante e inauguró su primer centro terapéutico. Después de unos años los centros eran cinco y los internos en rehabilitación agregaron casi 100 personas, entre ellas Katherine Orellana, quien dio visibilidad al proyecto de Varly y lo catapultó como una voz autorizada en el tema de rehabilitación de adicciones.

En aquella época, el pago medio mensual en sus centros era $350 mil pesos. El precio incluía alimentación y psicólogo, mientras que el psiquiatra, medicamentos, uniforme, eventos y ceremonias debían pagarse por separado.

Pide dinero en las calles

Aunque los centros prometían en sus vídeos promocionales terapia profesional y ambiente alegre, la cara oculta del negocio era otra, una que incluso podría considerarse un abuso.

Cada día Varly enviaba a decenas de reclusos de sus fundaciones a pedir dinero a las calles. Fueron asignados a distintos puntos de Santiago, de alta circulación de personas. Estas colectas callejeras en el centro se llamaron sorteos y se desarrollaron de lunes a sábado.

Según cuentan, muchos de los reclusos consideraron que pedir dinero en la calle era escandaloso. A pesar de sentirse humillados, continuaron haciéndolo porque querían curarse de su adicción y esta tarea, según cabe suponerera un paso importante.

Los pacientes dicen que durante los primeros dos meses de hospitalización en la comunidad están preparados para salir a pedir dinero. Cada uno tiene la misión de regresar con $30 mil pesos. Para lograr este objetivo, les impartieron un discurso destinado a convencer a los transeúntes, en el que indicaron que el dinero era para financiar ollas comunes y realizar actividades para los niños de los campamentos.

Sin embargo, Claudia, quien ingresó a uno de los centros para poder dejar las drogas, sostuvo que “nunca hicimos una olla común, nunca se vio nada. Lo otro que dijimos fue que les pagábamos a los niños del campamento, que les dábamos cursos para enseñarles a leer, nunca fuimos al campamento“.

Jaime, otro ex pasante de Creeré Chile, dijo que los directivos les dijeron que pedían dinero en la calle para quienes no tenían recursos para pagar la terapia, además de asegurar que era un proceso terapéutico, ya que al tener dinero en sus manos y no Recaer en las drogas o el alcohol era entrenar la fuerza de voluntad y la perseverancia. Por lo tanto, si alguien no regresa al centro con la tarifa requerida, fue sometido a castigos humillantes. Los sentaron en el patio y les tiraron toda clase de comida.

“Agua, huevo, harina a veces. A la piscina, caminando mojado, haciendo puntillas y codos, haciendo estocadas y todo eso por no cumplir con la temática de la rifa”, recordó.

¿Cuál habría sido el destino del dinero?

Claudia calcula que en las rifas que recaudaron alrededor de $900 mil, teniendo en cuenta que en el centro había 30 personas. “Si salíamos a pedir verduras, si salíamos a pedir mercancías, las familias pagaban aparte la mensualidad. ¿Qué se hizo con ese dinero? Ella cuestionó.

Sólo a través de colecciones, algunas $22 millones mensuales. Si a eso le sumamos las mensualidades que pagan los familiares de los internos, estamos hablando de un presupuesto que roza $50 millones. A esto hay que sumarle que los alimentos con los que se preparan las comidas son donaciones que los propios pacientes solicitan una vez por semana en ferias o puerta a puerta.

Íbamos a La Vega y allí ‘recogíamos’ verduras… También teníamos que escondernos porque los guardias te echaban cuando estabas ‘recogiendo’… Cargábamos el camión de otra persona que estaba hospitalizada y llenábamos el camión. Dos, tres, cuatro bolsas de papa, lechuga, tomate, todas las verduras que te puedas imaginar”, explicó Claudia.

En tanto, Jaime indicó que “lo que muchos sí sabemos es que los directores ganan este dinero apuestan en carreras de caballos. “Ellos mismos pidieron a sus compañeros que se lo dejaran a Teletrak, que apostaran por cantidades de $1, $2, $3 millones, y ese dinero claramente era del sorteo”.

Otro aspecto que levantó sospechas fue el coche de alta gama que adquirió Varly Parra, el mismo que utilizó en su videoclip. A esto se suman decenas de excursiones por Sudamérica y el Caribe. Se cree que quizás parte del dinero que el hombre obtiene de los centros terapéuticos esté ahí”.

¿Cómo fueron las terapias?

Los internos aseguran que las terapias no fueron muy diferentes a los castigos que recibían por no llegar con dinero de la calle. Si alguien recayera en el uso o contradijera a un terapeuta, se aplicaron duros castigos.

“Vi cosas que me impactaron desde el primer momento, como supuesta ‘ayuda’, como lo llamaban, que era con gritos, con tirarse a la piscina a la una, dos, tres cuatro, cinco, seis, siete, hasta las ocho de la mañana. A veces nos tiran agua, huevos, harina en la cabeza, salsas de tomate, latas de atún”, explicó Jaime.

Además, aseguró que en los diez meses que permaneció en el centro solo tuvo una consulta por Zoom con un psiquiatra y que visitó al psicólogo solo dos veces.

Claudia afirmó que “lo otro que nos pareció extraño es que todos los terapeutas No eran terapeutas.. “Nadie tenía el título de técnico en drogadicción”.

denuncia de violación

Hace unos días, dos reclusos denunciaron a Varly Parra por presunta violación. Una de las víctimas brindó su testimonio a Mega Investiga vía telefónica. Afirma que desde el primer día el director comenzó a acosarla con el pretexto de que recibiría terapia gratis.

“Hasta que llegó al punto que sí abusó de mí y yo no tenía cómo defenderme, porque yo era becaria, y sí quería cambiar, pero solo el hecho de que me iba a echar del centro por querer hablar salió mal, porque Estaba entre la espada y la pared“No sabía qué hacer”, dijo.

La otra víctima es una joven de 19 años que presenta movilidad reducida a consecuencia de los efectos adversos de un medicamento que tomaba para tratar su adicción.

Varly Parra fue formalizada por dos delitos de violación. Se encuentra en prisión preventiva, pero la investigación sigue abierta.

“Eventualmente puede haber otros casos, eso es algo que necesariamente tiene que ser investigado”, afirmó. paola salcedoFiscal jefe de Talagante.

Extraoficialmente, Mega Investiga ya se enteró que existiría una tercera queja por abuso sexual.

¿Por qué los pacientes no acusaron a sus familiares de lo que estaba pasando?

Sobre por qué no contaron todos los abusos que sufrieron en los centros, Jaime señaló que los responsables les dijeron que “no puedes contarle a tu familia, que aquí el hombre eres tú, que te tienes que poner los pantalones”. Evidentemente, un juego psicológico para que las familias nunca se dieran cuenta. Siempre se dijo que no se podía hablar del tratamiento.“.

Claudio señaló otra razón: “Cuando les contaste a los representantes lo que estaba pasando, ellos ellos no te creen, porque estabas consumiendo y estás ahí por adicción. Entonces piensan que todo lo que les dices es para que puedan salir de allí”.

Cabe señalar que no existe ninguna investigación sobre las acciones que podrían constituir el delito de tortura y que violan los derechos de los internos, porque no hay quejas formales de lo que pasó.

Centros de rehabilitación abandonados

Luego de poner en manos de la autoridad sanitaria la información recabada para este informe, funcionarios de la Seremi de Salud, apoyados por Carabineros, Allanaron principal centro de Creeré Chile. Sin embargo, sus instalaciones se encontraban vacías y con claros signos de haber sido abandonadas inesperadamente.

Además, Mega Investiga constató un segundo centro que también estaba abandonado y hoy el terreno está en alquiler. De todas formas, se logró llegar a un establecimiento recientemente abierto por los mismos terapeutas que trabajaron para Varly Parra. En el recinto, que no tenía ningún permiso para operarHabía unos 30 reclusos en rehabilitación.

“Aplicaron dos medidas sanitarias, una fue la reubicación de pacientes inmediatamente, porque no podían permanecer en ese lugar, porque no tenían condiciones sanitarias ni permisos adecuados, y también la prohibición de nuevos ingresos”, explicó el jefe de salud de la Seremi de Salud. Alejandra Hernández.

Este artículo reporta una proceso judicial en cursopor lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que los organismos pertinentes lo determinen.

 
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