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La Habana- El sector financiero de Cuba es hoy uno de los más impactados por el bloqueo de Estados Unidos, lo que impone mayores desafíos para preservar la estabilidad de la moneda y el funcionamiento de los bancos e instituciones del sistema.
Así lo reveló durante la reunión anual de balance del Banco Central de Cuba (BCC), a la que asistieron el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel y el Primer Ministro Manuel Marrero.
Durante el encuentro también hicieron referencia a las complejidades que impone la injusta inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, así como el escenario internacional.
Marrero destacó el papel del BCC en la implementación y control de las proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reactivar la economía.
Destacó su participación clave en el programa de estabilización macroeconómica y la política monetaria, y en la eliminación de la dualidad cambiaria y el tipo de cambio ilegal, con impacto directo en la inflación y la formación de precios.
El jefe de Gobierno afirmó que se deben buscar incentivos adicionales para estimular los depósitos de efectivo en los bancos del país, mejorar la calidad y prestación de los servicios, asegurar mecanismos de captación de divisas, buscar financiamiento externo y aumentar la apreciación de los riesgos de los ciberataques.
La ministra presidenta del BCC, Juana Lilia Delgado, destacó que una de las metas para 2024 es identificar proyectos que generen ingresos externos y promuevan la mejora del flujo de divisas al país.
La entidad financiera también prevé captar nueva financiación para impulsar la actividad del sector exportador; implementar un nuevo mecanismo para la asignación y gestión de liquidez para todos los actores económicos y recuperar los flujos de remesas.
Añadió que se trabajará en el redimensionamiento del mercado cambiario, dar continuidad a las acciones para ampliar las relaciones internacionales del sistema bancario y financiero cubano y consolidar el proceso de bancarización con la participación del resto de la sociedad.
Otras acciones se centran en estandarizar los sistemas de pagos electrónicos con el uso de todas las plataformas y códigos desplegados a nivel nacional y diseñar otras estrategias para reducir el uso de efectivo en las transacciones.
Respecto al proceso bancario, trascendió que persisten problemas que afectan su implementación, como la resistencia de los proveedores de bienes y servicios a realizar pagos a través de canales de pago electrónico y medidas organizativas y de control inadecuadas.
Autoridades bancarias explicaron que uno de los principales problemas es la obsolescencia de los equipos tecnológicos, incluidos los 800 cajeros automáticos en funcionamiento, de los cuales, en promedio, el 77 por ciento dispensa efectivo.
(Fuente: Prensa Latina)
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