ABREUS, Cienfuegos.- Cada año la cosecha de la papa se convierte en una auténtica fiesta productiva para los vecinos de la comunidad de Horquita, en el principal polo agrícola de la provincia. Se puede decir con total seguridad que nadie escapa a esta efervescencia de espíritu y de trabajo, tanto quienes están directamente vinculados a la colección como quienes permanecen en casa para asegurar la retaguardia. En fin, como solemos decir en buen cubano, hasta el gato…
Con el inicio de la recolección en los campos del Solanum tuberosoel nombre científico del preciado alimento, reviven anécdotas, vivencias e historias personales de tiempos pasados y salen a la luz nombres como el de Alexis Díaz Ortíz, a quien todos llaman simplemente Bijol.
Luego se habla de las hazañas en otras campañas cuando el actual Héroe de la República de Cuba llegó a asombrar a todos aquella vez que envasó 190 sacos de quintal del tubérculo en un solo día en estas mismas propiedades.
Incluso los más veteranos recuerdan tiempos de prosperidad cuando buena parte de las tierras de la Empresa Agrícola Horquita (EAH) estaban dedicadas a cientos de hectáreas de ese cultivo. Fueron buenos años, dicen algunos, pero incluso con todas las dificultades económicas actuales y la escasez de recursos, seguimos cosechando patatas, dicen otros.
Todo parecía indicar que la actual campaña sería la mayor de la última década, incluso Cienfuegos fue la única provincia que conservó la semilla nacional para sembrar las primeras 100 hectáreas, pero el mal tiempo jugó una mala pasada.
Carlos Rafael Sánchez Cabrera, especialista en Agrotecnia de la EAH, explicó que la campaña de siembra y desarrollo vegetativo de las plantaciones fue sumamente difícil, producto de las condiciones climáticas de diciembre y enero. En el último mes del año, las lluvias se volvieron persistentes durante siete días consecutivos, hecho que impidió la siembra, fertilización y posterior fumigación de los campos.
El experto agregó que la pérdida de 40 hectáreas por pudrición de semillas y otras afectaciones al resto de la población vegetal, sumado a que la semilla importada llegó sin el tamaño necesario -con más peso pero menos tubérculos por bolsa- redujo el plan. en 110 ha menos que las 600 inicialmente concebidas.
Sin embargo, el hermoso clima propio de la cosecha de papa ya se vive en estos lares de Horquito. El bautismo, por así decirlo, tuvo lugar en los campos de la unidad empresarial de base Asistencia al Productor Carmelina, donde las máquinas cosechadoras dejaron en la superficie la estera del preciado alimento.
MUJERES Y JÓVENES, PREDOMINANTES EN LOS SURCOS
Atentos a la orden de recoger, un nutrido grupo, compuesto principalmente por fuerzas femeninas, esperaba en la cabecera de los surcos, listos con los jolongos, costales y cualquier otro recipiente adecuado para la faena. La mayoría nunca se había aventurado en este tipo de trabajos agrícolas, pero estaban dispuestos, con el incentivo adicional de poder recibir un pago justo por la tarea.
Entre las chicas que llegaron para la ocasión se encontraba Yohana Ulloa Domínguez, la joven santiaguera que llegó hace apenas seis meses a Horquita en busca de horizontes para su vida. Ella compartió que nunca antes había trabajado en la agricultura y, por supuesto, no recogiendo papas. Al principio pensó que no se iba a adaptar al rigor del campo, pero como hija de la tierra indómita, aquí por fin está demostrando que siempre puede hacerlo.
Por ahora, con los propios trabajadores agrícolas y miembros de los grupos laborales, y los contratados por estas estructuras, así como con los usuarios y trabajadores de las diferentes formas productivas dedicadas a la papa, se cubre la demanda de mano de obra.
Sin embargo, a medida que avance la cosecha, especialmente en las horas punta, se necesitarán más manos. Así, Yuniesky Hernández Cama, director de la Compañía, anunció que a partir de ahora preparan las condiciones para recibir a brigadas juveniles que llegarán aquí desde toda la provincia para apoyar la lucha cuando sea necesario. Están rehabilitando una antigua escuela para los movilizados.
Se estima que al finalizar la cosecha se deben recolectar unas 8.340 toneladas del tubérculo, y se debe lograr un rendimiento promedio entre 18 y 20 toneladas por hectárea, pese a que la planificación inicial fue contratada por diferentes motivos.
Sánchez Cabrera expresó que, según las previsiones y cálculos, las cien hectáreas sembradas con la semilla nacional deberán rendir unas mil 700 toneladas, cifra que permite distribuir cinco libras per cápita a todos los consumidores de la provincia, a través de la venta. regulado en bodegas, plazas y mercados agrícolas. Parte de esa cifra también servirá como semilla para el próximo año, además de garantizar materia prima para la industria y otros destinos de comercialización, afirmó.
Horquita ha mantenido, desde hace mucho tiempo, la tradición en el cultivo de la papa, contando con vasta experiencia de la fuerza especializada en la preparación del suelo, el manejo de las plantaciones y el laboreo de la tierra. Esta vez, detalló el especialista de EAH Agrotecnia, 12 variedades de la semilla importada, provenientes de Francia y Holanda, quedaron bajo tierra, con predominio de las reconocidas Santana y Nayma.
