Creado hace 18 años, a partir de un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson brinda una Excelente formación para profesionales que liderarán el desarrollo de esta industria clave para el país..
Esta institución académica es parte de la ecosistema universitario creado por el CNEA formar especialistas en el campo de la energía nuclear. Sus “gemelos” son Instituto Balseiro, ubicada en San Carlos de Bariloche y asociada a la Universidad Nacional de Cuyo; y el Instituto Jorge Sábatoen el Centro Atómico Constituyente, este último también en la órbita de la UNSAM.
En eso Beninson Se imparte una carrera técnica universitaria, una licenciatura, tres especializaciones y un doctorado. En el caso de la licenciatura, Ingeniería Nuclear orientada a aplicaciones, el ciclo básico inicial, de dos años, se imparte en el campus de la UNSAM; mientras que en Beninson se completa el ciclo superior de tres años.
Para completar el ciclo superior, la CNEA ofrece el monto de becas necesarios –entre ocho y diez por año– para que los estudiantes puedan dedicarse a tiempo completo al estudio. “La capacitación que reciben es única porque el Centro Atómico de Ezeiza cuenta con dos reactores, instalaciones de irradiación de alimentos, centros de investigación en medicina nuclear y un espectro muy amplio de actividades.“, destacó, en diálogo con DEFel director de carrera, el doctor Pablo Vizcaíno.
“Los egresados de Beninson están en condiciones de ser contratados para trabajar en la CNEA, en empresas como Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) e INVAP, o conseguir una beca y hacer un doctorado en el extranjero”, explicó Vizcaíno. “Nuestras cohortes tienen cinco, seis o siete estudiantes”, precisó, al tiempo que aclaró que para graduarse Realizan una tesis que suele insertarse en proyectos de la propia Comisión y de empresas mixtas del sector, como la propia NA-SA o CONUAR..
“Estamos en comunicación permanente con los estudiantes, tenemos un aula virtual y gestionamos visitas para acercarlos al Centro Atómico de Ezeiza, para que conozcan nuestras instalaciones y también se emocionen”, agregó Vizcaíno, quien también funge como representante de CNEA en el directorio de la empresa Combustibles Nucleares Argentinos (CONUAR), empresa de la CNEA y del grupo Pérez Companc.
En este sentido, señaló que los estudiantes entran en contacto con profesionales que actúan en actividades de nicho dentro de la ingeniería nuclear, la medicina nuclear y la metalurgia física -ciencia que estudia las propiedades, estructura y comportamiento de los metales-, entre otras disciplinas. Las definió como “actividades tecnológicas de vanguardia” y expresó su orgullo por los premios que han obtenido estudiantes y egresados de Beninson.
“La tecnología nuclear se ha ido diversificando con el tiempo”, afirmó el director del programa de Energía Nuclear del Instituto. “Hoy no sólo incluye el diseño y construcción de reactores. La radiación también se utiliza en la medicina, en la agricultura, en la industria y también hay aplicaciones en el campo de la geología”.
Si bien reconoce que el panorama actual en Argentina es de incertidumbre por la falta de definiciones del nuevo gobierno sobre el futuro del sector nuclear, Vizcaíno afirmó que hay “oportunidades laborales”. “Estos jóvenes cuentan con una excelente formación, lo que les permite encontrar rápidamente trabajo tanto en Argentina como en el exterior.”, remarcó.
En cuanto a los docentes de educación superior, quienes imparten materias eminentemente técnicas provienen de la propia CNEA, la Autoridad Reguladora Nuclear (ARN) y empresas del sector, como INVAP, NA-SA o CONUAR. “Son especialistas y tienen involucramiento directo en las áreas cuyos conocimientos luego imparten en Beninson, lo cual es un valor agregado importante de nuestra carrera”, destacó Vizcaíno.
Vizcaíno mencionó, con orgullo, la participación de profesionales de la CNEA en procesos de alta complejidad, como el retubamiento de la Central Nuclear Embalse, un indicador de la calidad del recurso humano disponible en el sector nuclear argentino. “Todos los componentes del reactor de Embalse fueron fabricados en la CONUAR; Sólo se compró un insumo importado y se procesó en Argentina”, recordó.
“Todo ello tiene un sentido de amor al país, de pertenencia y de creación de trabajo local, lo que nos permite obtener productos de altísimo valor añadido.“Concluyó Vizcaíno, orgulloso, al tiempo que destacó que Argentina es el país latinoamericano que más ha avanzado en el desarrollo completo del ciclo del combustible nuclear.
En ese sentido, destacó el papel insustituible del Estado en un sector estratégico como el de la energía nuclear, donde lo hecho por el sector público durante las últimas siete décadas le ha permitido a la Argentina ocupar un lugar privilegiado, reconocido mundialmente. . No es casualidad, en este contexto, que el actual director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) sea un compatriota: el diplomático Mariano Grossi.
