Se trata de una propuesta de la Fundación Faro Patagonia, que cuenta con el apoyo de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue y fue declarada de interés provincial por el Ministerio de Salud.
Esta tarde, el Ministro de Salud, Martín Regueiro, presentó el Diplomado “Abordaje integral del espectro autista a lo largo de la vida” junto al Dr. Juan López Luro y la Dra. María de las Mercedes Sarli, directora y codirectora del mismo, y Gastón D’Angelo, vicepresidente de la Fundación Faro Patagonia y coordinador de la subsecretaría de discapacidad y Damián Canelo, secretario de extensión de la Universidad Nacional del Comahue. Esta presentación tuvo lugar en el salón de actos de la cartera provincial de salud, en el Centro Administrativo Ministerial (CAM), jornada en la que también fue declarada de interés provincial mediante la Resolución N° 828/2024.
El Ministro de Salud, quien también funge como asesor académico del diplomado, indicó: “el diplomado es un vínculo entre lo académico, la familia y la salud. Nuestro ministerio tiene que tener un rol diferente, que busque dar una respuesta comunitaria, y apoyar y acompañar desde una perspectiva académica. Este diplomado surge de una demanda comunitaria y de un problema que le pasa a muchas personas. La propuesta que nos hace el gobernador es dar respuestas, entonces la intención es acompañar a la fundación y acompañar a la universidad en una tarea que es el bien común”.
El diploma describe que el autismo es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por la presencia de desafíos en la comunicación social y algunos patrones de intereses y/o comportamientos específicos. Las estadísticas muestran un aumento progresivo de su reconocimiento.
Cabe señalar que este es un problema de gran impacto en la salud debido a su alta prevalencia, los desafíos para la detección temprana y para la detección de las formas de presentación más inusuales, la especificidad de la atención médica que requiere y la necesidad de tratamientos terapéuticos y apoyo. educativo integrado.
Así, el diplomado se proyecta como un espacio novedoso de formación en diferentes aspectos. Entre ellos, la forma en que se propone el abordaje (durante todas las etapas de la vida), el profesorado (diversidad de profesiones, disciplinas y amplia participación de las personas con autismo y sus familias), y el paradigma de anclaje (modelo social que entiende la salud). como la experiencia de vida, con factores sociales, barreras y facilitadores como determinantes).
En este sentido, D’Angelo señaló la necesidad de que “tenemos que pensar en formas de abordar que sean nuevas e ingeniosas para responder” e indicó que “tenemos que tener una perspectiva médica que tiene que ser intervenida desde una perspectiva social”. Piensa que la persona que es diagnosticada con autismo tiene exigencias tanto a nivel de salud como a nivel educativo, laboral y social. Entonces el enfoque tiene que ser multidisciplinario y dar respuesta en cada uno de esos momentos del ciclo vital”.
En relación a la participación de las personas con autismo y sus familias, ya sea como estudiantes o docentes, Sarli destacó: “Un acompañante terapéutico nos está ayudando a hacer la aprobación de las clases, que no solo será la parte visual, sino que la idea es también hacer lo que está escrito. Es cambiar un poco la forma de pensar y eso es lo que queremos ofrecer y también que la persona con autismo pueda mostrarnos qué necesita y cómo realmente poder hablar de accesibilidad”.
A lo que el pediatra y especialista en Desarrollo Infantil, López Luro, agregó: “Las barreras a veces son el conocimiento. La perspectiva social es más justa, más real, más integral y también más equitativa”.
Gran interés comunitario
La propuesta está dirigida a la población en general que esté interesada en adquirir o actualizar sus habilidades, con un enfoque específico en la atención sensible y oportuna a las personas con autismo. Los requisitos exclusivos son ser mayor de 18 años y disponer de un certificado que acredite la finalización de la educación secundaria.
Las plazas para esta primera experiencia, unas 100, ya están ocupadas. Al respecto, Sarli explicó: “Hicimos una preinscripción y la tuvimos que cerrar hace dos semanas”. En esa instancia, cerca de 700 personas registraron su interés en ser parte del espacio de formación, por lo que D’Angelo indicó que “la cantidad de preinscritos también indica un poco la necesidad de propuestas como esta”.
En relación a los preinscritos, cabe destacar que existe una gran diversidad de perfiles: personas con autismo, familiares, docentes, personal sanitario de diferentes áreas, terapeutas y estudiantes.
El diploma tendrá una duración de seis meses, con un total de 150 horas de instrucción. El programa cuenta con seis módulos y cada uno de ellos tendrá una instancia presencial, que se complementará con materiales accesibles en el entorno virtual de aprendizaje. La evaluación final será presencial y consistirá en un examen basado en la resolución grupal de una situación práctica. Se espera que para una segunda cohorte la modalidad tenga la opción de dictado virtual.
