Maradona y Braceli juntos, es un esfuerzo

Maradona y Braceli juntos, es un esfuerzo
Maradona y Braceli juntos, es un esfuerzo

“Aquellos que esperan revelaciones secretas, complacencia, hallazgos biográficos, exactitud estrictamente documental sobre el personaje principal, no lo encontrarán en este libro. Es inútil, no lo busquéis: sería como ir a comprar verduras a una farmacia. Aquí encontrarás una serie de historias inspiradas –muy libremente– en un personaje idolatrado a nivel nacional y global. Todo ello contado desde la frecuencia del delirio, precisamente, una de las pocas formas de, por así decirlo, empatizar con aquello que, oscilando entre el desamparo y el estupor. , nombramos como nuestra ‘realidad’”. La advertencia la da el escritor y periodista Rodolfo Braceli en su reciente libro Érase una vez Maradona – Ser el inhumano que es Diego (Ediciones Al Arco).

Si algo le faltaba a Diego era que Braceli le dedicara un libro. Que una editorial deportiva como Al Arco, que ya cuenta con veinte años de historia y una enorme cantidad de títulos de calidad, apueste por este material es un gran objetivo. La trayectoria poética de Braceli puede juzgarse no sólo en sus libros de poesía, sino también en los ensayos y biografías que ha publicado desde que llegó de su Mendoza natal. A sus 83 años, Braceli sigue disfrutando y disfrutando de sus escritos. Por no hablar de sus entrevistas. Ha entrevistado a los personajes que marcaron a la Argentina desde los años sesenta hasta la actualidad. Para bien o para mal, están Susana Giménez, Carlos Monzón, Alberto Olmedo, Carlos Bilardo, César Luis Menotti, Fito Páez y hasta Aldo Rico. Se ha subido al ring para intentar golpear a Nicolino Locche y ha sido copiloto de Juan Manuel Fangio para comprobar con sus propios ojos cómo el hombre que corría en las pistas conseguía conducir en la ciudad. E incluso se sentó con García Márquez en su casa de Colombia sin saber qué preguntarle pero, al final, le dio un gran informe.

También biografió a Julio Bocca y nos regaló una inolvidable biografía de su admirada Mercedes Sosa (Mercedes Sosa-La Negra). Y ahora, Maradona.

La portada del libro de Braceli.

Nos habla de la madre de Diego, de la pobreza de la familia Maradona en Fiorito y de un Dios que, desde el Cielo, se enoja porque abajo en la Tierra hay un niño que juega a la pelota y llama tanto la atención que le da envidia. Reúne, para privilegio de sus lectores, a Diego con Charly García: “Maradona levanta el temblor de Charly, lo abraza como a un padre materno. Le habla al oído con un susurro que puedo oír. Puedo seguir anotando en mi pequeña libreta. Todavía estoy dentro del sueño…”, escribe Braceli. Y unas líneas antes: “Hermanito: de dónde sacan tus rodillas la fuerza para soportar tu bigote y explícame de dónde sacan mis rodillas la fuerza para soportar mi desolación”. Y unas líneas más adelante: “Charly: no nos podemos quejar. En este ratito de la vida nos hemos dado un par de caprichos. Es lógico que las damas adineradas y los señores almidonados nos odien a muerte: cometimos, cobarde, la imprudencia de soltar las palabras, le hicimos la zancadilla al azar, tapamos los semáforos, metimos el dedo en el lagrimal del comisionado, les dimos una patada en el trasero a los recaudadores de Dios en la Tierra en los días pares y también en los impares. Tocamos el asno de la muerte, y a la madre que lo parió, la madre de la muerte. Pero esto no es todo: se nos dio el único mandamiento humanamente necesario: sea lo que sea, estará con nosotros hasta las últimas consecuencias. “.

Braceli va y viene con y sobre Maradona. Lo lleva al pobre cuarto donde dormía Oreste Omar Corbatta en el estadio de Racing, en los años 80, cuando el club estaba mal y el ídolo peor. Luego Braceli le concedió una formidable entrevista, a la vez emotiva y humana, sin caer en el golpe bajo. Informe obligatorio para quienes quieran ejercer el periodismo. En Érase una vez MaradonaBraceli revive esa charla, que se puede encontrar íntegra en su libro de fútbol por excelencia: somos futbol. Si no lo has leído, búscalo ahora mismo. En somos futbol Braceli se adelanta a todos los autores que vinieron después para contarnos cómo el fútbol nos refleja como sociedad y como individuos. Lo hace a través de ensayos, historias y entrevistas. Nos inventa una historia en la que secuestran al árbitro del partido de despedida de Ricardo Bochini solo para que el Bocha tarde un poco más en retirarse. En somos futbol Se leen entrevistas a Hugo Gatti y cuentos protagonizados por Omar Labruna. Allí están sus charlas con Carlos Bilardo y César Luis Menotti. Está, por supuesto, Maradona.

De regreso Érase una vez Maradona, el cuento “¿Adónde vas papá?” No te lo puedes perder, en la que un hombre no cree que sea cierto que Diego ha muerto. Entonces, para demostrarlo, cruza el conurbano sin un centavo en el bolsillo para llegar a la Casa Rosada, donde supuestamente se vigila a Maradona, y comprobar personalmente el suceso. Argentina en estado puro.

Quizás la frase que mejor resume lo que tenemos ante nosotros cuando leemos Érase una vez Maradona no de Braceli sino de su colega Ariel Scher, quien escribe en el prólogo: “Sepa pedir disculpas una última vez, pero con Braceli y Maradona juntos es difícil”.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Presentación del libro ‘Juegos Olímpicos y Paralímpicos de la Comunitat de l’Esport’ – .
NEXT todas las criaturas mágicas que ni siquiera sabías que existían (en libros, por supuesto) – .