El Gobierno derogó una norma “ambiental” que dificultaba la importación de libros

El Gobierno derogó una norma “ambiental” que dificultaba la importación de libros
El Gobierno derogó una norma “ambiental” que dificultaba la importación de libros

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La Secretaría de Industria y Comercio, que depende del Ministerio de Economía de la Nación y que encabeza Pablo Lavigne, derogó la resolución 453/685 que prohibía el uso de tintas con metales pesados, conocida como “ley de tintas”, lo que obligó importadores de más de mil ejemplares para realizar una serie de trámites, entre otros, enviar un libro a un laboratorio para examinar si la tinta utilizada era nociva para la salud. Los importadores de menos de mil ejemplares debían realizar otros trámites burocráticos, incluida la presentación de una declaración jurada.

La propuesta inicial había sido ideada por el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien implementó la medida en 2010; Según algunos, el objetivo del funcionario era evitar la “fuga” de dólares más que proteger a los lectores de tintas con “efectos cancerígenos”. En 2016, el Gobierno de Cambiemos (cuando Miguel Braun era secretario de Comercio) derogó esa restricción y, en 2020, el Gobierno del Frente de Todos (con Paula Español como secretaria del área) restableció la “trampa” a los libros extranjeros. A pesar de los temores de los ex funcionarios kirchneristas, nunca se encontró plomo en tinta en los libros.

Al difundirse la medida del Gobierno, el presidente de la Federación de la Industria Gráfica Argentina (Faiga), Juan Carlos Sacco, publicó un comunicado en el sitio web de la federación sobre el retiro de la Norma Técnica Ambiental, “nos tomó mucho tiempo y trabajo ponerla en vigencia; y que hoy, después de quince años, con un nuevo Gobierno se ha decidido sacarlo”, se lee en el mensaje. La Resolución 108/2024 fue publicada el día 4 de este mes en el Boletín Oficial.

Sacco anticipó que Faiga recurriría a la Justicia “porque estamos convencidos de que estas herramientas son las que se utilizan en el mundo desarrollado para regular el comercio internacional; y no es un mero régimen proteccionista, sino comerciar con las mismas reglas del juego – consideró -. Es por eso que, si bien el Secretario de Industria y Comercio coincide con los elementos que brindamos, demostrando que este estándar de cuidado ambiental es similar a los vigentes en países a los que el actual presidente Milei quiere que seamos similares y con los cuales comencemos. negociaciones comerciales”.

Y concluye: “Sin embargo, nuevas figuras en el equipo del presidente lo han convencido de eliminar cerca de 3.200 normas y estándares., para que la libertad de vivir, comerciar, importar y exportar sea totalmente libre, sin ningún requisito que pueda obstaculizarla”. Desde Faiga atribuyen la medida al asesor presidencial Federico Sturzenegger, el “príncipe de la desregulación económica”.

Cadenas de librerías, como Yenny, Cúspide y La Boutique del Libro, podrán importar títulos sin mayores restriccionessilvana colombo

El Ministerio de Comercio e Industria confirmó que éste y otros “reglamentos técnicos” habían sido derogados con el objetivo de “simplificar el comercio” y eliminar “obstáculos burocráticos en la comercialización y suministro de productos”. “La industria editorial ya no trabaja con este tipo de tinta”, señalaron. El mercado del libro español no cuenta con una regulación similar a la que acaba de derogarse en Argentina; Tampoco se aplica ninguna similar en los países latinoamericanos.

Las imprentas locales están entre las más afectadas por la resolución 108/2024, dado que a partir de ahora las grandes y medianas editoriales podrán imprimir libros en el extranjero e importarlos sin pasar por laboratorios. Al mismo tiempo, sus títulos y los de las pequeñas y medianas editoriales (obligadas a imprimir en el país) tendrán que competir con los libros importados, que actualmente son más baratos que los nacionales. Debido al aumento constante (y por encima de la tasa de inflación) del precio del papel en Argentina, los libros argentinos se encuentran entre los más caros en dólares de América Latina.

Entre los favorecidos por la medida, además de los importadores de libros y los grandes grupos editoriales (siempre que impriman grandes volúmenes de ejemplares para amortizar los costes de transporte), se incluyen las cadenas de librerías, que también podrán importar libros, ahorrando tiempo, dinero. y trámites burocráticos.

Desde la Cámara Argentina del Libro indicaron que el Gobierno podría fortalecer la competitividad de las imprentas argentinas y analizar todos los costos del sector editorial. Pusieron como ejemplos la recuperación del IVA en la compra de papel y la reducción de los costos de los servicios públicos, que este año aumentaron significativamente.

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