La epopeya de los libros en Antioquia – .

La epopeya de los libros en Antioquia – .
La epopeya de los libros en Antioquia – .

En tiempos como estos en los que algunos políticos parecen estar convencidos de que patear a los empresarios y culparlos de todos los males es rentable, de repente hay una noticia que hace que valga la pena detenerse en el camino para recalcar que los empresarios de este país no sólo tenemos que Les agradecemos lo que siempre hacen –crear empleo, garantizar ingresos a cientos de miles de familias y pagar impuestos para que el Estado funcione–, pero también merecen, de vez en cuando, que, como lo hacemos ahora, se pongan de pie y aplaudan el 20 años de una de las obras de responsabilidad social más hermosas de Antioquia.

Estamos hablando de la Fundación Secretos para Contar, un programa que ha hecho tanto o más que el Ministerio de Educación o la Secretaría para promover la lectura y especialmente la comprensión lectora entre familias que viven en la llamada ruralidad dispersa en Antioquia. .

Lo que ha hecho “Secrets” bien podría catalogarse como una epopeya. Como las que solían emprender los pioneros de la colonización antioqueña, esta vez, la gran epopeya del libro y la lectura. Durante estos 20 años han recorrido el departamento, palmo a palmo, para llevar a cada una de las familias de todos y cada uno de los 4.200 pueblos del departamento el don y la magia del conocimiento.

Y no lo han hecho una sola vez, desde 2004, Secretos para Contar ha recorrido nueve veces toda la superficie de Antioquia para entregar en sus propias manos a cada familia su paquete de libros y de esta manera han ayudado a 210.000 familias campesinas a construir su Biblioteca propia con 27 títulos que abarcan temas desde su uso práctico como plantas medicinales, consejos agrícolas o una guía para la salud, pasando por ideas sobre cómo resolver conflictos, hasta cuentos e historias sobre la tierra.

La logística es monumental: los jóvenes facilitadores de lectura pasan dos años visitando las 4.200 escuelas (hay una por aldea), a una de ellas, en Urrao, les toma tres días llegar desde que salen del pueblo. Cada año y medio inician una nueva ronda y toman, escuela por escuela, los tres nuevos libros que publican y los entregan a cada familia. Los libros “Secretos” se han vuelto tan queridos y tan famosos en la Antioquía profunda que incluso aquellos que no tienen hijos en la escuela van al acto de entrega y suplican porque no quieren que su colección quede “incompleta”.

Han medido el impacto en estos 20 años. Calculan que el hábito de lectura aumentó del 24% al 78% entre diario y semanal y la acogida es tal que cuando preguntan a los campesinos de Antioquia qué libros recuerdan más, aparecen 19 de la colección Secretos para Contar. entre los 25 primeros: ‘Del campo a la mesa’, ‘Con los pelos de punta’ y ‘Los secretos del huerto’ compiten por los primeros puestos con la Biblia y con Nacho Lee.

No es el libro por el libro. Están elaborados por los mejores expertos en cada materia. Las ilustraciones están encargadas a diseñadores dedicados. El papel y la tipografía son de gran calidad. Antes de distribuirlos, ofrecen talleres a los 12.000 profesores rurales para orientarles sobre cuál sería el mejor uso de los textos. Con ellos envían a cada familia una invitación sellada para asistir a la fiesta de entrega de libros en su barrio. Allí convocan a promociones de lectura, en las que se reúnen en el pasto, en medio del silencio de la montaña, para leer en voz alta y hablar sobre lo leído. Ni siquiera los asistentes al Hay Festival hubieran imaginado 4.200 escenarios tan espectaculares como estos para celebrar los libros y las palabras.

También reparten vasos para quienes tienen dificultades para leer de cerca, diccionarios para no perderse en palabras extrañas y también juegan al trueque de semillas entre los caminos. En todos los sentidos, una belleza de programa.

La maestra de una escuela de Ituango lo explicó mejor a EL COLOMBIANO: “La escena que me parece más linda es la del campesino que, después de las reuniones, se sube a su mula con un libro bajo el brazo. Allí lleva su pasaporte, porque los libros le muestran que el planeta no es sólo el lugar donde ellos viven. La lectura los hace habitantes del mundo, ha ayudado al campo a saber que no estamos solos”.

Precisamente a estos lugares extremos a los que Gustavo Petro insiste en sus discursos que quiere llevar un médico, llegó hace un tiempo a Antioquia la Fundación Secretos para Contar, apoyada por empresarios, para llevar conocimiento, cariño, oportunidades, magia, en una biblioteca. .

 
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