Yara Nakahanda Monteiro: “No hay libertad sin la participación de las mujeres”

Yara Nakahanda Monteiro: “No hay libertad sin la participación de las mujeres”
Yara Nakahanda Monteiro: “No hay libertad sin la participación de las mujeres”

“Mi primer recuerdo es un árbol; el segundo, una ola. Sin sombra, vuelo entre las raíces que sostienen el fondo del mar. No existo antes de ese momento, ni existo más allá de él. “Son imágenes que irrumpen en mis ensoñaciones y me espantan el sueño”, recuerda Vitória Queiroz da Fonseca – hija de Rosa Chitula, una mujer que amó Angola y luchó por ella -, que regresa a su país natal para encontrarse con su madre. así comienza esa chica genial, primera gran novela de Yara Nakahanda Monteiroquien nació en Huambo (Angola) y dos años después se mudó a Portugal. El escritor luso-angoleño llegó a Buenos Aires para participar del 48ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que tiene a Lisboa como ciudad invitada de honor.

“Soy tataranieta de la esclavitud, bisnieta del mestizaje, nieta de la independencia e hija de la diáspora”., se presenta la escritora en su cuenta de Instagram. Como reza el epígrafe de su novela, publicada en portugués en 2018 y en español por la editorial mexicana Elefanta en 2023, por la que fue nominada al Premio Literario de Dublín en 2023, la escritora podría suscribir lo que dijo el novelista y poeta portugués Miguel Torga. propuesto. en su Diario: “El destino exageró conmigo. Estaba confundido por la condición. Él me plantó aquí y me desarraigó de aquí. Y las raíces nunca me sostuvieron bien en ninguna tierra”. La mirada es el órgano de la curiosidad. Yara mira cada objeto vivo como si fueran criaturas recién nacidas. Aunque tuvo un largo vuelo de Lisboa a Buenos Aires, con escala en San Pablo, sonríe como si la imaginación humana anidara en sus labios.

“En la novela hay una posición política, la encarnación de dos historias: “la historia nacional con la historia de Angola, que está muy presente en mis escritos porque habla de mi ascendencia materna”el escritor le revela Pagina 12. “Me perturban los silencios de la historia nacional y también los silencios de mi propia familia, que siempre he tratado de explorar mapeando al artista que soy, investigando a mis antepasados. Llegamos a Portugal como refugiados. Cuando era pequeña, mi familia hablaba de Angola como paraíso, como utopía, como felicidad. Cuando regresé a Angola, en 2005, me enfrenté a otra realidad: no reconocía mi tierra y mi tierra no me acogía. Esta experiencia fue la semilla para escribir la historia de Vitória, esa joven que decide regresar a buscar a su madre, una guerrillera independentista. La guerra siempre ha estado muy presente en mi vida, no sólo por los desafíos y conflictos que trae consigo, sino también por la dificultad de reconciliarme con lo perdido”.

Un excombatiente de la guerra colonial, abuelo del protagonista de la novela, pregunta: “¿Qué verdad quieres? ¿La verdad de tus abuelos, mi verdad, la de tu madre? Monteiro (Huambo, 1979) observa que estas preguntas podrían extenderse a todas las historias, incluso a la íntima. En esa chica genial, una novela de mujeres angoleñas que se estudia en universidades de todo el mundo, intentó apelar a una diversidad de voces narrativas “para reflejar la idea de que la historia no me pertenece, pero puedo contarla en primera persona, porque al final al mismo tiempo es mío”. El autor de Recuerdos, apariencias y arritmias (2021) –libro aún no traducido al español con el que ganó el Premio Literario Glória de Sant’Anna al mejor libro de poesía en 2022– está construyendo una narrativa que orbita en torno a experiencias afrodiaspóricas y femeninas. “La guerra convierte a las personas en monstruos. Como en toda historia, hay varias perspectivas, varias posiciones, incluso políticas. En mi familia tengo al opresor y al oprimido en esta división política procolonialismo y anticolonialismo. Y eso es exactamente lo que quiero ver con la cuestión de la verdad y con esta novela; Muchas veces lo importante no es encontrar las respuestas a las preguntas, sino plantear las preguntas que nos puedan llevar a la reconciliación nacional y personal”.

La madre del protagonista de esa chica genial Estuvo desaparecida durante más de quince años y cuando reapareció fue para entregar a Vitória, que en ese momento tenía dos años, a sus abuelos. “La mujer angoleña es una luchadora; “Son mujeres, madres y viudas de la posguerra que llevaban niños y agua”., repasa el protagonismo de las grandes mujeres olvidadas tanto en las historias bélicas como emancipadoras. “Cuando escribía la novela también pensé en desmitificar la maternidad, porque a las mujeres se nos educa para casarnos, tener hijos, ser cuidadoras, pero nunca cazadoras, como si sólo tuviéramos nuestro lugar en el mundo en casa, nunca fuera. En la novela quería mostrar que hubo mujeres que lucharon en la Independencia de Angola, y que antepusieron su lucha política a la familiar”, explica Monteiro las principales coordenadas de una trama cincelada también con mucho humor. “El humor es una herramienta de supervivencia; No podría haber escrito la novela sin humor”, confiesa el escritor que utiliza algunas palabras en kimbundu, “mi lengua original, una lengua que me ha sido negada y que no hablo, pero que en una especie de activismo lingüístico aparece como una marca de identidad en lo que escribo”.

-¿Por qué no se ha contabilizado el papel desempeñado por las mujeres que lucharon por la independencia de Angola?

-La historia de las mujeres combatientes no se ha contado por culpa del patriarcado. También hubo mujeres combatientes en la Segunda Guerra Mundial y sus voces fueron silenciadas. En Angola y Portugal muchas mujeres lucharon contra el fascismo; Pero sólo conocemos a las capitanas de la revolución del 25 de abril (1974), la Revolución de los Claveles, pero poco se sabe de la resistencia feminista. En la posguerra fueron los generales quienes tuvieron el mayor reconocimiento político. Intenté rescatar las voces silenciadas de las mujeres. Las mujeres tenían que luchar no sólo contra el enemigo, un enemigo que era muy agresivo, sino también contra el patriarcado. Tuvieron que luchar muchas veces con armas en el brazo; No eran simples auxiliares del ejército, eran combatientes. No hay libertad sin resistencia femenina, sin participación de las mujeres.

*Yara Nakahanda Monteiro participará este sábado a las 15 en la mesa “Modelos de expresión artística”, junto a la escritora argentina Ana Wajszcuk, moderada por Fabiana Scherer, en el stand 1809 de Lisboa, en el Pabellón Amarillo.

 
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