Esperados y “desconcertantes”, algunos de los libros cubanos publicados en abril

Esperados y “desconcertantes”, algunos de los libros cubanos publicados en abril
Esperados y “desconcertantes”, algunos de los libros cubanos publicados en abril

Salamanca/Abre un matrioska Es un ejercicio vertiginoso. Muñecos infinitos y huecos, cada casa cubana solía tener uno, inaccesibles a los niños y fáciles de romper si no se abren con cuidado. Antes de jugar con ellos era necesario soportar una lista de advertencias y reconocer que se estaba entrando en territorio de ruptura. juega con uno matrioska Estaba jugando con fuego.

Con la capacidad de un celebridad –¿Quién no lee sus meditaciones en Facebook?– Jorge Ferrer lleva meses preparando a los lectores para afrontar su libro de muñecas rusas. Esta semana llega por fin a las librerías Entre Rusia y Cuba (Ladera Norte), que promete ir “contra la memoria y el olvido”, pasar factura a los demonios familiares, y cuenta –vermú en mano y con mucha tranquilidad– de un susto.

Cuando Ferrer tomó un avión a Cuba “para escribir”, muchos de sus amigos criticaron su regreso. El viaje fue poco turístico y mucho dantesco, pero no se entendió. La polémica se prolongó durante varios días, mientras él registraba su viaje, sus alegrías, sus reencuentros y su horror. La conclusión de Ferrer se ha convertido en su credo apostólico: “De entre las muchas herramientas que necesita todo aquel que visita una dictadura con intención de escribir sobre ella o simplemente pasar unos días observándola, sólo hay una imprescindible: el billete. atrás”.

Jorge Ferrer lleva meses preparando a los lectores para afrontar su libro de muñecas rusas

Otro libro que se presenta como “desconcertante”, según sus editores, es el estudio sobre Virgilio Piñera que acaban de publicar en Verbum los académicos Armando Valdés-Zamora y Gersende Camenen. Noticias para Ulises aborda la obra completa del autor de Electra Garrigo y medita sobre las contradicciones que marcaron su vida.

Virgilio, no como “poeta menor de la antología”, sino como maestro de generaciones, es quien ambos autores se proponen reconstruir. Además, la investigación sigue la pista de otras facetas suyas, menos estudiadas, como su obra escrita Lunes de revoluciónsu correspondencia con Severo Sarduy y su influencia en autores como Abilio Estévez, a quien Valdés-Zamora y Camenen entrevistan.

En la literatura cubana no hay hombre delgado sin su gordo. Linkgua –a cuyo trabajo con los clásicos y la inteligencia artificial este diario dedicó una entrevista– publica el poemario Aventuras sigilosasque editó José Lezama Lima en 1945. Con este texto, al igual que con La era doradade José Martí, que también se encuentra entre las novedades de abril de esta editorial, se pueden realizar lecturas digitales creativas a través de un robot de chat.

El índice ‘Alterna’, admite su editor, es “una declaración de principios e intenciones”

rialta dedicado al cierre de mariel, la revista de literatura y arte publicada por los exiliados cubanos tras la famosa estampida de 1980, uno de sus “archivos”. Cinco años de existencia y ocho números publicados llegaron a su fin tras el cisma de sus editores, denunciado por el El Heraldo de Miami en una serie de artículos.

El dossier, elaborado en colaboración con la Colección Patrimonio Cubano, incluye documentos para dimensionar mejor la polémica y acercarse a las personalidades de Reinaldo Arenas, Juan Abreu, René Cifuentes, Marcia Morgado y Roberto Valero. “Consideramos que se han cumplido gran parte de los objetivos iniciales de nuestra publicación y se ha demostrado que en el exilio se puede crear una revista literaria y dinámica”, fue la despedida de los editores. “Creemos que con esto hemos contribuido modestamente a modificar la imagen errónea que el castrismo quería proyectar sobre los refugiados que llegaron a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel”.

Otra revista, nacida también de los roces con la historia, acaba de ver la luz este mes. Es sobre Palanca, editado por la Asamblea de Realizadores Cubanos con el director Fernando Pérez en su primera portada. La Asamblea, nace de un debate con las autoridades culturales de la Isla por la transmisión no autorizada del documental por parte de su director La Habana de Fitoreúne en sus filas a artistas de muy distintos signos ideológicos.

El primer número de Palanca, disponible para descarga gratuita en un portal digital oficial, y con obras de figuras como Julio César Guanche, Gustavo Arcos o Luis Alberto García. El índice, admite su editor, Esteban Insausti, es “una declaración de principios e intenciones”. Con un largo camino por recorrer, la publicación ya ha dejado un reguero de aplausos y recelos. Para sus integrantes es un paso hacia la libertad de la cultura cubana. Para sus detractores, Palanca se esconde – como un matrioska de papel: la mano del régimen.

 
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