Joël Dicker, una bestia del thriller

De la nada al top del ‘best seller’. Ese es el viaje que ha emprendido en la última década Joël Dicker (Ginebra, 1985), el penúltimo niño mimado de la literatura de intriga. Ha vendido 22 millones de libros y quiere seguir aumentando sus asombrosas cifras con ‘Un animal salvaje’ (Alfaguara). Se trata de un ‘thriller’ con mecánica de reloj suizo en el que el escritor juega con el ‘tempo’ y el ritmo en una trama sinuosa y llena de secretos, mentiras, pasiones y trampas para el lector. Lo presenta como una inquietante cuenta atrás para un atraco que dura siete minutos y se desarrolla en 446 páginas.

Dicker hace escala en España en la gira de lanzamiento de su octava novela. Como en todos los anteriores, afirma haberlo escrito “sin plan previo”. No quiere que la gente piense que la ausencia de planificación es una virtud o algo extraordinario. No va demasiado lejos y asegura que “no tener un plan es parte del placer de escribir”.

Cinco son los personajes principales de ‘Un animal salvaje’, todos ellos relacionados con el robo de una lujosa joyería en Ginebra, minuciosamente planificado para ejecutarse en 420 segundos. Todos luchan en una telaraña que se estrecha en torno a la planificación y ejecución del atraco en el que convergerán buenos y malos.

Un secreto celosamente guardado, como siempre en sus novelas, vuelve a ser el alma de la historia y el motor de esta ficción. “Todos tenemos secretos, cualquier ser humano los tiene”, reconoce Dicker para quien “la literatura es revelar secretos; generar esa resonancia que hace que el lector se cuestione sus propios secretos.

Aborda otro “gran tema”, las apariencias, las máscaras sociales y la delgada línea entre la vida pública y privada en la que se mueve el acomodado matrimonio Braun, sobre la que construyen una compleja maquinaria narrativa en la que cabe otra pareja. , el liegeano, y un quinto personaje, ‘La Fiera’, un mago del crimen romántico que encenderá la llama para que la historia explote.


Portada de la nueva novela de Dicker.

Alfaguara

Los Braun, Sophie y Arpad, viven en una suntuosa casa de cristal en un elegante barrio de las afueras de Ginebra. Sus vecinos Greg y Karine viven en una modesta casa adosada que no encaja en ese entorno lujoso y paradisíaco. “Sus dos escenarios están en conflicto y expresan la tensión de clases sociales que existe en la novela”, afirma el autor de una ficción en la que nada es lo que parece.

Es la segunda novela que está ambientada en su Ginebra natal. «La ciudad es un personaje más. Se piensa que es una de las capitales del mundo, como Londres o París, pero sólo tiene 300.000 habitantes», apunta.

el poder de la imaginación

A diferencia de tantos autores de intriga que hablan e interactúan con policías, forenses e incluso criminales, Dicker no está anclado en la realidad y cifra todo en su poderosa imaginación. «No he hablado con la policía para conocer más sobre las técnicas de investigación de un robo. “No me interesa”, dice sin una pizca de petulancia o superioridad.

«Me interesa la intriga. “No es una novela estrictamente policial”, afirma. «La realidad puede ser inspiradora, aunque la ficción puede generar realidad. Si algo debe quedar muy claro es que una novela es ficción, una invención. Un ejercicio de libertad que tiene algo de salvaje.

Narrar es para Dicker un acto de “liberación y rebelión que nace de la naturalidad, del instinto”, afirma este animal de thriller. “La literatura es uno de los grandes espacios de libertad”, reitera, “y debemos ser conscientes de que es algo muy valioso que hay que defender”, afirma.

“Escribir es un acto de liberación y rebelión que nace de la naturalidad, del instinto”, afirma el infalible fabricante de ‘best sellers’

Con ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’ (2013) Dicker se puso manos a la obra y subió a la cima de una ola de éxitos de la que nunca ha bajado. Fue un fenómeno global que explotó en la trilogía protagonizada por el personaje de Marcus Goldman con ‘El libro de Baltimore’ (2016) y ‘El caso Alaska Sanders’ (2022). Se repetiría, a menor escala, con ‘La desaparición de Stephanie Mailer’ (2018) y ‘El enigma de la habitación 622’ (2020), en una década de la que le cuesta hacer balance y que para él” Más vertiginoso que prodigioso”. ».

El escritor Joël Dicker en la sede de su editorial española.

El escritor Joël Dicker en la sede de su editorial española.

J.P. Gandul / EFE

Asegura, sin embargo, que no puede enunciar la ‘fórmula Dicker’ que le ha funcionado hasta ahora y que garantiza que los lectores devoren sus novelas. “Alguien dijo que hay tres reglas para hacer una novela de éxito, pero nadie las conoce”, ironiza.

Ha triunfado antes de cumplir los cuarenta, pero es consciente de que el viento puede que ya no le sea tan favorable. No siente presión. “Por suerte he conseguido muy buenos éxitos”, confiesa. Empresario y editor además de escritor, cree en el futuro de la novela y para agradecer al lector su fidelidad promete “trabajar duro para llevarlos a lugares y lugares a los que quizás no irían solos”.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Conozca la programación de la Fiesta del Libro y la Cultura 2024 – .
NEXT Escritura, lectura, periodismo y la tiranía de los clics en la mirada de Leila Guerriero.