Casi el 60 por ciento de la población israelí ha mostrado su apoyo a la oferta de alto el fuego presentada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que incluye el cese de los ataques a cambio de la liberación de los rehenes secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) durante los ataques del 7 de octubre contra Israel. Una encuesta del Instituto de Política del Pueblo Judío muestra que alrededor del 60 por ciento está dispuesto a “aceptar” este plan, que también incluye la entrega de los cuerpos de los rehenes y la liberación de los prisioneros palestinos. La propuesta de Biden, sin embargo, se basa en las últimas concesiones hechas por las autoridades israelíes, aunque Hamás ha vuelto a rechazar dicho pacto a menos que las autoridades israelíes garanticen el fin absoluto de la guerra. Asimismo, la encuesta muestra que la mayoría de los israelíes quieren que la gestión de la Franja de Gaza esté en manos de las autoridades palestinas una vez termine la guerra, siempre y cuando Israel esté a cargo de la seguridad. Mientras tanto, sólo el 10 por ciento prefiere que la Autoridad Palestina gestione la zona en su totalidad, frente al 60 por ciento que preferiría que esta gestión permanezca en manos de entidades palestinas o Estados árabes. En este sentido, una quinta parte de cada israelí judío espera que sea Israel quien tenga Gaza bajo su control cuando acabe la guerra, según información recogida por el diario ‘The Times of Israel’. La encuesta también indica que existe un bajo nivel de aprobación del primer ministro Benjamín Netanyahu, y el 56 por ciento de los judíos señala una “gran desconfianza” hacia su gestión. El 74 por ciento de la población árabe dice que no confía en él. En total, casi tres de cada cuatro israelíes muestran muy poca confianza en Netanyahu. Asimismo, ha habido una disminución de la confianza en los altos mandos del Ejército, especialmente entre personas con ideología más conservadora. Sin embargo, más de la mitad de la población israelí ha expresado que considera que todos los ciudadanos del país “tienen un futuro común”.
