Alrededor de 3.000 niños corren el riesgo de morir en el sur de Gaza, después de haber sido dejados sin tratamiento por desnutrición aguda moderada y grave, “mientras la violencia desgarradora y el desplazamiento continúan afectando el acceso a las instalaciones y servicios de salud para familias desesperadas”, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (Unicef).
La entidad señaló que esto “equivale a aproximadamente tres cuartas partes de los 3.800 niños que se estimaba que recibían atención vital en el sur antes de la escalada del conflicto en Rafah”.
Según la agencia, los primeros resultados de los recientes exámenes de desnutrición muestran que los casos de desnutrición moderada y severa han aumentado desde la segunda semana de mayo, cuando se restringió la entrega de ayuda y el acceso humanitario debido a la escalada de la ofensiva, señala Telesur.
En este sentido, “aunque ha habido una ligera mejora en la entrega de ayuda alimentaria al norte, el acceso humanitario en el sur ha disminuido drásticamente”, afirmó Unicef.
Al respecto, la Directora Regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África, Adele Khodr, indicó que estos bebés “corren un riesgo grave e inmediato de enfermar gravemente, adquirir complicaciones que pongan en peligro su vida y unirse a la creciente lista de niños y niñas que tienen han sido asesinados por esta guerra sin sentido creada por el hombre.
Las agencias de las Naciones Unidas buscan garantías de que las operaciones humanitarias puedan recolectar y distribuir ayuda de manera segura a los niños y sus familias sin interrupción. Necesitamos mejores condiciones operativas sobre el terreno, con más seguridad y menos restricciones. Pero, en última instancia, lo que más necesitan los niños es un alto el fuego, afirmó.
