El jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y Colonización, Muayyad Shaaban, afirmó en un comunicado que las “órdenes de expropiación” tienen como objetivo construir una nueva carretera para los colonos judíos.
Estas acciones violan todas las leyes y normas internacionales que ordenan a un Estado ocupante no realizar cambios sobre el terreno, subrayó.
“Lo que desde fuera parece un desarrollo de infraestructuras y carreteras (…) no es más que un medio para dividir la geografía palestina”, advirtió.
A principios de abril, la Comisión advirtió que, desde el inicio del actual ciclo de violencia, el 7 de octubre, ese país confiscó 27 mil dunums de tierra palestina (2.700 hectáreas).
Precisó que de esa cifra, 15 mil dunums (1.500 hectáreas) fueron robados tras modificar los límites de las reservas naturales en Jericó y el Valle del Jordán.
Otros 11.100 dunums (algo más de mil hectáreas) a través de tres órdenes que declaran tierras estatales a zonas de las gobernaciones de Jerusalén y Naplusa, y 230 dunums a través de 24 órdenes de incautación, con fines militares, subrayó.
Israel ocupa 2.380 kilómetros cuadrados en Palestina, equivalente al 42 por ciento del territorio total de Cisjordania, reveló.
La Oficina Central de Estadísticas señaló en marzo pasado que Israel confiscó 50.526 dunums de tierra palestina (poco más de cinco mil hectáreas) en 2023, casi el doble que el año anterior.
El año pasado, ese país emitió 32 órdenes de embargo por unos 619 dunums, cuatro de expropiación equivalentes a 433 dunums y dos de declaración de tierras estatales por unos 515 dunums, subrayó.
También decretó cuatro modificaciones en los límites de las reservas naturales, lo que les permitió apoderarse de 48.959 dunums como parte de la política sistemática y continua de control de todas las tierras palestinas, criticó.
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