El Congreso Nacional Africano (ANC), en el poder desde el fin del régimen de segregación racial del apartheid y la elección de Nelson Mandela en 1994, perdió por primera vez su mayoría absoluta en el Parlamento y tendrá que buscar alianzas para seguir gobernando Sudáfrica .
Con más del 99,85% de los votos escrutados, el ANC, liderado por el actual presidente Cyril Ramaphosa, obtuvo apenas el 40,21% de los votos en las elecciones legislativas del miércoles, una caída considerable respecto al 57,5% de 2019, según datos oficiales publicados este sábado. .
Se trata del peor resultado para el partido que llegó al poder en 1994 con el emblemático líder de la lucha contra el apartheid Nelson Mandela y gobierna con mayoría absoluta desde entonces.
“Hemos hablado con todo el mundo, incluso antes de las elecciones”, declaró el viernes la vicesecretaria general del ANC, Nomvula Mokonyane, afirmando que el órgano decisorio del partido fijará el rumbo a seguir tras el anuncio de los resultados finales.
“Todo debe basarse en principios y no en un acto de desesperación”, añadió, en referencia a la búsqueda de futuros socios para gobernar este país con grandes minas de oro, platino y diamantes.
En segundo lugar, con el 21,81% de los votos, se encuentra la neoliberal Alianza Democrática, que tiene una imagen de partido minoritario blanco.
Le sigue, con un 14,5%, el partido Umkhonto We Sizwe (MK), creado hace apenas seis meses por el exjefe del ANC y expresidente Jacob Zuma, que provocó la gran sorpresa de estas elecciones. Y en cuarto lugar está la izquierda radical Luchadores por la Libertad Económica (EFF), con un 9,48%. Zuma cuestionó el resultado y pidió a las autoridades que se abstengan de validar las cifras.
“Si eso sucede, nos estarán provocando”, declaró Zuma, de 82 años, en rueda de prensa, tras citar cuestiones “graves” que no especificó. El portavoz de su partido dijo que el grupo había solicitado un recuento de los votos.
El presidente de la Comisión Electoral, Mosotho Moepya, aseguró que la entidad revisará “todo lo que tenemos frente a nosotros” y que ordenó recuentos en 24 instancias. “La comisión está lista para anunciar el resultado de las elecciones” el domingo, añadió. Los 400 diputados de la nueva legislatura deberán elegir este mes al nuevo jefe de Estado del país, que forma parte del grupo de potencias emergentes BRICS (junto a Brasil, Rusia, India y China).
Los cinco dirigentes que se han sucedido desde 1994 pertenecían al ANC.
Si Ramaphosa, de 71 años, quiere permanecer al frente del país, debe decidir si busca aliados en la derecha o en la izquierda del espectro político.
Una alianza con el DA, liderado por el político blanco John Steenhuisen, podría toparse con resistencia dentro del ANC.
Su programa, que apoya el libre mercado y el fin de los programas de empoderamiento económico para la población negra, está en el extremo opuesto del partido gobernante. “Las negociaciones entre las partes aún no han comenzado, pero se han abierto canales, conversaciones uno a uno”, dijo a la AFP Helen Zille, miembro del comité directivo del DA.
El nieto de Mandela, Mandla Mandela, diputado saliente del ANC, destacó que el DA tenía “ideales diferentes” que complicaban una alianza y dijo que era más probable que colaborara con el EFF o el MK.
Posibles coaliciones
Sin embargo, estas opciones también podrían provocar el rechazo de los sectores más moderados del ANC.
Para la analista Susan Booysen, las demandas del EFF de Julius Malema, ex militante del ANC, se perciben como “demasiado erráticas” e “impredecibles”. “No estamos desesperados y no renunciaremos a nuestras demandas ni a nuestros principios”, declaró Malema en una rueda de prensa el sábado.
Tampoco será fácil un acercamiento entre Ramaphosa y Zuma, que tuvo que dimitir de la presidencia en 2018 por acusaciones de corrupción. El ANC conserva la lealtad de muchos votantes por su papel de liderazgo en el derrocamiento del régimen de segregación.
Pero para muchos votantes, el partido que durante mucho tiempo encarnó el sueño de acceso a la educación, la vivienda y otros servicios básicos no cumplió sus promesas. Su caída se explica, según los analistas, por el aumento de la criminalidad, la pobreza y la desigualdad, en un país con una tasa de desempleo del 32,9%, una de las más altas del mundo.
La vida cotidiana también se ve afectada por los frecuentes cortes de agua y electricidad. Y los casos de corrupción que involucraron a altos funcionarios del partido también socavaron la confianza ya gravemente dañada.
