Edmundo González Urrutia pasó de ser un ilustre desconocido para el candidato presidencial de la oposición venezolana: diplomático de profesión y ahora embajador de la líder opositora María Corina Machado, se enfrentará al presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio con miras a “una transición en paz”. González, de 74 años y candidato por primera vez a un cargo electo, dice a la AFP que asume este “desafío” sin “aspiraciones personales”.
El candidato de la alianza mayoritaria antichavista aseguró hoy, en su primer mensaje al país publicado en sus redes sociales, que su compromiso está centrado en la recuperación de Venezuela y realizar una transición con garantías. El candidato -elegido por unanimidad de los partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- se comprometió con la construcción de un país “donde nadie sienta miedo de ser perseguido por sus ideas” y en el que “la autonomía y la independencia estén garantizadas”. de los poderes públicos”.
“Nunca, nunca, nunca había pensado en estar en este puesto”, reconoce en tono pausado este diplomático de carrera, que fue embajador en Argelia y Argentina, en una entrevista con la agencia francesa. “Esta es mi contribución a la causa democrática… Lo hago con altruismo, como una contribución a la unidad”. “Este es el momento de lograr una transición democrática pacífica para los venezolanos”, añade.
Aunque destaca que su participación en las fuerzas opositoras es de larga data, González estuvo hasta ahora en la sombra. Su candidatura fue inicialmente provisional, a la espera de que se definiera un nombre, pero finalmente su postulación fue ratificada y, de repente, pasó a ser el candidato de la oposición, aunque sin perder su perfil bajo. “Dije, cuando me propusieron esto, que si esa designación era unánime, con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas, obviamente era un compromiso que iba a aceptar. Y así fue”.
¿Tienes miedo de enfrentarte al gobierno? “No miedo, sino reservas por la inmensa responsabilidad que esto conlleva. Estamos en un momento en el que este régimen no nos cae muy bien. Para ellos no somos adversarios, sino enemigos”. “Son circunstancias que te depara la vida”, pero “es secundaria respecto al reto que tenemos por delante”, sostiene. “Venezuela necesita dejar de lado la pugnacidad, la diatriba política, la confrontación” que han caracterizado 25 años de gobiernos chavistas.
“En julio de este año tendremos una nueva realidad política en Venezuela y el gobierno tendrá que admitir esa nueva realidad, afrontarla y tomar las decisiones correspondientes”, sostiene, abierto a una “negociación” en la transición.
Faltan tres meses para las elecciones y su candidatura es frágil, en medio de los obstáculos que el poder pone en el camino de la oposición. “Vamos a centrar nuestro trabajo en una campaña que promueva el reencuentro de los venezolanos, el regreso de los exiliados políticos. La transición implica eso, la recuperación económica del país y la recuperación de la democracia”, sostiene.
lgc (afp, efe)
