Arde a más de 400 grados y no saben cómo cerrarlo

Arde a más de 400 grados y no saben cómo cerrarlo
Arde a más de 400 grados y no saben cómo cerrarlo

La influencia humana sobre la naturaleza ha creado maravillas y catástrofes a lo largo de la historia. En ciertos casos, estas intervenciones han tenido consecuencias irreversibles, transformando hermosos paisajes en escenarios apocalípticos.

Uno de los ejemplos más notables es el de La puerta del infierno en Turkmenistánun cráter que lleva más de cincuenta años ardiendo continuamente debido a un error humano.

Una historia de fuego

La historia del cráter Darvaza comenzó en los años 1970 cuando un equipo de geólogos soviéticos perforaba el suelo de la provincia de Dsoguz en busca de gas natural. Durante una de las perforaciones, el suelo debajo de la plataforma de perforación se derrumbó, dejando un agujero gigantesco que reveló una caverna natural llena de gas metano.

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En un intento por evitar un desastre ambiental importante, decidieron quemar el gas, con la esperanza de que se extinguiera en unas semanas. Sin embargo, el fuego no sólo no se apagó, sino que siguió ardiendo, creando una imagen espectacular pero aterradora que se asemeja a la entrada al infierno descrita en los textos bíblicos.

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Este inesperado fenómeno pronto atrajo la atención mundial, y con el paso del tiempo, la Puerta del Infierno se convirtió en una peculiar atracción turística. A lo largo de los años, miles de personas han visitado el cráter, atraídas por la visión surrealista de las llamas eternas y el calor abrasador que emana de las profundidades de la tierra.

Un destino turístico con consecuencias medioambientales

Varios exploradores han acudido al sitio para conocer más sobre el fenómeno.

Foto:Instagram: @george_kourounis

La continua quema de gas no sólo ha sido un espectáculo visual para los turistas, sino que también ha planteado serias preocupaciones ambientales y económicas.

El Presidente Berdymukhamedov, consciente de los peligros y la pérdida de recursos valiosos, decidió en 2022 restringir el acceso al sitio y buscar formas de extinguir el incendio, que ha estado consumiendo un preciado recurso natural sin interrupción.

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El metano, un potente gas de efecto invernadero, se ha estado escapando a la atmósfera, exacerbando el problema del cambio climático y planteando una amenaza inminente a la salud pública y la seguridad de las comunidades locales. Además, Turkmenistán, como país que depende en gran medida de sus recursos naturales, considera la fuga continua de gas como una pérdida económica sustancial.

No hay soluciones a la vista

Las propuestas para extinguir el incendio del cráter han sido diversas y, en ocasiones, extremas. Todo ha sido pensado, desde apagar el fuego con arena hasta utilizar explosivos para colapsar el cráter, aunque esta última idea fue rápidamente descartada por el riesgo de agravar el problema.

El principal desafío radica en la falta de comprensión sobre la extensión y el mapeo de los conductos subterráneos de gas que alimentan el incendio. Esta falta de conocimiento técnico complica enormemente cualquier intento de encontrar una solución permanente.

Investigación científica en condiciones extremas

Mientras políticos y ambientalistas debaten sobre las mejores estrategias, los científicos han aprovechado esta anomalía para realizar investigaciones únicas. En 2023, una expedición liderada por el explorador canadiense Kourounis y acompañada por científicos de National Geographic, descendió al cráter.

Su misión era recolectar muestras de suelo y realizar pruebas para descubrir si existen microorganismos capaces de sobrevivir en condiciones extremas de calor y toxicidad, lo que podría tener importantes implicaciones para la biología y la astrobiología.

Hasta el día de hoy, Hell’s Gate sigue siendo un problema sin solución. Aunque se han realizado esfuerzos internacionales para abordar este fenómeno, el cráter continúa ardiendo, sirviendo como un recordatorio constante de las consecuencias no deseadas de las acciones humanas.

La historia de Darvaza no sólo destaca los riesgos de la explotación irresponsable de los recursos naturales, sino también la necesidad imperativa de desarrollar tecnologías y estrategias que mitiguen el impacto humano en el medio ambiente.

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*Esta información fue reescrita con ayuda de inteligencia artificial a partir de información de La Nación de Argentina (GDA) y fue revisada por un periodista y un editor.

 
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