La presión internacional, sumada a las negociaciones que Washington y Caracas mantienen en secreto, han abierto las puertas del Consejo Nacional Electoral (CNE) como si fueran aguas del Mar Rojo. El chavismo ha permitido en el último momento, tras tres días y medio de cierre hermético, que los partidos opositores de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento Por Venezuela (MPV) se adhieran a la candidatura del diplomático Edmundo González Urrutia, que hasta ahora sólo contó con el aval de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
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“Nuestros representantes (que desde hace dos días no habían avanzado más allá de la recepción) han registrado la renuncia del candidato Manuel Rosales, logrando el ingreso a la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática con el candidato Edmundo González”, anunció la UNT al país. a través de sus redes sociales.
De esta manera, finalmente se ha evitado el bloqueo que ya sufrió la filósofa Corina Yoris en marzo. Ante la embestida de los últimos días, la oposición real puso sus esperanzas más allá de sus fronteras, especialmente en los presidentes Gustavo Petro y Lula da Silva. El primero en reaccionar fue el presidente brasileño, quien calificó de “extraordinario” que la oposición tenga a Edmundo González como candidato unitario.
También destacó la intervención ante el Senado del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien lamentó que la situación anterior distaba mucho de lo acordado en Barbados entre gobierno y oposición. “No estamos viendo el cumplimiento de los acuerdos como nos gustaría”, subrayó la canciller española, quien incluso destacó los “impedimentos para quien quiera competir libremente”.
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