La empresa automotriz General Motors anunció que paralizará, nuevamente, la próxima semana su planta en Santa Fe y abrirá un programa de retiro voluntario. Con una caída del 23 por ciento en la producción durante este primer trimestre, como consecuencia de caídas en las ventas y las exportaciones, el sector automotriz es uno de los más complicados debido a la desaceleración de la actividad económica.
Según el Indec, la actividad industrial cayó 11,1 por ciento interanual en el primer bimestre, alcanzando niveles similares a los registrados durante la pandemia de Covid-19. “La reducción en el nivel de actividad responde a inconvenientes en el acceso a insumos importados, por dificultades para pagar a proveedores extranjeros, así como por una reducción de la demanda interna”, informó el Indec.
La planta de General Motors en Santa Fe había reabierto en marzo después de dos meses de estar parada y cerrada nuevamente entre el 27 de marzo y el 14 de abril. Ahora, después de sólo una semana de actividad, se anunció que parará nuevamente su actividad la próxima semana, entre 22 y 26 de abril.
Las empresas automotrices, anticipando que la recesión podría durar más, ya están reduciendo su fuerza laboral. La primera en abrir un programa de retiro voluntario fue Toyota y ahora también se suma a ella la planta de General Motors en Santa Fe, que emplea a poco más de 1.200 trabajadores.
Cuando reabrió sus puertas en marzo, tras una pausa que duró prácticamente todo el verano, lo hizo con el 85 por ciento de su plantilla (unas 900 personas) mientras el resto, poco más de 200, seguían suspendidos, cobrando el 79 por ciento de sus salarios. .
Ubicada en la localidad de Alvear -en las afueras de Rosario, donde el presidente Javier Milei ganó la segunda vuelta con el 57,7 por ciento de los votos-, la fábrica produce el vehículo deportivo utilitario Chevrolet Tracker. Hasta finales de año también estuvo montando el Cruze.
La suspensión de actividades y la apertura de retiros fueron confirmadas por la empresa a la prensa santafesina, aunque la empresa no entregó cifras sobre la cantidad de operadores para los que estaba disponible esta opción.
Antes de GM, Toyota, el principal fabricante de vehículos del país, abrió un programa de jubilación voluntaria para 400 de sus 8.500 trabajadores (4 por ciento del total). El objetivo es compensar la caída de actividad generada por la menor exportación de pick ups Hilux y todoterrenos SW4 a Colombia, Chile y Perú.
Renault, por su parte, decidió no renovar los contratos de 270 de sus trabajadores, que a su vez representan el 15 por ciento del total de la fábrica de Santa Isabel en Córdoba, donde trabajaban hasta marzo algo menos de 1.900 personas.
En esa localidad cordobesa, Milei ganó la segunda vuelta electoral con el 78,14 por ciento de los votos. Algo similar ocurrió la semana pasada en la localidad cordobesa de Luque, donde el liberalismo libertario se impuso con el 82 por ciento de los votos y 200 trabajadores de la fábrica de electrodomésticos Drean y Patrick fueron despedidos.
