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18 de abril de 2024, 14:59
Uno de los mecanismos utilizados en este plan del expresidente de Pdvsa, Tareck El Aissami, fue el control de las divisas obtenidas por la venta de combustible en Venezuela, área a cargo del coronel Marino José Lugo Aguilar, fallecido en la Dgcim. células.
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Con información de Eligio Rojas | Últimas noticias
En este sentido, en marzo de 2020, El Aissami anunció al país un nuevo esquema para la comercialización de combustibles el cual inició el 1 de junio de ese año.
Este esquema incluía dos modalidades: gasolina subsidiada y dolarizada. El subsidio se otorgaría a través del Sistema Patria donde están afiliados aproximadamente 19 millones de venezolanos, a quienes se les cobraría 120 litros mensuales a razón de 0,11 centavos. Mientras que los combustibles a precios internacionales se venderían a 0,50 centavos de dólar.
El combustible subsidiado se vendía originalmente en 1.368 estaciones de servicio y en 200 la dolarizada.
Según informes técnicos a los que Últimas noticias tuvo acceso, de esas 200 estaciones autorizadas a vender a precios internacionales, Antonio Pérez Suárez, vicepresidente de Pdvsa, seleccionó 150 que calificó de “confiables”. Este grupo de gasolineras, administradas por empresarios privados, debían entregar el pago en efectivo (billetes verdes) a la Dirección de Comercialización Interna de PDVSA que encabeza el coronel Marino Lugo y éste a su vez los llevaba a la oficina de Pérez Suárez. De hecho, cuando allanaron esa oficina en marzo de 2023, funcionarios de la Policía Nacional Anticorrupción (PNCC) localizaron fajos de dólares en distintos puntos de la oficina.
Y en caso de que el dueño de la emisora no viniera a traer las divisas semanalmente, una Comisión de Control y Prevención de Pérdidas de Pdvsa acudiría al sitio a retirar el efectivo.
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A estas estaciones de confianza fueron enviados diariamente dos camiones que cargaban entre 23.000 y 33.000 litros. Pdvsa los vendió a 0,49 centavos de dólar para poder venderlo a 50 centavos, según el informe, que precisa que el precio podría variar en beneficio del empresario privado.
Cada semana las 150 emisoras de confianza arrojaron un aproximado de 109.760 dólares.
Este esquema duró 32 meses (junio 2020-marzo 2023) que produjeron 2.041.583.000 dólares que no ingresaron al Estado venezolano, sino que fueron convertidos en monedas digitales a través de ese tipo de “banca paralela” administrada por la Sunacrip, según la investigación.
Hasta el momento el dinero sustraído bajo ese esquema no ha sido recuperado en su totalidad.
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