El presidente estadounidense, Joe Biden, cree que Irán atacará a Israel “más temprano que tarde” en represalia por el bombardeo de la semana pasada a su consulado en Damasco y ha instado a las autoridades iraníes a no lanzar una respuesta. Armada. El presidente, como en otras ocasiones, ha asegurado que su país está “dedicado” a la defensa del Estado judío y brindará todo su apoyo a las autoridades israelíes en caso de un conflicto abierto con la República Islámica.
“Apoyamos a Israel, defenderemos a Israel e Irán no va a ganar”, afirmó Biden sobre esta hipotética respuesta violenta. “No quiero hablar de información clasificada, pero tengo la expectativa de que suceda más temprano que tarde”, dijo, consciente de la creciente tensión. De hecho, el ejército hebreo anunció este sábado que ha atacado un recinto de Hezbolá -la organización libanesa afín al régimen persa- en las proximidades de la localidad de Rihan, en el sur de Líbano, horas después de que el grupo chií dirigiera decenas de misiles Katyusha contra territorio del norte de Israel. El miedo a un nuevo conflicto en la región ha llevado a Países Bajos a cerrar su embajada en Teherán y su consulado en Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, como “medida de preocupación”.
Israel lleva días conteniendo la respiración por posibles represalias de Irán tras el atentado que devastó su embajada en Damasco, donde murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria y varios civiles, y que señala como responsable al ejército hebreo. Un tiempo, casi dos semanas, en el que ambos países han llevado a cabo una escalada verbal que Occidente sigue con preocupación y, sobre todo, con el temor de que en cualquier momento pase de las palabras a los hechos y desate una crisis con consecuencias que son difícil de prever. en Oriente Medio. La respuesta del régimen de los ayatolás, según la información que maneja la Inteligencia estadounidense y publicada este viernes por ‘The Wall Street Journal’, podría ser cuestión de horas y “posiblemente en suelo israelí”, el peor escenario a la hora de frenar un nuevo brote de violencia en la región.
La aparente inminencia de la venganza que el propio Ali Jamenei prometió tras el atentado contra el consulado de la capital siria ha multiplicado los movimientos en la comunidad internacional en las últimas horas. Al viaje de avanzada del general Michael Kurilla, jefe del comando central estadounidense, a Israel para planificar la respuesta a un hipotético ataque, se suman contactos diplomáticos con Teherán para evitar lo que muchos consideran inevitable. Los responsables de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Australia o Alemania no ocultaron su “preocupación” detrás de estas llamadas. “Irán no busca una escalada de hostilidad, pero el retorno de una seguridad sostenible a la región está vinculado al control de los belicistas y líderes trastornados del régimen sionista”, respondió su homólogo persa, Hosein Amirabdolahian.
El mayor temor de Teherán, sin embargo, es que una acción de represalia en territorio israelí pueda resultar contraproducente con un ataque masivo del ejército hebreo, por ejemplo, a su infraestructura energética. Eso es lo que, según ‘The Wall Street Journal’, estaría retrasando la respuesta de la república islámica, que no quiere tomar una decisión precipitada y, sobre todo, contraproducente para sus intereses. “Irán no debe arrastrar a Oriente Medio a un conflicto importante”, advirtió el secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron. Estados Unidos, que insiste en su “fuerte” apoyo a Tel Aviv, ha comenzado a buscar aliados en otros países, como China, Turquía o Arabia Saudita, para evitar precisamente esta escalada. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, les pidió presionar al régimen persa para evitar más violencia en una región donde ocurren conflictos. «Nuestros enemigos creen que pueden separar a Israel y Estados Unidos, pero es todo lo contrario. Nos están uniendo y fortaleciendo nuestros lazos. “Estamos hombro con hombro”, afirmó el ministro de Defensa hebreo, Yoav Galant, tras reunirse con Kurilla.
Población “aterrorizada”
Los mensajes de Israel sobre un hipotético ataque iraní tampoco son alentadores. Daniel Hagari, portavoz de las fuerzas armadas hebreas, afirmó que el país “está en alerta y preparado para diversos escenarios” y que el ejército “sabrá actuar cuando sea necesario”. Este viernes se reunió el gabinete de guerra liderado por Benjamín Netanyahu en un escenario cada vez más delicado. En la frontera israelí con Gaza, en ciudades como Ashkelon, la población vive aterrorizada” ante la amenaza de Teherán. Korin Peretz, uno de sus vecinos, le contó a CNN esta semana sobre su terrible experiencia: “No puedo dormir por la noche, siempre preocupándome por esta situación. Nuestra vida aquí no es segura en este momento, pero no hay otro lugar.
EE.UU. ha pedido a China, Turquía y Arabia Saudí que presionen al régimen iraní para que no lleve a cabo su amenaza
No sería la primera vez que Irán sacia su sed de venganza. En 2020, la muerte de uno de sus generales, Qasem Soleimani, en un bombardeo estadounidense en Irak provocó un ataque a bases estadounidenses en suelo iraquí. Ahora, según la emisora pública Kan, los ayuntamientos israelíes han recibido un aviso oficial para comenzar a prepararse, por ejemplo, con el desarrollo de los refugios a los que podrían acudir sus residentes en caso de que la República Islámica lleve a cabo su amenaza. . Y el ejército ya ha movilizado a sus reservistas y los permisos de vacaciones de sus soldados han sido cancelados.
El temor a una acción inminente -que no pueden descartar grupos afines al régimen de los ayatolás, como Hezbolá- no deja de crecer y también se han comenzado a tomar medidas desde el exterior. Francia, como antes hizo Rusia, ha aconsejado a su población que no viaje a Israel, Irán, Líbano y los territorios palestinos y también ha evacuado a los familiares de los empleados de su embajada en Teherán, mientras que Estados Unidos ha limitado los viajes. de su personal diplomático en suelo israelí a las ciudades de Tel Aviv, Jerusalén y Beersheba.
