El 9 de abril, el Departamento de Estado estadounidense informó de la decisión de aprobar un paquete de ayuda para Ucrania que incluye el mantenimiento de los sistemas de misiles antiaéreos HAWK Fase III de fabricación estadounidense, junto con diversos elementos de apoyo. logística y TI, todo por un monto que alcanza los USD 138 millones. La autorización y todas las certificaciones requeridas para la transacción llegaron al Congreso de Estados Unidos a través de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa.
La aprobación de este nuevo paquete de ayuda al Gobierno de Ucrania responde a las solicitudes de éste de herramientas, repuestos, sistemas para las unidades de control de tiro, documentación técnica y material para la recertificación de algunos de los componentes de los misiles que aún se encuentran en el inventario ucraniano. Dado el uso continuo de HAWK en el contexto de la guerra ruso-ucraniana, el Secretario de Estado buscó una aprobación rápida, o en otras palabras, una que no pase por los procesos de revisión habituales llevados a cabo por el Congreso bajo la Sección 36. (B) de la Ley de Control de Exportaciones de Armas.
El proceso de venta de todos los equipos incluidos requerirá la participación de dos contratistas para su entrega a Ucrania: las empresas estadounidenses RTX Corporation y PROYECTXYZ, de los estados de Massachusetts y Alabama, respectivamente. Serán 15 representantes de estas empresas, junto con 5 representantes gubernamentales, los que viajarán a Europa para apoyar a las tropas ucranianas en el proceso de mantenimiento y entrenamiento para el uso del sistema HAWK fase III.
Respecto a este sistema de defensa aérea, el pedido ucraniano se remonta a 2022. Tanto EE.UU. como sus aliados europeos han respondido con la transferencia de parte de sus inventarios de MIM-23B I-Hawk/Hawk-21. España, por ejemplo, comprometió 4 de sus baterías Hawk, así como misiles de corto alcance Aspide 2000 del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo.
Los sistemas HAWK fueron diseñados por la empresa norteamericana Raytheon, cuya primera versión entró en servicio durante la década de 1950, y en su versión MIM-23B I-HAWK se alcanzó capacidad operativa en 1971. En la citada actualización se observaron mejoras en el radar. , las altitudes que podría alcanzar el misil, un nuevo sistema de propulsión, una ojiva más grande y actualizaciones de los sistemas de contramedidas electrónicas, lo que hace que el misil sea más preciso y difícil de derribar. Cabe destacar el alcance efectivo de 25 km. que se puede recorrer a una velocidad de 800 m/s (Mach 2,4).
El reemplazo del HAWK en las fuerzas armadas de EE. UU. se produjo a finales de la década de 1990, en forma de baterías Patriot MIM-104 para el ejército de EE. UU. y misiles portátiles FIM-92 Stinger para los marines. La jubilación culminó en 2002, siendo esta última fuerza la que más tiempo alargó la vida útil del HAWK. Sin embargo, su aparente obsolescencia para los estándares estadounidenses no es criterio suficiente para el rechazo ucraniano, que está desesperado por ampliar y mantener su paraguas de defensa aérea, complementando sus sistemas S-300 y Buk de origen soviético con otros equivalentes de producción. occidental.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Ejército de EE. UU.
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