Misterio y confusión sacuden la actualidad chilena desde que el pasado lunes apareció el cuerpo de una monja en un barrio del centro de la ciudad dentro de una maleta, en un hecho del que este miércoles se conocieron más detalles.
Las primeras informaciones del lunes apuntaban a un posible hecho de delincuencia organizada, pero este miércoles el fiscal Francisco Lanas, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, reveló que “Estamos ante un caso de entierro ilegal” aparentemente el resultado de un pacto entre dos monjas ancianas que habían acordado ser enterradas juntas.
“El caso de entierro ilegal también se da en el sentido de que realmente hay que enterrar a alguien y aquí no tenemos un entierro, sino un ocultamiento de este cuerpo. No se configuraría”, afirmó.
Las investigaciones de la Policía de Investigaciones (PDI) avanzan ahora por ese camino luego de que cámaras de seguridad mostraran a una persona vestida con lo que parecía un hábito religioso dejando la maleta sospechosa al lado de la vía, en la calle Las Talaveras, en la comuna de Ñuñoa.
En el interior es donde restos de una mujer de 58 años, quien habría muerto hace más de un año. La hipótesis utilizada es que la Monja de 80 años escondió el cuerpo de su amiga durante un año en un sótano dentro de su casa, sin enterrarlo ni avisar a las autoridades, para luego abandonarlo en plena vía pública tras levantar sospechas.
“Hacen este tipo de pacto para aislarse del mundotenían la aspiración de ser como monjas de clausura, de no tener más contacto con el exterior (…) hacían esa especie de pacto, en caso de muerte de una u otra, de no presentarse ante la autoridad y cuidarse de sí mismos hasta el último momento”, explicó el fiscal.
“En el examen externo del cuerpo no hay signos de violencia ni fractura. Tenemos que descartar por completo lo que se dijo al principio, que el cuerpo estaba desmembrado, desmembrado. Hoy no hay nada de eso. No hay indicios de participación de terceros. Sería muerte natural preliminar”, añadió.
En la misma línea, el subprefecto Juan Fonseca, de la Brigada Metropolitana de Homicidios, asegura que “esta persona va a la casa de esta otra religiosa laica consagrada, como ella indica, y la transporta en esta maleta, y la mantiene allí por un año. ” en una dependencia”.
Ella habría “recuperado el sentido” después de la llegada de su hija a la casa, por lo que decidió deshacerse del cuerpo de su amiga, agregó el oficial.
Luego de una serie de allanamientos, investigaciones audiovisuales y entrevistas a presuntos sospechosos realizados en las últimas horas, la fiscalía decidió ordenar la detención de la octogenaria y su hija, quienes han quedado como imputados. EFE
