Entre estos tres grupos políticos está el próximo presidente de Venezuela

Entre estos tres grupos políticos está el próximo presidente de Venezuela
Entre estos tres grupos políticos está el próximo presidente de Venezuela

Los votantes venezolanos podrán elegir a su nuevo presidente entre 13 candidatos que forman parte de 3 grandes bloques políticos del país, según expertos que examinan cuáles de ellos están más o menos relacionados y quiénes podrían aliarse antes del 28 de julio.

La oferta electoral de este año en Venezuela es más compleja que una mera polarización entre chavismo y oposición, como ocurrió en elecciones anteriores, de este siglo, según especialistas en ciencias políticas.

Hoy hay tres actores principales en la dinámica política interna y dos de ellos exhiben sus propias divisiones, explicaron a la Voz de America los politólogos Ricardo Ríos, presidente de la firma Poder y Economía; Pablo Andrés Quintero, socio director de LOG Consultancy; y Piero Trepiccione, subdirector del centro de estudios Gumilla.

Bloque 1: Maduro y chavismo

El primer bloque, actualmente gobernante y sin dispersión aparente de sus electores, es el chavismo, que, sin embargo, no aparece favorecido en las encuestas publicadas antes de las nominaciones aceptadas por el Consejo Nacional Electoral, según su análisis.

El candidato que representa la oferta electoral del oficialismo es Nicolás Maduropresidente desde 2013, candidato a la reelección y que se autoproclama líder de ideología de izquierda, similar a los gobiernos de Rusia, China, Cuba y Nicaragua.

Maduro cuenta con el apoyo en la carta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pulmón de su bloque, y una decena de aliados, algunos de ellos intervenidos judicialmente, como Podemos, Tupamaro y el Partido Comunista de Venezuela.

Bloque 2: María Corina Machado y la oposición tradicional

El otro gran bloque representado en la carta presidencial en Venezuela es la “oposición tradicional”, de partidos y líderes que han antagonizado al chavismo gobernante este siglo y que están ubicados en el otro extremo del mapa político.

Es la opción más favorecida en las encuestas previas al registro de candidatos y donde destacan el liderazgo de María Corina Machado, ganadora de las primarias de octubre con el 92% de los votos, y la Plataforma Unitaria Democrática, integrada por partidos que han negociado, están concentrados. con el chavismo desde 2021 con facilitación de Noruega.

Este bloque del antichavismo denunció impedimentos al poder electoral para poder postular un candidato unitario, especialmente contra Machado, inhabilitada para ejercer cargos públicos, y su candidata suplente Corina Yoris, una experimentada académica.

Esa oposición registró a última hora a dos candidatos: Manuel Rosales, gobernador del Zulia, en la tarjeta de Un Nuevo Tiempo, y el diplomático Edmundo González Urrutia, en la Mesa de la Unidad Democrática, a la espera de negociaciones para saber si unifican sus postulaciones o, incluso, si el CNE permite otra candidatura opositora.

Vente Venezuela, fundado por María Corina Machado pero no reconocido oficialmente, y los partidos más votados en las elecciones parlamentarias de 2015 (AD, UNT, Primero Justicia y Voluntad Popular) encabezan ese bloque, aunque con marcadas diferencias en sus posiciones políticas, ideológicas y posiciones parejas. programática, afirmó Quintero, de LOG Consultancy.

La candidatura de Rosales, apoyada por Fuerza Vecinal, ha generado tensiones públicas en el bloque antichavista. El gobernador ha denunciado una campaña de “difamación” y “ataques” en su contra por parte de la oposición por su supuesta traición al registrarse con su cédula -ni Machado, ni Yoris ni otro candidato de consenso-, lo que ha desmentido.

Los analistas consultados por el VOA Incluyen en ese bloque opositor a otro candidato, Enrique Márquez, exmiembro de Un Nuevo Tiempo, diputado electo por la Mesa de la Unidad en 2015 y exrector del Consejo Nacional Electoral, postulado por Centrados.

Bloque 3: Rausseo, Ecarri, el “chiripero” de los independientes

El tercer bloque de la oferta electoral se concentra en otros nueve candidatos ubicados entre el chavismo y la oposición. Suelen dialogar públicamente con el gobierno, no forman parte de las negociaciones facilitadas por Noruega, se enfrentan a los “extremos” de la oposición y firmaron el llamado Acuerdo de Caracas, resaltaron los especialistas.

Benjamín Rausseo, comediante y empresario más conocido por su alias “Er Conde”, lidera este bloque como independiente y tiene una intención de voto en torno al 5%, dijo Ríos, de la encuestadora Poder y Economía.

Antonio Ecarri, un abogado que se distancia del chavismo y de la “vieja clase política” de la oposición, es otro de sus integrantes, aunque no superó “el error muestral” del 2% en febrero, pero podría registrar un mejor posicionamiento. en campaña, según Ríos.

Otros candidatos de este grupo forman parte de partidos intervenidos judicialmente, como los veteranos AD y Copei.

Mientras la oposición tradicional llama “alacranes” a algunos de estos candidatos por su alejamiento del antichavismo durante el gobierno interino de Juan Guaidó, presidente del Parlamento en 2019, el politólogo Pablo Andrés Quintero prefiere llamarlos “chiripero”, una multiplicidad de partidos. con menor éxito electoral.

El 40% de los 37 partidos que inscribieron candidatos presidenciales fueron intervenidos judicialmente por sentencias de la Corte Suprema de Justicia, destacó Eugenio Martínez, especialista en asuntos electorales y director de la ONG Votoscopio, en un reciente foro del centro de estudios estadounidense Washington Office for Latin. América (WOLA).

Otro 20% de los grupos con postulados fueron legalizados “de manera expedita” por el Consejo Nacional Electoral, además, anotó. Entre ellos está el partido Arepa, del expreso político opositor Daniel Ceballos, ahora disidente.

Todos ellos forman parte de este bloque aparentemente ajeno al chavismo y a la oposición tradicional, según los especialistas consultados por el VOA.

Conforman un ecosistema de partidos y candidatos que, en su mayoría, “no están interesados ​​ni son capaces de disputar” la presidencia, según Martínez.

Alianzas posibles y racionales

Trepiccione, del Centro Gumilla, subrayó que la oposición tradicional, representada en Machado y la Plataforma Unitaria, es circunstancialmente “la gran votante” de las elecciones presidenciales, pese a la división y las incertidumbres que pesan sobre sus nominaciones.

“Si te concentras en una sola opción de ‘candidatura’, producirá un enorme impacto político. El PSUV no quiere esto, porque significaría una derrota temprana para Nicolás Maduro”, explicó. “El intento es fracturar y dividir ese deseo” de unificar las candidaturas de Rosales y González Urrutia o elegir un abanderado de consenso, añadió.

Quintero, por su parte, consideró que los candidatos “chiriperos” podrían eventualmente acercar posiciones a la candidatura de Manuel Rosales, quien forma parte, a su juicio, de un grupo opositor “más moderado” y crítico con las sanciones económicas. “Podrían unirse, acercarse, dependiendo de cómo vaya la campaña. Al que nunca apoyarían es a Machado. Al gobierno le interesa que nadie apoye a Rosales”, comentó.

Un escenario ideal para el chavismo es que el “chiripero” se mantenga en campaña hasta el último día para “diluir el voto” y no inyectar entusiasmo a la coalición opositora, que, insistió Quintero, aún debe definir si apuesta por una candidatura única. ¿Y cuál será?

“El propósito estratégico es que ella no esté en la tarjeta, ni que alguien la represente. La situación está preparada para que todo el ‘chiripero’, el partido de los candidatos (independientes), llegue hasta el final. Es complejo”, advirtió.

Enfoques “racionales”

Ríos, titular de la firma Poder y Economía, vislumbró una alianza lógica entre Machado, la Plataforma Unitaria y su candidato provisional González Urrutia para una opción de consenso.

“Una segunda alianza, que podría ser posterior a esta primera, sería la de Manuel Rosales con la Plataforma Unitaria, ya sea que Manuel Rosales reciba apoyo desplazando a Edmundo González o que Machado apoye no sólo al PUD sino a Rosales”, dijo.

Las alianzas más complejas de prever son las que se pueden concretar desde el bloque medio, ya que se desconoce la oferta programática de la mayoría de estos candidatos y su objetivo político en esta elección “no está claro”, anotó.

Según Ríos, si la verdadera idea es ganar la presidencia de Venezuela, es previsible que los candidatos con menos apoyo “caigan” en favor de quien tenga mejores números.

Si quieren posicionarse como líderes de largo plazo, quizás no haya alianzas y sigan “corriendo solos” en la campaña y hasta las propias elecciones, dijo, sin descartar una alianza “táctica” entre “Er Conde ” y Ecarri, los dos candidatos más populares. de ese bloque. “Sería electoralmente racional”, dijo.

Trepiccione, por su parte, dijo que espera “muchas piruetas” de los candidatos a medida que avanza la campaña, previendo “alianzas multifactoriales y cruzadas”.

“Vamos a ver cosas sorprendentes de cara al 28 de julio. El partido es completamente abierto en un calendario absolutamente cerrado”, lo que, sin embargo, concluyó, “ofrece un hueco mínimo” para la estrategia.

 
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