Los libertarios ahora temen que Alberto Tiburcio “Bertie” Benegas Lynch desempolve un proyecto de compra y venta de sangre.
El Plan Drácula, como llaman al proyecto en La Libertad Avanza, es otra de las extravagantes ideas del diputado que en las últimas horas sacudió todo el ámbito político con la idea de eliminar la educación obligatoria y que los padres decidan si los niños estudian. O trabajar.
Eso le valió el reproche de Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, quien compartió en su cuenta privada de Instagram una imagen con el texto “hombres trabajando, niños estudiando”.
La compra y venta de sangre existe en otros países como Estados Unidos, donde el donante puede recibir pagos de hasta 1.000 dólares. El proyecto va en línea con el mercado de órganos del que habló el propio Javier Milei en campaña, idea que fue apoyada por su canciller Diana Mondino y que generó la mayor polémica durante el año electoral.
Las propuestas de Benegas Lynch siempre causan revuelo incluso entre los libertarios. En la campaña, Bertie propuso privatizar el mar y explicó que las ballenas se están extinguiendo porque no hay valla.
Su padre, quien es Benegas Lynch Jr., causó conmoción en La Libertad Avanza cuando, al final de la campaña de Milei, propuso romper relaciones diplomáticas con el Vaticano.
“Hay que calmar al Conde Benegas Lynch”, bromean en La Libertad Avanza, donde no ocultan su preocupación por la difusión de las propuestas de Bertie.
