sábado, 15 de junio de 2024
11:00
La noticia de la separación entre Emilia Attias y el naim turco sacudió al mundo del espectáculo argentino hace unas semanas. El equipo de LAM (América TV) anunció la ruptura, lo que desató un sinfín de especulaciones y comentarios. Ante esto, Attias decidió expresar su sentir y aclarar la situación a través de una sentida publicación en su cuenta de Instagram.
En un largo y emotivo mensaje, Emilia Attias compartió sus pensamientos más profundos sobre la separación. “Cuando algo llega tan alto. Tan sublime. Se vuelve intocable. Cierro mis ojos. Yo respiro. Y siento mi alma caer al vacío. Como si cayera desde esa altura en la que se encuentra, atravesando una tormenta. No tengo miedo. Prefiero la conciencia. Sintiendo ese viento frío en mi cara. Mis músculos rígidos, piel seca. Abriendo los ojos y marcando dirección, a través de toda esa niebla”, comenzó la actriz describiendo la intensidad de sus emociones tras la ruptura.
Dirigiéndose directamente al turco Naim, Attias expresó su deseo de transformar la hostilidad en crecimiento personal: “Reconocer cada uno de sus rincones. Míralos a la cara. Tomar posesión, con cada aliento, de esta hostilidad, para transformarla. Aceptar. Con humildad. Sintonízate con la antena de la sabiduría. Del perdón. Aceptar. Crecer más fuerte. Si este es el momento que me toca vivir ahora, al menos así me da fuerzas.
Attias también destacó su apoyo incondicional a Naim, el padre de su hija Gina: “Esté donde esté, de la mano. Siempre contarás con eso. Siempre. Cada noche os envío ángeles para protegeros e iluminaros. Me siento orgulloso de los dos. Por cómo pasamos por muchas cosas. Con tanta dedicación.
La actriz criticó la forma en que los medios manejaron la noticia de su separación. “Recuerdo que el jueves por la noche, mientras se desarrollaba el noticiero en los medios, y nos explotaban los celulares, hablamos por videollamada como por una hora… acompañándonos, riéndonos con cierta tristeza, y resignación, de todas esas mentiras. y condimentos. esa realidad borrosa, propia de quien tiene una cuarta verdad en sus manos. Desollando tanta intimidad de una manera tan ligera y descuidada.
