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Hace una semana, durante una charla pública por el 40 aniversario de la película Camilaque en 1984 protagonizó Susu Pecoraro, Imanol Arias Hizo un comentario que llamó mucho la atención. “Si tuviera que hacer algún reproche a los políticos de aquí, a todos los que han existido desde entonces, Es que nunca se han planteado darme la doble nacionalidad, para poder ser argentino de una vez por todas. Pero sigo luchando por ello”, afirmó, ante la sorpresa de los asistentes.
Ahora bien, en respuesta a la pregunta de LA NACIÓN, El actor español aclara sus declaraciones. “Había olvidado el cuidado que hay que tener al utilizar aquí la palabra ‘políticos’”, se disculpa al principio con humor. “Te juro que lo dije con todo cariño y sin alevosía. En realidad, no hay ningún reproche. Nunca pedí formalmente la ciudadanía, pero me encantaría tenerla porque quiero ser ciudadano argentino. Lo que no puedo hacer es quedarme aquí cinco años para obtenerlo. En España, en cambio, existe una fórmula para que algunos actores extranjeros también se hagan españoles y paguen impuestos en el país y tengan responsabilidades como cualquier ciudadano”. Luego enumera los casos de Ricardo Darín, Dario Grandinetti, Leonardo Sbaraglia y Óscar Martíneza quienes se les concedió la doble ciudadanía. “Todos ellos son ahora españoles de pleno derecho”. redondear. “Se ha concedido la ciudadanía española Ministerio de Cultura y eso es lo que quisiera que me pasara aquí, en Argentina; que me concedieron ese privilegio sin tener que pedirlo. Lo digo públicamente hoy con amor, en este nuevo diálogo con LA NACIÓN y espero que nadie se ofenda. ¿Se entiende ahora que lo mío no es una queja? Lo mío es un deseo ferviente, nada más”, subraya.
–¿Y por qué deseas tanto ser ciudadano argentino?
–Porque en los últimos 40 años me siento ingenua y apasionadamente parte de la comunidad actoral argentina. Recuerdo que cuando vine por primera vez era el regreso de la democracia y me sentí muy identificado con mis pares argentinos. También había luchado en España por una forma de vida más humana e incluso estuve encarcelado varias veces por ello. Entonces entendí desde el principio lo que sentían y por lo que estaban pasando. Me sentí muy a gusto con ellos y permanecí unido para siempre. Luego, cuando comenzaron a realizarse semanas de cine español en Argentina, vine como invitado tres veces y, después, fungí como presentadora de la semana de cine argentino en Madrid en seis ocasiones. En fin, por eso y mucho más, también me siento argentino.
“Amo argentina desde tiempos Camila. Mucho después me di cuenta de que tal vez esa pasión venía de antes, de cuando mi padre vino en barco al campo a traer soja a Rosario. Eso explicaría, por ejemplo, por qué soy tan hincha de River, porque decía que era el mejor de todos los equipos del fútbol argentino. Hoy tengo tatuado en el alma ese equipo tal como lo traje al país”, dice el protagonista de Laberinto de pasiones, Colmena, El laúd: caminar o estallar, Tango feroz: la leyenda de Tanguito, La flor de mi secreto., mi primera boda y Despido adecuadoentre muchos éxitos cinematográficos de España y Argentina.
En otro momento de la conversación con LA NACIÓNImanol sostiene que, si no viviera en Madrid, Su “otro” lugar en el mundo sería, sin dudas, Buenos Aires. “Por una cosa o por otra, Buenos Aires me hace mucho bien y creo que es una de las ciudades más maravillosas del mundo., incluso con su enorme caos. Me siento muy bien aquí, ya sea trabajando o sin ningún objetivo. Es una ciudad que me organiza y me genera mucho interés, rejuvenece mis ganas de ver, observar y aprender. Aquí hago reset, por eso suelo venir sin otro plan que recargar pilas.”.
A pesar de sus innumerables estancias, por motivos laborales o personales, Imanol asegura que el país todavía se le presenta como un gran misterio. “Crees que sabes algo de Argentina y, al día siguiente, el capítulo se amplía y descubres que no lo sabes todo. Para entender el país hay que posicionarse en un lugar de total humildad y amplitud. Aunque ideológicamente el país es muy caótico, aquí hay una complejidad de situaciones que, lejos de destruirlo, lo reaniman y le dan aún más fuerza. Argentina es verdaderamente milagrosa, la resiliencia de los argentinos es asombrosa y no hay nada más rico para un artista que observar a un pueblo resiliente.. Aunque a veces uno se enoja y asusta por su necesidad de ser siempre el primero, es imposible no amarlo hasta la médula. En fin, los argentinos me matan, pero me matan de amor. aqui estoy muy feliz”. Esta es la principal razón por la que el actor decidió extender su estadía aquí, en Buenos Aires, y la temporada de mejor no decirloel programa que protagoniza junto con Mercedes Moran en Paseo La Plaza, siempre lleno.
Finalmente, Imanol aclara que su decisión nada tiene que ver con el juicio por presunta defraudación fiscal que se sigue en su país de origen (por la evasión de 2,7 millones de euros) y que le obligó a viajar esta semana a Madrid y comparecer ante un tribunal. corte. “Es cierto que también me vendría mejor ser ciudadano argentino por una razón pragmática: así podría quedarme más de seis meses en el país, trabajando o no, sin tantos trámites. Pero bajo ningún punto de vista hay otra razón oscura: la cuenta pendiente con el fisco no tiene nada que ver y encima es algo que ya se está aclarando. Tenía que ver con un sistema tributario que me indicó un asesor económico (el mismo que llevaba las cuentas de Joaquín Sabina y varias estrellas del fútbol), lo cual no era del todo legal. Yo, que siempre he sido muy neófito en estos temas, por supuesto no sabía que era un manejo incorrecto. Como corresponde a cualquier persona de honor, comparecí ante el tribunal el martes pasado y decidió que no iré a la cárcel. Así que este miércoles vuelvo a hacer teatro en Buenos Aires”, concluye el actor.
