‘Lina’, docuserie de tres episodios sobre la famosa actriz y empresaria, arroja algo de luz sobre los misterios que siempre la han rodeado, desde su vida amorosa (nunca se casó ni tuvo hijos) hasta la extraordinaria fortuna que amasó. Su herencia también sigue generando especulaciones desde que murió, sola, en agosto de 2015.
Al combinar la risa en todos sus aspectos, Lina Morgan se convirtió en la versión jabuga de Carlos Chaplin -Lo adoraba- y Harold Lloyd. Nadie como ella desarrolló con tanta naturalidad y frescura un género cinematográfico aparentemente tan fácil como el payasadas. Esas ganas de hacer reír diluyeron un infancia marcada por la pobreza en el que Lina y su hermano José Luis sacaban sillas de su casa para ir al colegio y pagaban entradas de cine vendiendo botellas y cartones. Convertida en reina de la comedia, pasó de nadar contracorriente en la nada a escaparse a joyerías y coleccionar abrigos de piel “porque he pasado mucho frío”, confesó en una ocasión.
Cuando María de los Ángeles Filipa López Segovia, su nombre real, decía que quería ser artista. Su madre, Julia, una devota ama de casa que cuidaba de cinco hijos, no estuvo de acuerdo y su padre, Emilio, ayudante de sastre, le tendió la mano. A los 13 años se incorporó a la compañía infantil Los chavalillos de España, donde tuvo su primer romance con otro actor, Manolo Zarzo (92). a los 16 años Matías Colsada él la contrató como vicetiple en sus revistas. Desde el principio tuvo claro que aquellas interminables piernas cubiertas de plumas y lentejuelas no le harían sombra, así que logró destacarse con lo aprendido en el cine mudo. Con su sueldo de 30 duros compró el primer traje de su hermano José Luis. En 1956, con 20 años, Colsada le dio el primer papel protagónico en Mujeres o diosas.
Eso fue cuando José Luis la bautizó artísticamente como Lina Morgan, por la familia de banqueros y el pirata. A principios de los años 60 formó una pareja cómica con juanito navarroy alcanzaron fama estratosférica con su representación de el papa y la niña. Después de nueve años se divorciaron artísticamente porque Lina quería volar sola. Como estrella de una revista en 1972 estrenó Uno, dos, tres… cásate de nuevo junto con el dúo Zori-Santos.
El éxito profesional fue inversamente proporcional al éxito cardíaco. Cuando se trataba de emociones y palpitaciones, Lina siempre las guardaba bajo llave. Ella era impenetrable. De hecho, nunca se ha publicado una imagen de ella con su pareja. Porque los hubo, los hubo. Ella nunca se casó ni tuvo hijos, pero Tuvo dos largos romances de ocho años con dos hombres casados que no llegaron a buen término. Los afortunados fueron el productor. Julián Esteban y el más importante, el empresario ganadero. José Martínez Uranga, choperitadel cual siempre guardaba una foto en su billetera.
También tuvo un roce con José Sacristán (86) “porque llamarlo novio seria excesivo -confesó en Los lazos de sangre– como coqueteamos durante unos meses, salimos juntos, tomamos unas copas e intercambiamos conversaciones y opiniones”. Juntos aparecieron en la obra. Nosotros, ellos… y el elfo. (1971) en el Estudio 1 y en la película doctora (1974).
La máquina de rumores no dejó de alimentar las leyendas en torno a su sexualidad: ¿Era lesbiana? El estreno de la docuserie de tres partes Lina el próximo 17 de junio arrojar algo de luz. Éste ha sido, hasta la fecha, su mejor homenaje. “Hay gente cercana a ella que dice ni modo y hay gente muy seria que ha trabajado con ella que lo que han dicho es que no es que fuera lesbiana, es que ella lo inventó”, afirma. Andrés Peláezcreador y exdirector del Museo Nacional del Teatro. “Tal vez era bisexual” Su biógrafo señala, Jesús García Ortsautor de De Angelines a Su Excelencia Señora. Y, sin traicionar su ironía, Bárbara Rey reflexiona: “No tengo idea, pero lo han mencionado. Ser lesbiana si no estás con nadie no es nada… A ver si me entiendes. Ser lesbiana además de gustar “Tienes que estar con algunas mujeres también”.
En el documental el montaje juega con la ambigüedad. Nacha La Macha dice: “A ver, explícame por qué”; Andrés Peláez espeta: “Por su forma de vestir, por su forma de expresarse, por los mechones…” y de mala gana, Nacha dice: “Nunca ha estado casado, tenía el pelo corto, algo oscuro tiene que tener”. El misterio perdura.
Juntos con orientación sexualUno de los temas que más interesa a la sociedad es dinero. Lina perdió todo lo que había ganado en 1975 al montar su compañía, pero su oportunidad lo catapultó hacia su sueño de infancia: comprar un teatro. José María Íñigo ofreció a Lina y a su hermano representar una parte de la obra durante dos minutos en muy directoque atrajo a 12 millones de espectadores.
Íñigo era el gran influencer de la época y Lina, salvando las distancias, era la Taylor Swift de la revista. La gente peregrinaba para ir al teatro, había reventas masivas de entradas y el país se paraba cada vez que aparecía en la pantalla chica. Tener un solo canal la impulsó a comprar La Latina a plazos en 1981. Matías Colsada por 127 millones de pesetas.
Lina era oro molido. Con ¡Qué par de gemelos! (1981-83) recaudó 2.700 millones de pesetas, más que cualquier otro musical hasta la fecha, y la emisión por TVE de un magacín por primera vez en su historia paralizó al país. En total, 20 millones de personas pegadas al televisor. Luego vinieron ¡Sí al amor! (1985-87) o El último tranvía (1987-1991). Tales cantidades le permitieron gastar un millón de pesetas cada domingo en el casino. A pesar de ser millonaria y vivir en un departamento de casi 300 metros en el barrio Niño Jesús, nunca olvidó a aquella niña que jugaba con muñecos de aserrín.
Consciente de su poder de atracción, TVE emitió la serie Hostal Royal Manzanares (1996-1998) que, incluso compitiendo con las privadas, tuvo una media de unos siete millones de espectadores –el 15 de mayo de 1996 obtuvo 8,7 millones y una cuota de pantalla de 50,6% -lo que le daba un salario de 192.000 euros por episodio-. Durante el rodaje enfermó de cáncer de laringe. y nunca se despidió. No se lo dijo a nadie ni la gente se dio cuenta. Toda una hazaña después cuatro sesiones de quimioterapia, 31 radio y una traqueotomía. Daniel Pontes, su fiel conductor y su hombre de confianza, confiesa en la docuserie que de lunes a jueves filmaba, de jueves a sábado pernoctaba en la clínica Ruber y el domingo descansaba en casa. “Ella fue mi maestra”, dijo Mónica Pont en Los lazos de sangre-. Lo que más me gustó fue su look. Le trajo tomillo porque le calmaba la garganta”.
La muerte de su hermano José Luis a causa del sida en 1995 fue un golpe tal que perdió las ganas de vivir. Por él aceptó rodar Hostal Royal Manzanares, ya que fue lo último que fichó. En 2010 vendió su teatro por 7,5 millones de euros y dos años después murieron su hermana Julia y su perro. Con sus pilares emocionales resquebrajados, a finales de 2013 inició ese largo camino hacia la muerte al permanecer hospitalizada durante diez meses por una neumonía. Ella le prohibió visitar a sus íntimos, ya que Raúl Sender, Norma Duval o Jesús Cimorra. Murió en su casa el 19 de agosto de 2015. “Murió sola, vivió sola mucho tiempo, no sé si tuvo mucha gente que la quisiera de verdad”explica con resignación Padre ángelde cuya ONG Mensajeros de la Paz fue madrina de honor.
Desde entonces se ha especulado sobre su herencia. Tenía un sobrino, Julio, y dos sobrinas nietas, Olga y Estefanía, a quienes les había cerrado el grifo. El heredero universal era Daniel Pontes que, pese a los millones que consideraban, ha confirmado que le dejó “el piso y dos millones de euros”. El Tesoro se quedó con algo más del 70%. Continúa viviendo en Alcorcón.
