El fichaje de Josep Lluís Trapero por parte del candidato del PSC, Salvador Illapara restituirlo en la policía catalana poniéndolo al frente de la dirección general de los Mossos si logra ser presidente de la Generalitat, se coció a fuego lento. En concreto, durante tres años y al calor de los disturbios que se producen en febrero de 2021 tras la detención y encarcelamiento del rapero Pablo Hasel. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el ‘alcalde’ pidió tiempo para meditar la propuesta, que finalmente aceptó a sabiendas de que su retorno se produciría con la actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Nuria Parlón, como consellera de Interior. Trapero también es -y se conocen también por ello- de la misma ciudad.
Hacía un par de meses que Illa había cerrado su etapa como ministro de Sanidad con la pandemia para relevar a Miquel Iceta como candidato a las elecciones catalanas. Ganó, pero el independentismo sumaba. Las protestas, que se alargaron durante días, tuvieron lugar justo al inicio de las negociaciones de Pere Aragonès con Junts y la CUP para lograr un acuerdo de investidura que tardaría tres meses en llegar. El líder del PSC, que tenía asumido que sería jefe de la oposición, llamó al entonces ‘conseller’ en funciones, Miquel Samperya un Trapero que había sido restituido poco antes tras ser absuelto de la acusación de sedición por los hechos de octubre de 2017. “Se puso a disposición”explican fuentes del PSC.
El vínculo con Espadaler y Santa Coloma
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Empezó desde entonces una relación que se ha ido afianzando y facilitada también por la vinculación de Units per Avançar -partido fundado por dirigentes de la extinta Unió- con el PSC. En 2013, bajo gobierno de Convergència, Ramón Espadaler -secretario general de Units per Avançar y diputado integrado en el grupo del PSC en el Parlamente- era conseller de Interior cuando Trapero fue ascendido a comisario jefe de los Mossos. Además, contaba con la total confianza de Alberto Batlleen ese momento director general de la policía y ahora concejal de seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona bajo la alcaldía de Jaume Collboni.
En los últimos tres años, el ‘alcalde’ ha ido estrechando lazos con los socialistas, que lo apoyaron cuando el actual conseller, Joan Ignasi Elenadecidió sustituirlo en 2022 por Eduard Sallent. “Es un buen servidor público. Tiene en la cabeza la institución y tiene el respeto del cuerpo, además de poder preservar su independencia. Es un talento que debía recuperarse“, explican fuentes próximas a Illa, que consideran que fue “humillado” cuando se le apartó. Desde Units, además, consideran que con la aplicación del 155 que lo destituyó en 2017 su salida fue en falso y que con la sentencia de la Audiencia Nacional absolutoria no se le hizo justicia.
Pero Trapero tiene también otro enlace que se explica, también, por su ciudad de origen: Santa Coloma de Gramenet. Tiene “buena sintonía” con la alcaldesa Parlon y cuando el PSC le hizo la propuesta de enrolarse en su plan del futuro Govern le reveló que su pretensión es que ella se ponga al frente de Interior. Precisamente, Parlon es para los socialistas un referente sobre políticas contra la ocupación ilegal de viviendas y así lo especifican en su programa electoral. La alcaldesa pactó con la jueza decana del partido judicial la celebración de juicios inmediatos por delito leve, que permiten que el inmueble ocupado pueda ser desalojado en el tiempo que dura una guardia: siete días.
¿Cómo compatibilizarlo con Sallent?
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Así que, con estos mimbres, Illa ofreció a Trapero volver. “Se lo tuvo que pensar, se le dijo que fuera consciente de lo que suponía”, revelan fuentes socialistas, conscientes de que sería rechazado por los partidos independentistas, como ha quedado demostrado este miércoles. Pero, pese a todo, dijo que sí. Lo que no está claro es, si el PSC gobierna y puede llevar a cabo el nombramiento, con qué fórmula se compatibilizará la restitución de Trapero con el actual comisario jefe, Eduard Sallentpróximo a Junts y ERC y que podría ser nombrado ‘mayor’.
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Un plan inicial es que continuará al frente de esa responsabilidad y Trapero, que siendo ‘mayor’ está apartado en una unidad de análisis y evaluación; fuera director general, un cargo más político y menos operativo. Podrían hacer tándem, pese a que hay tiranteces entre ambos. En todo caso, el objetivo del PSC es que no haya batalla interna. Justo este miércoles se ha hecho público que Sàmper, como el ‘exconseller’ Santi Vilase suman a la plataforma de apoyo a Illa, dos adhesiones fruto de esas relaciones con exmiembros de la antigua CiU que el líder socialista lleva años cultivando.
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