Susana Burgos | Ayudas para la pandemia y el Caso PSOE, de esos rescata estos lodos

Susana Burgos | Ayudas para la pandemia y el Caso PSOE, de esos rescata estos lodos
Susana Burgos | Ayudas para la pandemia y el Caso PSOE, de esos rescata estos lodos

Rescatar empresas en dificultades acaba costando mucho dinero al contribuyente. Demasiado para que se decida salvarlas sin la imprescindible transparencia, que es lo que ha ocurrido con todo lo que rodea al Fondo de Apoyo a la Solvencia de las Empresas Estratégicas (FASEE), dotado con 10.000 millones de euros de todos los españoles. Fue aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez el 3 de noviembre de 2020 y, sólo en sus dos primeros años de existencia, la SEPI inyectó a través de ese vehículo más de 1.100 millones de euros en empresas tan diversas como las aerolíneas Air Europa y Plus Ultra. , la red de agencias de viajes Ávoris, el fabricante de bienes de equipo Duro Felguera, la metalúrgica Rugui Steel o el Grupo Tubos Reunidos.

El sanchismo no tuvo reparos a la hora de activar los avales ejecutados por el Instituto de Crédito Oficial

Son sólo algunos ejemplos y la cantidad ni siquiera se queda ahí si a las operaciones de socorro se suman los 30.000 millones de créditos dudosos del ICO, según los cálculos de los economistas consultados para escribir este artículo. Durante los dos años de pandemia, se tramitaron más de 70 expedientes de rescate, que implicaron la movilización de miles de millones de dinero público.

Porque el sanchismo no tuvo reparo en activar los avales ejecutados por el Instituto de Crédito Oficial, aumentando en un 50% el riesgo de impago asociado a los préstamos intermediados entre 2020 y 2021. Estábamos en plena crisis del Covid-19, ¿verdad? , pero estaba lloviendo. Unos años antes, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y nos hundimos de lleno en la Gran Recesión, Zapatero optó por utilizar el ICO como si fuera un banco comercial para conceder préstamos a pymes y autónomos. Desde el punto de vista financiero, el resultado no podría haber sido más desastroso y el Tribunal de Cuentas registró incluso un impago del 83 %.

Pero volvamos al sanchismo y a los rescates más polémicos de su época. Como el de la aerolínea Plus Ultra, vinculada al régimen chavista venezolano. O el de la siderúrgica Celsa, patrocinada por la Generalitat de Cataluña. La ideología y la política siempre van antes que la economía. No falla con este gobierno llamado progresista. El propio Sánchez intervino personalmente para salvar la empresa de la familia Rubiralta sin esperar a un acuerdo previo entre la empresa y sus acreedores.

Ahora bien, cuando hablamos de rescates polémicos, el que se lleva la palma es el más caro de todos, el de Air Europa. Lo hemos descubierto estos días, descubierto sus vínculos con la trama de Koldo y con Víctor de Aldama, quien está implicado como presunto comisionista en las asignaciones fraudulentas de mascarillas en los peores momentos de la pandemia. De acuerdo a El objetivoLa ONIF (Oficina Nacional de Investigación Antifraude) también detectó pagos del holding propietario de la aerolínea, Globalia, a una empresa utilizada por la red corrupta en 2020, el mismo año en el que la compañía recibió 141 millones garantizados por el ICO. y otros 475 millones de FASEE. En total, 615 millones. Casi nada.

El presidente del Gobierno debería haber abandonado el Consejo de Ministros que aprobó el acuerdo con su esposa, Begoña Gómez

La aerolínea ha reconocido que contrató al presidente del Zamora CF como asesor externo en septiembre de 2019, justo en el momento en que se negociaba el rescate con el ahora caído ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Y por si el escándalo se quedó corto, resulta que Aldama y el director general de Globalia, Javier Hidalgo, se reunieron con la mujer de Pedro Sánchez para presentarle oportunidades de negocio e intentar conseguir su apoyo. Sabemos esto por el confidencialque también ha publicado que Globalia firmó un acuerdo de colaboración con el IE Africa Center de Begoña Gómez y patrocinó un evento en Londres semanas antes del rescate de Air Europa con fondos públicos.

Como mínimo, el presidente del Gobierno debería haberse desmarcado del Consejo de Ministros que lo aprobó. La Ley 3/2015, que regula los conflictos de intereses, obliga a los miembros del Gobierno a abstenerse de tomar decisiones que puedan beneficiar a sus cónyuges. Pero a Sánchez no le importó exactamente lo mismo. Como nunca ha tenido el más mínimo interés en que los españoles sepamos por qué el dinero de todos se inyecta en unas empresas privadas y en otras no. El sucio rescate de Air Europa demuestra por qué.

  • Susana Burgos Es periodista especializada en economía y empresa y consultora en comunicación corporativa e institucional.
 
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