Cuando Fue construido en 1955. Seguramente nadie pensó que sería mucho más que un silo de granos en el corazón del Distrito Histórico Garfield en Phoenix, Arizona. Pero la arquitectura y la imaginación de los arquitectos viajan a años luz a la hora de resolver retos. Y el estudio de arquitectura Kaiserworks parece tener maestro, ya que es el arquitecto de este antiguo almacén siendo hoy un hermosa, acogedora y circular casa para una pareja.
El principal reto al que se enfrentó el estudio a nivel de diseño fue transformar un silo de acero corrugado, con un diámetro de casi 5,5 metros y una superficie habitable de 31,5 metros cuadrados, en un hogar cálido y funcional. Kaiserworks abordó este desafío creando un volumen interior de dos pisos. Esta estrategia nos permitió maximizar la eficiencia del espacio y crear una sensación de amplitud, logrando un ambiente cómodo y habitable dentro de una estructura tan inusual. Entonces, El interiorismo se concibe como la unión de dos partes complementarias: el sobre exterior y el objeto interior. La fachada ondulada del silo, pintada de blanco para reflejar el sol del desierto, rinde homenaje a sus orígenes agrícolas. En cambio, el interior alberga una estructura monolítica de madera y acero, diseñada para asemejarse a un gran mueble que integra todas las comodidades necesarias. Esta “máquina para vivir” optimiza el uso del espacio manteniendo una estética cálida y acogedora.
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Para mitigar el ruido del sistema de climatización se implementaron conductos de aire subterráneos que también contribuyen a la refrigeración pasiva del espacio. Además, un tragaluz operable en la parte superior del silo permite la ventilación natural, manteniendo una temperatura agradable en el interior. Estas soluciones técnicas no sólo aumentan la eficiencia energética, sino que también integran la sostenibilidad en el diseño, un aspecto crucial en la arquitectura contemporánea.
Y otro factor que se tuvo en cuenta en el estudio fue la ubicación en el deteriorado barrio de Garfield, lo que influyó significativamente en el diseño de la casa. Kaiserworks optó por un enfoque aislado, creando un jardín privado alrededor del silo que ofrece vistas enmarcadas del horizonte de Phoenix. Este jardín no sólo proporciona un refugio tranquilo en medio de la ciudad, sino que también fortalece la conexión con el entorno urbano.
El diseño también fue concebido con profundo respeto por el contexto histórico del barrio Garfield. A pesar de su estado actual, el proyecto busca evocar una época pasada, al tiempo que apunta a un futuro de crecimiento e inversión. La Preservación Histórica de la Ciudad de Phoenix elogió esta iniciativa por “su equilibrio entre reverencia y audacia”, subrayando la importancia de integrar el pasado con el presente en el desarrollo urbano. Y no podríamos estar más de acuerdo.
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www.kaiserworks.com
