La artista cruceña Tania Weise Escalante, 32 años, estudió Comunicación Institucional en la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires. Su formación en las artes plásticas es autodidacta, comenta, “siempre me encantó la pintura y aunque no me arrepiento, sé que debí estudiar algo relacionado con el diseño y el arte”. Hace dos años asistió a un curso del artista plástico Marco Donayre, “él me enseñó mucho sobre color, combinaciones y materiales; Técnicas de lápiz, carboncillo y acrílico, de las cuales esta última es mi favorita, aunque ahora me dedico a la pintura digital”.
¿Pintar digitalmente es algo nuevo?
A estas alturas, la pintura o el diseño digital no es algo nuevo. Lleva muchos años desarrollándose y ni hablar de la inteligencia artificial. Creo que lo diferente y rico de hacer arte o diseño para cualquier artista es el toque personal y el estilo que cada uno le pone. Tengo una variada lista de artistas e ilustradores que admiro, pero específicamente en nuestro país tuve el honor de tener como colegas a Estefany Zambrana y Ruby Gutiérrez. Cada uno tiene un estilo único. Pero me quedo corto, en el país hay muchísimos artistas, basta con entrar a Instagram, uno se encuentra con cada obra y les hablo de obras fascinantes de bolivianos.
¿Cuánto tiempo llevas en el arte digital?
Este es mi tercer año dedicándome a la ilustración digital. Mis inicios fueron con Ofelia, marca de bufandas de la cual soy cofundadora. Pero siempre me gustó el arte como una forma de exponerlo, de decorar un espacio, quería hacer cuadros. Entonces creé mi propia marca de ilustración digital, Tangerine Studio. Mis clientes están en la industria gastronómica y, desde este año, trabajo con novias. Durante mucho tiempo quise intentar entrar en este mundo, porque el día de la boda, la novia realmente es una obra de arte, creo que nunca he visto una novia que no sea deslumbrante. Fuera de eso también hago trabajos personalizados.
¿Cómo surgió la ilustración nupcial?
Mi inspiración surge de dos factores concretos: la foto y el vestido. La foto es clave, es decir, coincide con la pose, la luz y la exposición de la novia. El vestido es otro elemento importante porque es lo que más resaltará en la ilustración. Algo que siempre destaco es que no hago muecas, solo los labios y una línea en los ojos. La línea en los ojos la he visto mucho, sobre todo en ilustradores y diseñadores de moda, me gusta porque le da un toque elegante, en mi opinión.
¿Estamos hablando de una memoria en forma de arte moderno?
Creo que tener una ilustración en el memorable día del matrimonio es un recuerdo hermoso y único. Es el complemento perfecto a la colección de fotos y vídeos que guarda la pareja y es un detalle muy bonito para tener en algún espacio de casa, en cuadros que sean únicos y sólo de la pareja.
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