Nacido en 1929, Omar Torrijos, Es un nombre que permanece en la memoria de los panameños. Lideró la batalla diplomática definitiva para recuperar para su país el invaluable canal que une los mares Atlántico y Pacífico. Y se enfrentaba nada menos que a Estados Unidos, que lo controlaba desde 1904.
Su padre, un maestro rural, José María Torrijos, nació en Roldanillo, un pueblo del Valle del Cauca. Se casó con una maestra panameña, Joaquina Herrera con quien tuvo doce hijos. El octavo, Omar nació en Santiago de Veraguas y ha sido vinculado como el mayor líder de Panamá en el último siglo. Pronto ingresó al ejército y tras un rápido ascenso en la Guardia Nacional llegó a ser General Torrijos.
Para lograr su propósito buscó una estrategia única fuera de las armas que ya había silenciado en los disturbios callejeros. Y encontró un aliado en su país vecino, Colombia: el presidente Alfonso López Michelsen quien asumió un sólido liderazgo entre el grupo de líderes regionales que Torrijos reunió para recuperar el canal por la vía diplomática. Sus principales valedores fueron Daniel Odúber de Costa Rica y Carlos Andrés Pérez de Venezuela.
Torrijos, llamado “Máximo Líder de la Revolución Panameña” por la Constitución de 1972, llevó la causa de su país a las Naciones Unidas y allí le ganó la ronda a Estados Unidos.
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La jugada diplomática para recuperar el canal
Pero había un pequeño gran problema: Estados Unidos había firmado un tratado con Colombia, el Urrutia-Thompson, que le otorgaba derechos de paso para buques militares por el canal, precios especiales para el transporte de mercancías y libre tránsito de ciudadanos colombianos. .
Invitados por Torrijos a Isla Contadora, López Michelsen, Odúber y Pérez firmaron que Colombia renunciaba a esos derechos y que Panamá se comprometía a reconocerlos nuevamente cuando fuera libre y soberana. Era la forma de desbloquear la tarea. Sólo con la palabra del líder panameño. Esa declaración produjo un terremoto político en Colombia, el expresidente conservador Misael Pastrana Borrero salió a proteger los derechos colombianos y López fue acusado de traición ante la Comisión de Acusaciones.
El presidente norteamericano Jimmy Carter estaba dispuesto a negociar con Panamá, pero fue el fracaso de su reelección. En septiembre de 1977 Carter y Torrijos firmaron el tratado para devolver el canal. La cuestión era tan delicada que el tratado fue aprobado por el Senado de Estados Unidos por mayoría de un voto. Algunos senadores que apoyaron a Carter también perdieron la reelección.
Los derechos otorgados por Estados Unidos en 1921 a Colombia fueron recuperados con el tratado firmado en Montería entre Colombia y Panamá por el canciller colombiano Diego Uribe Vargas y su homólogo panameño Carlos Ozores Typaldos el 22 de agosto de 1979, durante el gobierno de Julio César. Turbay Ayala en Colombia y Arístides Royo en Panamá. El 31 de diciembre de 1999 Estados Unidos devolvió el canal a Panamá.
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Claudia de Colombia canta y encanta a los Torrijos
En la dinastía Torrijos hay una colombiana que llegó a la familia en 1979, cuando se casó con el hijo del general. Claudia de Colombia era en ese momento una estrella que había nacido en el clan club y en medio de la ola ye-yé había compartido escenario con Roberto Carlos, Leonardo Favio, Oscar Golden y Billy Pontoni. Tenía en su honor haber sido la primera artista nacional en llenar el Madison Square Garden a mediados de los años setenta. Siendo esa figura de talla internacional, se casó con Dumas Torrijos Pauzner, hijo de Omar Torrijos, a quien no le interesaba la política, ella quería hacer música. Se había hecho famoso por las adaptaciones españolas de las canciones de Janis Joplin.
La pareja parecía gozar de complicidad musical, y la manizaleña Blanca Gladys Caldas había sido recibida calurosamente en la familia por el propio general, quien adoraba las interpretaciones de canciones de la época como Te necesito (1970) o El Cóndor (1970).
El matrimonio tuvo un hijo, un nieto que lleva el nombre de su abuelo Omar Efraín Torrijos Caldas. Todo terminó en divorcio dos años después, en 1981. En la madrugada del 23 de agosto de 2013, Dumas murió de un infarto, cuando se disponía a aparecer en el programa. Me suena tu cara (Panamá)en el que iba a ser partícipe.
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Martín Torrijos y su cuñada del Huila
Martín Torrijos Espino tiene muy claro que su vida es política, que es político y que es un político torrijsta. Ya fue presidente entre 2004 y 2009 y quiere un segundo mandato. Para estas elecciones propuso su nombre con el Partido Popular, fuera del centroizquierdista Partido Revolucionario Democrático, al que quiere volver para reestructurarlo y devolverle la preeminencia que tenía.
Durante la campaña prometió resolver los problemas del país en tres años, y que en una consulta popular sería el pueblo quien decidiría si había cumplido sus promesas. Si el pueblo panameño cree que no ha cumplido, inmediatamente propondrá que la reforma constitucional que impulsará incluya la revocación de su mandato con efecto inmediato, porque “es hora de que los candidatos dejen de mentir”.
Martín Torrijos cultiva la cercanía con Colombia. Durante el gobierno de Álvaro Uribe estuvo en visita de trabajo, hace 15 años, durante su presidencia y aprovechó para condecorar a Carlos Pérez Norzagaray, figura clave, aunque discreta por decisión, en el acuerdo de Contadora. Visita frecuentemente Cartagena, una de sus ciudades más apreciadas.
En Colombia tiene familia. El hermano de su esposa Vivian Ferenández, hija del escritor y publicista cubano Tony Fergo (Antonio Fernández Gómez), está casado con la huilense María Eugenia Puentes.
Son los padres de Liliana Fernández, la actual embajadora de Panamá en Colombia, economista y politóloga de la Universidad de Los Andes, quien fue embajadora en el Reino Unido y cónsul general en Londres.
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El líder de la dinastía, que nunca fue presidente pero tenía todo el poder y la admiración popular en sus manos, murió el 31 de julio de 1981 cuando un De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter de la Fuerza Aérea Panameña se estrelló en Cerro Bush. Aún se especula si se trató de un crimen con dos coincidencias: la muerte del presidente de Ecuador Jaime Roldós tres meses antes en circunstancias similares y la toma de posesión simultánea del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.
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