La segunda temporada de ‘La Casa del Dragón’ aterriza en Max con la fuerza que caracteriza a la serie. El primer capítulo sirve como punto de referencia para las reacciones al final de la temporada anterior. De alguna manera prepara el camino de sangre y fuego que vendrá en los próximos capítulos (y una tercera temporada confirmada). Los detalles marcan la diferencia en el universo de ‘Juego de Tronos’, y el episodio inaugural no sería menos.
Los detalles del primer episodio de la segunda temporada de ‘La Casa del Dragón’ que marcan el desarrollo de la serie
Minuto 15. Helaena Targaryen confiesa su miedo a su hermano, el rey regente Aegon II Targaryen. El joven cree que se refiere a la situación que atraviesa el reino en el enfrentamiento de los negros contra los verdes. Sin embargo, Helaena dice que le tienen miedo a las “ratas”. Sus palabras no tienen mucho peso en ese momento, pero todo tendría sentido al final del episodio.
Daemon Targaryen se infiltra en Desembarco del Rey con un único propósito: promoviendo el asesinato de Aemond Targaryen con la ayuda de quienes escupen en la bandera de Hightower. El plan comienza con dos indeseables del hampa, un guardia sin escrúpulos y un exterminador de ratas profesional. Juntos se infiltran desde las alcantarillas del palacio hasta la propia sala del trono principal.
Cualquiera diría que es imposible entrar sin permiso a la fortaleza mejor protegida de Poniente. Sin embargo, un perro y algunas trampas para ratas es todo lo que la pareja necesita para superar la guardia personal del Rey.. Cuando encuentran el acceso a los aposentos reales, comienza la verdadera caza. Las trampas para ratas ya quedan a un lado: ahora van cuchillo en mano en busca de una melena blanca.
No logran encontrar a Aemond, pero sí encuentran al pequeño Jaehaerys Targaryen, quien muere de un disparo a manos del guardia. Helaena está retenida por el mismo maestro exterminador de ratas que imaginó al principio del capítulo.. De hecho, los detalles van más allá. En el minuto 31:38 se ve a lo lejos al ladrón junto al perro que luego utilizaría para darle credibilidad a su coartada. No es la primera vez que la princesa saca a relucir su don para adivinar futuros encuentros. Sin saberlo, ha sido testigo del comienzo de la Danza de los Dragones. Hijo por hijo; Ahora es Alicent quien llora la pérdida de un hijo.
