Con Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) absorta en encontrar el cadáver de su hijo Lucerys, Daemon Targaryen (Matt Smith) intenta tomar el control de la situación, pero no encuentra respeto entre quienes importan; Rhaenys Targaryen (Eve Best) no pierde el tiempo y rechaza sus órdenes de ir directamente a Desembarco del Rey para enfrentarse a Vaghar y su jinete Aemond (Ewan Mitchell), el asesino de Lucerys. Daemon encuentra a Mysaria (Sonoya Mizuno), también conocida como el Gusano Blanco, una informante clave de Hightower.
En Desembarco del Rey, el rey Aegon II (Tom Glynn-Carney) tiene problemas para gobernar porque no sabe cómo tratar a sus súbditos. Para su disgusto, Otto Hightower (Rhys Ifans) tiene que guiarlo en todo momento. Así, Larys Strong (Matthew Needham) intenta convencer al rey para que sea su nueva Mano. Pero lo que Aegon realmente quiere es holgazanear, como queda claro en la escena en la que él, junto con sus amigos, simplemente bebe y charla en la sala del Trono de Hierro. Su hermano menor Aemond, en cambio, trama con Criston Cole (Fabien Frankel) cuáles serían los mejores cursos de acción en la guerra, algo que no es bien recibido por la Mano, que pide paciencia. El propio Desembarco del Rey se encuentra en una posición complicada debido al bloqueo del Gorge, un estrecho de agua que conecta la capital con el comercio marítimo. Sin un Gaznate libre es difícil desplegar una ofensiva marítima, y mucho menos comercial; Los productos escasean, los precios suben.
Con información proporcionada por Mysaria, Daemon se cuela en la capital y contrata personalmente a un par de asesinos para matar a Aemond. En cambio, encuentran a la reina Helaena Targaryen (Phia Saban), pero deciden no matarla; La orden era matar a un hijo y así el príncipe Jaehaerys fue decapitado, mientras su madre escapó con la pequeña Jaehaera a donde nadie pudiera hacerles daño.
