En una sesión marcada por el debate y el desacuerdo, el Senado de la República aprobóen general, con 69 votos a favor y 42 en contra, la reforma de la Ley de Amparo. Esta medida, que busca modificar el proceso de resolución de los juicios de amparo, generó opiniones divididas tanto dentro como fuera de la cámara legislativa.
El principal objetivo del proyecto de reforma es evitar lo que se demonizó como “el dictadura de la toga“, según explicó el senador Ricardo Monreal Ávila. El objetivo es reducir la discrecionalidad de los jueces en la aplicación de suspensiones, especialmente en casos que involucran la inconstitucionalidad de normas generales.
Una de las principales modificaciones que contempla el dictamen es que, en el ensayos de protección que resuelven la inconstitucionalidad de normas generales, las suspensiones dictadas no tendrán efectos generales en ningún caso. Esta medida tiene como objetivo garantizar el respeto a la separación de poderes y al principio de presunción de constitucionalidad de las leyes.
El debate en el Senado giró en torno a la eliminación de la posibilidad de que los ciudadanos puedan defenderse de decisiones de la autoridad, según miembros de partidos de oposición como el PAN, PRI, PRD y MC.
Argumentaron que esta reforma podría desproteger a los ciudadanos más vulnerables al limitar su acceso a la justicia federal.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Justicia, senadora Olga Sánchez Cordero, defendió la reforma asegurando que no se están afectando derechos ni hay un retroceso en las garantías. Manifestó que el objetivo es alinear las leyes regulatorias con la Constitución y evitar la discrecionalidad en la aplicación de suspensiones por parte de los jueces.
Las voces disidentes no se hicieron esperar. El senador Julen Rementería del Puerto del PAN presentó una moción para suspender el fallo, argumentando que la reforma representa un abuso y limita el acceso a la justicia federal. Sin embargo, la moción fue rechazada por el Pleno con 67 votos en contra y 43 a favor.
En el debate también participaron opiniones de diversos sectores políticos y sociales. Mientras algunos senadores de Morena defendieron la medida como un avance en la lucha contra discreción judicialotros criticaron la posible violación de los derechos ciudadanos y la concentración del poder en manos de los Ejecutivo.
Tras la aprobación general, los senadores pasaron a discutir las reservas para modificar el dictamen, presentadas por senadores de distintas fracciones parlamentarias.
La reforma a la Ley de Amparo fue devuelta a la Cámara de Diputados continuar con su proceso legislativo.
